COLUMNISTAS
pases de facturas a sampaoli

Asoman viejos rencores

20190714_messi_scaloni_afa_afp_g.jpg
Scaloni. A diferencia de Sampaoli, logró armar un grupo compacto, armónico. | afp

A algunas personas les cuesta recordar que el año pasado hubo un Mundial. ¿Por qué nos olvidamos, lo borramos de nuestra mente y hacemos de cuenta que nada pasó? Es probable que la floja participación de Argentina nos empuje a desentendernos de la copa que se jugó en Rusia. Fue un equipo plagado de fallas tácticas, con un Lionel Messi que no deslumbró. Estos componentes desembocaron en un mar de decepciones, luego de haber conseguido el subcampeonato en el Mundial anterior, en Brasil. ¿Me volví loca que estoy hablando de un evento que ocurrió hace ya un año? No soy yo, son las declaraciones que hicieron dos jugadores del actual plantel que, como se decía antes, “sacaron los trapitos al sol” y reavivaron una polémica que parecía terminada.

Leandro Paredes fue uno de los puntos altos en la participación de Argentina en esta Copa América. Un mérito de Lionel Scaloni al convocarlo y darle el rodaje suficiente como para que sea una de las joyas de esta renovación. El jugador del PSG parece agradecido por la confianza que le depositó el técnico del Seleccionado y no se guardó ningún elogió para con él. En una entrevista con Fox Sports, valoró el trabajo de Scaloni en varios aspectos, desde su firmeza hasta su liderazgo: “A nosotros nos hizo muy bien, armó un buen grupo, con buenos jugadores, nos supo llevar”.

Pero dentro de las flores que tiró también había espinas. No pincharon al actual entrenador, sino a Jorge Sampaoli, el anterior: “Scaloni es directo, te dice las cosas como son, como piensa, sabe lo que quiere. Que un técnico te transmita eso es muy bueno. Scaloni sabe explicar lo que quiere. Tuve entrenadores, el anterior por ejemplo, que no entendía. No te sabía explicar lo que quería. Nunca supimos lo que quería. Que llegue un técnico sin experiencia y que te deje las cosas claras es muy bueno. Sampaoli era cambiante, no era claro. Una vez te decía ‘hacé una cosa’, y cuando la hacías te decía ‘¿por qué lo hiciste?’”.

Si bien Paredes no llegó a integrar el plantel que viajó a Rusia, uno que sí convivió en el búnker en Bronnitsy fue Paulo Dybala. El delantero tampoco tuvo palabras amistosas con Sampaoli. El ex Instituto confesó que no tuvo trato con el técnico: “Yo hablé antes de ir al Mundial, pero desde el día que llegué al predio hasta el día que nos volvimos al país no tuve nada de comunicación. Cero, ni me saludaba”. Para colmo, tuvo el contrapunto con Scaloni, con quien afirmó tener una relación más fluida y con mejor llegada. Hasta dejó en claro que estaba todo bien, después de su visible enojo por haber salido ante Chile.

El espeso aire que se respiró en Rusia fue una de las potenciales causas del fatídico desenlace durante ese Mundial.

Un empate con Islandia, derrota con goleada ante Croacia y un triunfo ante Nigeria con una exagerada épica (igual, todos nos emocionamos en ese festejo de Rojo con Messi a “cococho”) y otra esperable derrota con Francia. La falta de armonía quedó en evidencia, y esa es una parte vital del armado de un equipo. No es nuevo decir que no es necesario que sean todos amigos, pero la desconexión que se vivió es inadmisible a la hora de participar de un Mundial o cualquier competencia deportiva.

Estoy en contra de este pase de factura público después de varios meses, no creo que aporte. Suena lógico que ambos jugadores apoyen a Scaloni y defiendan al actual grupo. Podríamos traer a colación la desafortunada declaración de Mauro Icardi apenas terminado el encuentro contra México, cuando convirtió uno de los dos goles del triunfo, dijo que “ahora hay más compañerismo y amistad”, cuando la mayoría de los convocados no eran los habituales, entre los que faltaban estaba Messi. Esa falta de tacto (o sincericidio) no cayó bien. Tal vez esos dichos le costaron su convocatoria.

De vuelta en Sampaoli, lo que todos creíamos era lo que sucedía. No había llegada entre el técnico y los jugadores. Tampoco tuvo una buena relación con sus ayudantes, las peleas fueron casi públicas y las acciones a posteriori las confirmaron. Todo finalizó en un gran caos que terminó con una decepción en el juego y en los resultados. La falta de sinergia entre jugadores y técnicos puede ser crucial. Por las declaraciones de los actuales futbolistas argentinos, con Scaloni la relación es la indicada. Parece ser que la base de todo lo que tiene que tener un grupo es por fin la correcta. Las tuercas empiezan a ajustarse y esperemos que el sistema funcione para que todos podamos volver a festejar con la Selección.