Rosendo Fraga, en su libro Qué hubiera pasado si..., noveliza una Argentina donde Scioli triunfó en la últimas elecciones:
“(...) Los mercados se muestran decepcionados. Los dos asesores económicos de Scioli que eran la esperanza de empresarios e inversores que esperaban un ‘giro económico al pragmatismo’, Mario Blejer y Miguel Bein, no están en el Gabinete. Sólo integran un consejo asesor (...) Las cotizaciones de bonos y acciones evidencian con dureza su decepción. El probable triunfo de Macri había hecho subir su valor en los días previos, y en particular el de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street. La esperanza de un rápido acuerdo con los holdouts se desvanece. Lo mismo acerca del levantamiento del cepo o la disminución de las retenciones. Se sabe que el Presidente lo quiere, pero no lo juzga urgente y además está en duda si tendrá suficiente poder para imponerlo al kirchnerismo (...) la recesión que ha comenzado en el último bimestre de 2015, inmediatamente después de la elección, se acentúa en el primer trimestre del año. Limitado en lo político y complicado en lo económico, Scioli busca apoyo en el Papa. Viaja a Roma, es recibido extensamente durante dos horas en medio de signos de cordialidad. Le lleva un pedido concreto: que asista a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia que tiene lugar el 9 de Julio. Francisco lo hace y su visita a la Argentina motiva grandes movilizaciones populares de afecto, simpatía y devoción. Scioli recibe oxígeno político”.
El libro continúa proyectando una Karina Rabolini que vence a Cristina Kirchner en la candidatura para senadora bonaerense en 2017 dentro de las PASO del Frente para la Victoria, más tarde la detención de la ex presidenta por orden del juez Bonadio a cumplir domiciliariamente en El Calafate, el posterior triunfo de Macri en las elecciones presidenciales de 2019, su reelección en 2023 y un Massa que llega a presidente en 2027, cuando tendría 55 años, tres años menos que Macri al asumir en 2015.
"Quien no viajó años en colectivo no debería ser presidente porque no entiende a la gente" (Miguel Bein)
Siguiendo esa inspiración contrafáctica, pero ya no en el terreno de la ficción, Miguel Bein expuso en un reportaje de dos horas en PERFIL cómo hubiera sido la economía no sólo si Scioli hubiera ganado, sino también si se hubiera aplicado el plan que Bein le preparó y a quien Scioli durante la campaña exhibía para tranquilizar a los mercados, comparando con lo que fue haciendo Macri a lo largo de estos casi diez meses.
Bein aclara que no cree que Scioli hubiese tenido la fortaleza política para aplicar esas medidas económicas pero sirve para ver las similitudes que tenía su plan con el que hoy está implementando Cambiemos, lo que explica las coincidencias que Macri cosecha con la mayoría de los gobernadores y legisladores peronistas.
Para comparar lo que Bein va diciendo en el reportaje con lo que decía el año pasado durante la campaña de Scioli, vale la pena ver en e.perfil.com/Bein-en-2015 la conferencia que dio en Expo Estrategia durante más de una hora con gráficos y proyecciones. Es interesante observar cómo Bein castiga duramente al kirchnerismo mientras rescata la economía de 2002 a 2011, a la que llama la verdadera década ganada.
Bein es hoy el economista más optimista respecto de la evolución de la economía en 2017, su pronóstico de crecimiento para el año próximo es casi un 50% mayor que el del propio Gobierno y los economistas macristas (5% en lugar de 3,5%). Lo que no le impide criticar al Gobierno por haber eliminado el cepo antes y no después de acordar con los holdouts, y haber aumentado las tarifas antes y no después de las paritarias. Sólo con estas dos diferencias, el dólar estaría hoy al mismo precio de 15 pesos, el déficit fiscal no sería tan diferente pero la inflación habría sido de 30% y no de 40%, y no se habría agregado más de medio millón de pobres. Bein reconoce que era inevitable el aumento de la pobreza pero se podría haber pasado del 29% de pobres de diciembre al 30,5% y no al 32% que reveló el Indec esta semana y fundamenta sus cálculos. También sostiene que Macri, al terminar su mandato, deberá ser evaluado no respecto de cuánto redujo la pobreza de ese 32% sino de la cifra menor con la que podría haber comenzado, aun asignándole una parte del aumento de la pobreza a la herencia del modelo anterior.
Otra consecuencia de la (para él) salida anticipada del cepo es que quienes emitieron dólar futuro al final del gobierno de Cristina no cometieron delito porque en enero y febrero, los meses en que vencía ese seguro de cambio, el precio del dólar podría haber estado en $ 12 y que hoy estuviera a $ 15.
Bein tiene una didáctica no muy común en los economistas, sus conclusiones son claras y entendibles también porque trasciende la grieta: no todo lo malo está de un lado y lo bueno del otro. Hace meses que PERFIL trató sin éxito de convencerlo para que fuera uno de sus columnistas. Bein sostiene que la palabra escrita le demanda una concentración distinta a la exposición oral. Como último intento, prometió probar que se le graben sus comentarios semanales para luego pasarlos al papel.
Es uno de los pocos economistas que cierran la grieta porque elogia la economía de Macri y la de Néstor Kirchner.
Mientras tanto, el lector tiene este domingo un delicioso compendio de “beineconomics” que repasan los primeros diez meses de Macri, los diez años de la década ganada 2002-2011 y los cuatro años finales de Cristina. Reflexiona sobre los orígenes de nuestros problemas crónicos y los pronósticos de futuro: “El Gobierno no tiene ganado el cielo. Depende de cómo gestione”. Recomendamos dedicarle al reportaje los veinte minutos que insume su lectura (ver Miguel Bein: "La bomba se desarmaba con 4 tornillos")