En Argentina hay 16.986 glaciares en la cordillera de los Andes y las islas del Atlántico Sur, según determinó el nuevo inventario nacional de glaciares presentado en la Casa Rosada. "Es un hito de nuestra gestión, se termina con un pasivo en la política ambiental", aseguró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman. "No se pueden comprometer recursos hídricos estratégicos como son los glaciares", destacó el funcionario.
Organizaciones ambientalistas y asambleas ciudadanas rechazan el avance de la minería en la región andina por el riesgo de contaminación de ambientes periglaciales, que abastecen de agua a amplias regiones del oeste argentino. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, remarcó por su parte que el inventario permitirá "delimitar dónde se puede tener zonas de desarrollo y dónde debe haber zonas de protección".
El inventario fue realizado por el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), que a lo largo de cinco años relevó un área de 560.000 kilómetros cuadrados en cinco regiones y 69 subcuencas de Argentina. El estudio concluyó que existen 16.078 glaciares en la región de la cordillera de los Andes y otros 890 en las islas del Atlántico Sur, que sumados ocupan una superficie de 8.484 kilómetros cuadrados.
El inventario de los glaciares estaba pendiente desde la aprobación de la ley de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y del ambiente periglacial. Sin embargo, los parámetros que utilizó para relevar los glaciares fueron cuestionados.
El IANIGLA utilizó una metodología de trabajo avalada por organismos y lineamientos científicos internacionales, aseguró el ministro de Ambiente, e identificó los cuerpos de hielo y ambientes periglaciales de al menos una hectárea de superficie. Este sistema dejó sin embargo de lado los demás ambientes periglaciales, sensibles a la contaminación como ya ocurrió en repetidos accidentes en la industria minera.
La mina de oro Veladero de la canadiense "Barrick Gold" ubicada en San Juan, registró en 2015 el derrame de agua con cianuro que contaminó tres ríos de la región. Casi un año después, un gigantesco bloque de hielo de una tonelada y media cayó sobre una cañería de la mina y derramó 45 metros cúbicos de roca con solución cianurada, pero según informó Barrick no produjo contaminación ambiental a ríos, trabajadores ni habitantes. Los habitantes de la cercana ciudad de Jáchal afirman que Barrick instaló la mina en una zona periglacial, en violación a la ley de protección de glaciares en Argentina.
La Justicia investiga el caso y, entre otras medidas, decidió procesar penalmente al glaciólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Ricardo Villalba, acusado de que su diseño del inventario nacional de glaciares dispuso incluir cuerpos de hielo y ambiente periglacial de más de una hectárea, con lo que habría dejado "desprotegidos" los existentes en la cuenca del río Jáchal en San Juan.
El ministro de Ambiente instó al Congreso Nacional a que realice ajustes a la ley de protección de glaciares y ambientes periglaciales para precisar y validar qué es una reserva hídrica estratégica, de modo que establezca parámetros oficiales para el inventario y no sea judicializado el tema. "El inventario es un umbral y forma parte de una de las leyes de ordenamiento territorial más relevantes porque tiene que ver con las reservas hídricas estratégicas", sostuvo Bergman.
"La ley de glaciares le encomienda a un ente técnico y autárquico que es el IANIGLA que haga el inventario. La ley no fija el criterio técnico de cómo hacer el inventario y esa concepción 'toda forma de hielo' tiene que ver con cómo en el mundo se hacen los inventarios de glaciares. El IANIGLA decidió no medir cuerpos de hielo menores a una hectárea. Si la Justicia dirime en contra del criterio que usó el IANIGLA se tendrá que ampliar este inventario", explicó el ministro.
