Marlene Engelhorn causó revuelo a principios de este año al anunciar en el foro de Davos que renunciará a más de 27 millones de dólares para denunciar el “fracaso” de los gobiernos y transmitir un mensaje contra las desigualdades. Para que el proceso de distribución sea “mucho más legítimo”, la joven austriaca seleccionó a 50 desconocidos que deberán elegir adónde destinar su herencia. Este fin de semana será la primera de sus seis reuniones.
"He heredado una fortuna y con ella un poder, sin haber hecho nunca nada para merecerlo. Y el Estado ni siquiera quiere que pague el impuesto de sucesiones", denunció Engelhorn en referencia a la abolición del impuesto a la herencia realizada en 2008 en Austria, uno de los pocos países europeos que no cuentan con esta tasa.
En septiembre de 2022, la mujer de 31 años recibió más de 25 millones de euros (27 millones de dólares) de su difunta abuela multimillonaria. La gran fortuna familiar proviene de Friedrich Engelhorn, fundador del gigante químico alemán BASF en el siglo XIX, y asciende a más de 4.200 millones de dólares según Forbes.
Previo a adquirir su herencia, Marlene Engelhorn ya había fundado la iniciativa “Tax Me Now”, una comunidad de grupos progresistas para ricos llenos de culpa y a favor de la redistribución de la riqueza, por lo que la adquisición de los millones, a la que considera “injusta”, fue su paso hacia la acción.
“Buen Consejo para la Redistribución”: el grupo que definirá el destino de la herencia
En busca de hacer que la donación sea lo más transparente posible, Engelhorn eligió a 50 austriacos desconocidos entre sí para que determinen cómo deben redistribuirse los 27 millones de dólares. Este fin de semana se realizará en un hotel de Salzburgo la primera de seis reuniones para debatir sobre el mejor destino de la fortuna.
"Soy sólo un cerebro, soy sólo una persona y, por eso, para mí es un gran alivio saber que el proceso de redistribución es mucho más legítimo, exhaustivo y democrático de lo que jamás podría hacer", dijo Engelhorn en un entrevista con Bloomberg. "Nadie necesita otra fundación", añadió.
Este grupo fue denominado “Buen Consejo para la Redistribución” y los participantes fueron seleccionados mediante un proceso estadístico dirigido por el grupo de investigación Foresight, en el que eligió teniendo en cuenta la ubicación, la edad, la raza, el origen socioeconómico y otros factores demográficos, para ser representativos de la población austriaca en general.
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De las reuniones que se llevarán a cabo de marzo a junio de este año también participarán académicos y organizaciones de la sociedad civil. Los organizadores sostienen que los encuentros serán sin barreras y habrá cuidado de niños e intérpretes disponibles si es necesario. Asimismo, se cubrirán los gastos de viaje y los participantes recibirán 1.200 euros por cada fin de semana que asistan.
El proyecto fue anunciado en enero, cuando el equipo del “Buen Consejo” envió invitaciones a 10.000 personas mayores de 16 años seleccionadas al azar en toda Austria. La respuesta fue inmediata y efectiva debido a que en los primeros dos días recibieron 700 correos electrónicos de personas que compartieron sus propias ideas sobre cómo gastar el dinero.
De los 10.000 habitantes a los que se envió la invitación, 1.424 se registraron para participar, lo que supone una tasa de respuesta inusualmente alta, dijo Martin Haselmayer, investigador de Foresight. Una tasa del 5 al 7% es normal para las asambleas ciudadanas, afirmó. Una vez seleccionados a los participantes, se determinó cómo se desarrollarán los seis encuentros.
Las dos primeras reuniones serán principalmente educativas. Este fin de semana, las 50 personas escucharán hablar a dos economistas sobre la distribución de la riqueza, mientras que el segundo fin de semana implicará una conversación filosófica más amplia sobre cómo es una sociedad justa, afirmó la directora del proyecto, Alexandra Wang.
A partir del tercer fin de semana, los participantes profundizarán en el destino del dinero de Engelhorn y decidirán qué hacer con sus 27 millones de dólares hasta junio. Si no pueden llegar a una decisión "ampliamente respaldada" sobre qué hacer con el dinero, entonces la fortuna volverá a manos de Engelhorn, pero esperan que esto no suceda.
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Además de ser la cara visible del proyecto, Engelhorn ya no participa en el proceso, pero dará un breve discurso para agradecer a los participantes este primer fin de semana. "No tengo derecho de veto", afirmó: "Pongo mis bienes a disposición de estas 50 personas y confío en ellas".
Sin embargo, la heredera admitió no estar “tan obsesionada con el resultado” y remarcó que lo más importante para ella es “el debate público sobre la riqueza y la igualdad”. "Ante el fracaso del gobierno, nos toca a nosotros reparar las injusticias”, afirmó Engelhorn en una entrevista pasada.
RV/LT
