¿Hay diferencia entre futuro y porvenir? Veamos “futuro” en la RAE: Que está por venir y ha de suceder con el tiempo. Que todavía no es pero va a ser. Para “porvenir”, casi lo mismo: Suceso o tiempo futuro. Situación futura en la vida de una persona.
Yo creo que porvenir es lo mismo que futuro pero con aroma positivo. Eleonora Comelli con El porvenir se propone quizá desmitificar esto y sugiere –como alguna vez algún personaje mío– que en el futuro todos estamos muertos. Por suerte su lenguaje es el de la danza y hacía tiempo –desde el último estreno de Krapp– que no gozaba tanto de esta especificidad estética: la danza (hasta la más culta) presenta al gesto humano como algo virtual, algo que no es totalmente de este mundo. Comelli imagina tres maneras de morir: un naufragio, un femicidio, un atropello. El clima hipnótico, festivo, arrebujado de la música de Zypce bulle de oscuros presagios: un karaoke ochentoso puede ser el fondo inelegido en el que nos sorprenda la muerte. Lo mismo con las elucubraciones espiraladas de María Merlino, que pone palabras donde la danza no llega. Sin ofrecer ninguna respuesta, la obra me pone a revisar la noción del Bien y el Mal. Yo también supe creer que el Mal no estaba definido por el mero predominio del Mal sobre el Bien, sino antes por la indiferenciación entre ambos. Luego acordé que el Bien era lo que se preocupara por la preservación del futuro. Todo Mal radica en el desinterés de aquello que suceda cuando ya no estemos.
Por cierto, mañana se votan cuatro largos años de futuro. Que no muramos con un fondo musical inelegido.