El caso D’Alessandro se volvió un nuevo foco de revuelo interno dentro de Juntos por el Cambio, donde a excepción de los propios larretistas y Elisa Carrió, el resto de los socios evitó hacer una defensa del ahora licenciado ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad. A lo sumo, tanto desde el macrismo, el bullrichismo como del radicalismo, decidieron enfocar sus críticas a la cuestión del espionaje ilegal y concentrarse en criticar al gobierno por sus últimos movimientos en el terreno judicial.
En ese contexto, sin embargo, siguen avanzando las estrategias electorales de cada uno de los sectores y este sábado en horas del mediodía, en Mar del Plata, Horacio Rodríguez Larreta compartirá una actividad con dos de los principales referentes de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales y Martín Lousteau. En las últimas horas, tanto el gobernador como el senador salieron a criticar al Frente de Todos, pero ninguno defendió a Marcelo D’Alessandro luego de las revelaciones de supuestos chats comprometedores.
“Nuestro objetivo es no ser funcionales al kirchnerismo”, dicen en la UCR
“Nuestro objetivo es no ser funcionales al kirchnerismo. Porque sabemos como son sectores del PRO con algunas de estas cosas, pero el objetivo de los K es deslegitimar toda la Justicia”, reconocen por lo bajo en la UCR, donde surgieron voces minoritarias que exigían un posicionamiento más crítico del partido. ¿A qué se refieren con el “sabemos como son”? Al accionar de determinados operadores que suele estar al borde de lo ético, explican.
Para Lousteau, que compite por ser el sucesor de Larreta en la Jefatura de Gobierno, el objetivo era defender a la Ciudad “como candidato”. Un dirigente de su espacio ya lo anticipaba cuando salieron los primeros chats, vinculados al viaje a Lago Escondido: “No van a escuchar a ninguno de nosotros salir a defender a D’Alessandro”.
No obstante, pese a una polémica que todavía salpica a Rodríguez Larreta, tanto Morales como Lousteau van a posar este sábado junto a él. Primero, a las 13, con una caminata por Playa Grande, y un rato después en una reunión que compartirán con sus equipos técnicos en materia económica. Estarán, entre otros, Hernán Lacunza (Larreta), Eduardo Levy Yeyati (Morales), Guido Lorenzo y Javier Okseniuk (Lousteau). Será un encuentro para hablar de “proyectos productivos”, pero en el fondo servirá para dar una señal a la interna. “Tomalo con la lógica de la construcción de un Juntos por el Cambio racional”, define un fuente radical.
Quien también deja entrever una estrategia política detrás es Carrió. Su espacio fue el único que salió abiertamente a defender a D’Alessandro, al punto tal que la líder de la Coalición Cívica presionó al jefe de Gobierno para que no le suelte la mano a su funcionario. Después celebró que la salida haya sido una licencia, pero advirtió con que “en marzo tiene que volver”. Cerca suyo interpretan que hay una cuestión personal en esa posición (desde hace años forjaron una relación de confianza) y otra política (“no se entrega funcionarios cuando atrás de esto hay una murga bárbara, es una señal de debilidad”, dicen). Pero también ven una visión estratégica: ayudar a fortalecer a Rodríguez Larreta en su proyección electoral e intentar asumir un rol importante en ese vínculo, como supo tener con Mauricio Macri durante su mandato.
Macri tiene previsto ir el próximo jueves a una actividad en Mar del Plata
Arenas movedizas. El problema para Larreta, como le viene pasando en los últimos tiempos, viene desde las propias filas del PRO. Allí es donde no solo hubo más reticencias a defender al ministro apuntado, sino que incluso se filtraron comentarios críticos hacia el jefe de Gobierno por aceptar su salida.
“Es una señal de tibieza”, se escuchó decir en el campamento de Patricia Bullrich. Las comparaciones con la reacción que tuvo como ministra durante el caso Santiago Maldonado estuvieron a la orden del día. Hacia afuera, sin embargo, esta vez evitaron tirar leña al fuego. “No nos vamos a meter, es un tema del gobierno de Larreta”, resumen.
“Nuestra posición es la de condenar el espionaje, eso sin dudas, pero después…”. Con esas palabras un macrista paladar negro describía los ánimos cerca de Macri en la previa a que se conociera el pedido de licencia. Referentes de esos dos sectores tuvieron un cónclave esta semana en Pinamar, dejando una vez más en evidencia la sintonía existente. Hernán Lombardi, Néstor Grindetti, Federico Angelini, Damián Arabia y Martín Yeza, entre otros, desayunaron el miércoles, con el caso D’Alessandro en plena ebullición.
Las playas de Mar del Plata seguirán siendo centro de gestos políticos. Al encuentro de hoy entre Larreta, Morales y Lousteau, se sumará una cumbre del radicalismo el próximo lunes, donde buscarán definir estrategias para fortalecerse en la discusión interna, tanto a nivel nacional como en cada distrito. Y para el jueves 12 está agendada una actividad del propio Macri, quien dejará por unas horas su descanso en Villa La Angostura para mostrarse activo políticamente y dejar una de esas señales que ponen nervioso a más de uno en JxC. Todo en un contexto de aguas turbulentas.
