Robert Card, el demente que asesinó a 18 personas en Maine, apareció con un balazo en la cabeza
La gobernadora Janet Mills confirmó el hallazgo, luego de 48 horas de una búsqueda masiva. Biden se refirió al caso y prometió "continuar haciendo todo lo que esté a mi alcance para terminar esta epidemia de violencia armada".
Robert Card, que había asesinado y herido a decenas de personas en Maine, se suicidó en Maine. |
AFP
"Respiro con alivio esta noche al saber que Robert Card ya no es una amenaza para nadie", dijo en una conferencia de prensa la gobernadora de Maine Janet Mills, al referirse al asesino de 40 años, que el último jueves usando armas automáticas la emprendió a tiros contra todo el que se le cruzaba en la tranquila localidad de Lewiston, dejando detrás suyo un impresionante reguero de sangre y víctimas inocentes.
"Está muerto (...) La policía estatal de Maine ha localizado el cuerpo", confirmó Mills. El comisionado de seguridad pública de Maine, Michael Sauschuck, agregó que el cuerpo de Card estaba cerca de un río en Lisbon Falls, una localidad situada a solo 15 kilómetros de Lewinston.
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Sauschuck omitió certificar si Card se suicidió, solo detalló que eso parecen indicar las pistas halladas en el lugar, pero que la confirmación final corresponderá a los forenses y la Justicia. la presunción policial apunta a que, al verse sin posibilidades de escapar, Card optó por quitarse la vida con alguna de las armas que había usado en el demencial tiroteo masivo que provocó el jueves.
Robert Card tenía 40 años.
Medios estadounidenses informaron de que el cuerpo de Card fue hallado cerca de un centro de reciclaje, del que había sido despedido recientemente.
Comunicado de la Casa Blanca
El presidente Joe Biden firmó este sábado un comunicado, señalando que tras la muerte de Card, "continuaré haciendo todo lo que esté a mi alcance para terminar esta epidemia de violencia armada. La comunidad de Lewiston, y todos los estadounidenses, no merecen menos".
Las autoridades identificaron el viernes a más víctimas de Card, que van desde un matrimonio de unos 70 años hasta un niño de 14 que murió junto a su padre.
La policía de maine y el FBI habían encabezado en las últimas 48 horas una búsqueda masiva de Cardh, que incluyó hasta una revisión con sonar y buzos del río cercano al lugar donde apareció el automóvil con el que Card escapó de Lewinston tras la matanza.
Una ciudad fantasma
Con el aviso de las autoridades de que Card todavía estaba en la zona, Lewinston se había convertido en una ciudad fantasma, con los vecinos atrincherados en sus casas. Drones, helicópteros y vehículos blindados habían sido desplegados en los alrededores. Los 36 mil habitantes de Lewinston quedaron conmocionados por lo ocurrido.
Los centros educativos y los comercios habían cerrado sus puertas y el estacionamiento de la escuela secundaria fue tomado por agentes de policía vestidos de uniforme y armados hasta los dientes.
Siete personas, una mujer y seis hombres, perdieron la vida en un local de bolos, ocho en un bar restaurante, entre los dos lugares a unos doce minutos de distancia, y finalmente tres personas más fallecieron en el hospital local.
Card en las imágenes de cámaras de seguridad, disparando a mansalve el último jueves en Lewinston.
Testigos que se hallaban en la bolera "Just-In-Time" describieron cómo los clientes se escondían debajo de las mesas y en las máquinas al final de las pistas. "Me tiré encima de mi hija, y mi madre encima mío", describió Riley Dumont a la cadena ABC. Una fotografía difundida por la policía mostró a un hombre vestido con una camiseta marrón entrando al establecimiento, con un rifle semiautomático al hombro.
La peor matanza de 2023
La matanza del miércoles es la más mortífera en Estados Unidos desde la de la escuela Uvalde, en Texas, donde un tirador mató a 19 niños y dos maestros en mayo de 2022. El país está pagando un precio muy alto por la proliferación de armas de fuego en su territorio y la facilidad con la que los ciudadanos tienen acceso a ellas.
Excluyendo los suicidios, más de 15.000 personas han muerto a causa de la violencia armada desde principios de año en el país, según la organización no gubernamental Archivo de Violencia por Armas. Maine es uno de los estados con la tasa más baja de homicidios. Los 18 muertos del miércoles representan, de acuerdo a la asociación Everytown, más que la media anual de asesinatos por armas de fuego en el estado.
