La Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara de Diputados de Brasil aprobó una resolución que expresa "repudio" al presidente electo Alberto Fernández, por "injerencia" en los asuntos internos del país al pedir la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. El repudio fue pedido por el diputado oficialista Luiz Philippe de Orleans porque considera una falta de respeto a las decisiones de las instituciones judiciales brasileñas y por romper el decoro internacional.
El documento aprobado dice que Fernández ha demostrado un nulo "respeto por las decisiones de las instituciones judiciales del Estado brasileño" y faltó al "decoro internacional, que se precia por las buenas relaciones diplomáticas", con su "activismo político en cuestiones internas de Brasil".
El oficialismo brasileño considera la posición de Fernández como un agravio a los cerca de 58 millones de brasileños que votaron por Jair Bolsonaro, el presidente al que el ahora mandatario electo tildó de violento y misógino. "Sí quiero dialogar [con Argentina], no vamos a cerrar las puertas. Pero estamos preocupados y recelosos, teniendo en cuenta el gesto que hizo de Lula libre (...). Es una afrenta a la democracia brasileña, al sistema judicial brasileño", declaró Bolsonaro.
"Si ese zurdaje vuelve en Argentina, nosotros podremos tener en Rio Grande do Sul un nuevo estado de Roraima", acotó el presidente de Brasil en referencia a una hipotética llegada de inmigrantes argentinos como la de los venezolanos. Fernández en aquel momento respondió casi de inmediato: "En términos políticos, yo no tengo nada que ver con Bolsonaro. Celebro enormemente que hable mal de mí un racista, un misógino, un violento", indicó.
Pero lo que más ofende al oficialismo brasileño es que durante la campaña electoral, Fernández visitara a Lula en la cárcel de Curitiba pidiera su inmediata puesta en libertad en el momento en que festejaba su victoria electoral, el 27 de octubre. Esas palabras provocaron malestar en el Gobierno y Bolsonaro dijo que eran una ofensa a la democracia brasileña. Aseguró entonces que los argentinos se habían equivocado al votar por el candidato K.
La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados está presidida por el diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, quien se burló de Estanislao Fernández, hijo del mandatario electo. Sucedió el pasado 30 de octubre, cuando el legislador compartió una publicación para burlarse de Estanislao por ser "drag queen" y "cosplayer".
Desde su celda en Curitiba, donde cumple una pena a ocho años y diez meses de encarcelamiento, Lula felicitó a Fernández por su victoria electoral, y le agradeció su apoyo por cuestionar la condena que le fue impuesta por la Justicia de Brasil: "Agradezco de corazón la solidaridad que ustedes han demostrado hacia mí y al pueblo brasileño", dijo en una misiva el brasileño, quien se dirigió a Fernández como "querido amigo".
Las declaraciones más significativas de Fernández sobre Lula:
- “Los argentinos tenemos un enorme reconocimiento y cariño por Lula. La prisión no es algo que nos pasa desapercibido. Yo soy profesor de derecho hace 35 años y veo con preocupación la detención de Lula" (4 de julio, Curitiba)
- "Lo que está pasando con Lula y Correa es imperdonable. Lo que está pasando Cristina Fernández de Kirchner ha sido una persecución sistemática que construyó teorías políticas para favorecer su procesamiento", cuestionó el ex jefe de Gabinete sobre los supuestos casos de corrupción que los compromenten. (5 de septiembre, Madrid)
- "Tal vez Lula esté preso porque consiguió lo que nadie había conseguido en Brasil: que más de la mitad de los brasileños son parte de la clase media. Hasta entonces predominadaba la pobreza y un sector chiquito concentraba la pobreza. Tal vez eso no le perdonaron a Lula, pero eso pasó en todo el continente, en Argentina, Paraguay y Bolivia. ¿Qué es lo que no le perdonan a Evo Morales? ¿que da más oportunidades a todos los bolivianos? (5 de noviembre, Ciudad de México)
D.S.
