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Malestares

Cuarentena desangelada

Críticas a los empresarios, elogios a Moyano y maltrato a los jubilados: una semana que erosionó la figura del Presidente.

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Caños sin costura, Paolo Rocca. | Pablo Temes

La segunda semana de la cuarentena bien podría calificarse como la semana del desangelamiento presidencial. Comenzó con la destemplada frase destinada a los empresarios en el discurso con el cual anunció la prórroga del aislamiento social preventivo hasta el 13 de abril, y culminó con el bochornoso y peligroso espectáculo de miles y miles de jubilados soportando el frío de la noche a la mañana en largas colas ante las puertas de los bancos para cobrar haberes de miseria.

El término “miserable” con el que se refirió a los empresarios que despiden gente –en verdad, se estaba refiriendo a Paolo Rocca– y el tono cayeron decididamente mal. No porque el despido de gente no merezca una atención especialísima, sino porque la mayoría de las empresas no saben cómo hacer frente al pago del salario de sus trabajadores.

Y, junto con esto, el tono utilizado por el Presidente reflotó en algunos miembros de los sectores duros del kirchnerismo el sentimiento antiempresarial que dominó durante los 12 años de aquella gestión.

Moyano. Otro eslabón del desangelamiento presidencial lo constituyó el acto de reinauguración –por tercera vez– del sanatorio del Sindicato de Camioneros, en el que Alberto Fernández trató a Hugo Moyano de dirigente ejemplar. Tan insólito y fuera de lugar fue ese calificativo que fueron no pocos los funcionarios que se quedaron boquiabiertos al escucharlo. Y se ve que el mismo AF se debe haber dado cuenta de lo despropositado de su elogio, porque en el almuerzo del viernes con la cúpula de la CGT se sintió obligado a aclararles a sus líderes lo que había querido decir.

Como siempre ocurre en estos casos, estas explicaciones, más que aclarar, oscurecen. Moyano forma parte de una casta de dirigentes sindicales que encontraron una veta económica fenomenal haciendo negocios con los sindicatos de los que se han adueñado.

Jubilados. El espectáculo lamentable de la dignidad humana que se vivió el viernes con los miles y miles de jubilados que debieron hacer horas de cola para cobrar sus haberes de miseria fue muy mal manejado por Fernández.

“El Presidente me llamó muy temprano; estaba enojado”, confesó el titular del Banco Central, Miguel Pesce, un hombre puesto allí por AF. Su ineptitud para manejar algo tan previsible bien le debió haber valido la renuncia. Y lo mismo vale para el titular de la Anses, Alejandro Vanoli.

En ámbitos del Gobierno, varios funcionarios coinciden en que la actividad bancaria debió haber sido incluida dentro de las actividades esenciales, con los cuidados del caso como se ha hecho, por ejemplo, en los supermercados.

Haber anunciado la reapertura de los bancos sin tener en cuenta las aglomeraciones que generaría ha sido una decisión de una alta irresponsabilidad sanitaria. “Si acá estamos en una guerra, algún general debería pasar a retiro. En el día más frío del año, que haya pasado esto es inadmisible. Alguna consecuencia tiene que tener”, señaló un integrante del directorio de un banco oficial que alertó sobre esto y a quien se desoyó.

Es evidente, pues, que Alberto Fernández demostró una sorprendente falta de timing para manejar la situación. Las colas contradijeron flagrantemente el “Quedate en casa”, la consigna clave de esta cuarentena.

Por las entrañas del Conurbano. Finalmente, Axel Kicillof se acercó esta semana a los intendentes del Conurbano. Junto a Sergio Berni visitó el lunes los municipios de Almirante Brown, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría; y el viernes los de Hurlingham, Tres de Febrero, San Martín, Morón e Ituzaingó. “Se busca coordinar acciones y ver cómo se trabaja en cada municipio y el avance de integración de cada área al COE, que son Seguridad, Salud, Desarrollo Social y Educación”, afirmaron desde el entorno del gobernador.

Evidentemente hubo un cambio en Kicillof, al recibir a la oposición y mostrarse con intendentes, dos cosas que no había hecho desde que se desató la pandemia.

De todas maneras, algunos de los enfrentamientos internos y con sectores de la oposición persisten. De estos últimos, uno de los más significativos se da con el intendente de La Plata, Julio Garro. Ocurre que el secretario de prensa del ministro de Salud, Daniel Gollán, que es su vocero además –en Provincia tienen el mismo rol–, es Cristian "Chicha" Scarpetta, ex vicedecano de la Facultad de Periodismo de la UNLP y muy cercano a la ex decana de esa facultad, Florencia Saintout. En ese ministerio hay mucha gente de Saintout (peleada con Garro) y de La Cámpora, lo que traba no solamente las gestiones con Garro sino también con los intendentes de Juntos por el Cambio. Saintout hizo nombrar a su hermana como directora del Hospital Provincial de Gonnet.

 Estas circunstancias refuerzan la decisión de muchos intendentes de puentear a Kicillof y hablar directamente con Alberto Fernández.

La pandemia y su circunstancia. Desde el punto de vista epidemiológico, la situación en la Argentina está por ahora bajo control. Eso no equivale a decir que esté “dominada”, como expresó con tono algo canchero el Presidente en el reportaje que le realizó el cantante puertorriqueño René Pérez.

Todavía hay problemas con la llegada de los kits para la realización de los test diagnósticos a las provincias. Por eso, la cantidad de testeos sigue siendo baja.

Además hubo malestar interno a mitad de semana con el sorpresivo anuncio que hizo el doctor Ginés González García sobre una iniciativa que propiciaba una especie de confiscación de las clínicas y centros de salud privados. Nadie entendió bien qué quiso hacer el ministro. Hasta aquí, el sector privado ha venido trabajando muy bien en su combinación con el sector público. De hecho, muchos de los casos positivos han sido y están siendo atendidos en instituciones médicas privadas.

La aclaración que sobrevino a la reunión del jueves entre el ministro y los privados, en la que se habla de una coordinación entre el sector público y privado, fue una obviedad destinada a formalizar una salida elegante del innecesario entuerto.

El debate de la semana que se inicia será cómo salir de la cuarentena. Es el gran desafío para el Gobierno.

“Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia”. (George Bernard Shaw)