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Igualdad en cine, juegos e identidad: desafíos y logros

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Educación. La semana pasada PERFIL publicó una nota sobre los juegos de mesa inclusivos. | cedoc

En una sociedad donde la igualdad entre hombres y mujeres está avanzando, al parecer más aceleradamente, sin embargo hay temas y áreas donde se expresan las dificultades que caracterizan las épocas de transición, como la que atravesamos. Veamos esto en algunos de los campos donde parecería ya superado el tema, pero no es así.

El sábado pasado, en Espectáculos, salió una nota sobre Margot Robbie, una candidata a los premios Oscar, que retoma su personaje de Harley Quinn pero para hacer un film de acción con mujeres, algo que parecería natural en este siglo pero aún no lo es. Ella se plantea hacer una película con superheroínas mujeres, frente a la ausencia de ellas en éste genero y, según sus palabras, “personajes femeninos siempre caricaturizados de más en esos relatos”. Por eso produjo Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn, en la que las mujeres son una pandilla que se arma a lo largo del film y las muestra unidas para hacer el bien. Esta novedad, en un medio en el cual el Me Too logró llevar a Harvey Weinstein a la Justicia por las violaciones y los abusos cometidos a pesar de su influencia y poder, es evidencia de lo que falta, y también de cómo se acelera el cambio.

Y como los tiempos se van actualizando, en los juegos de mesa hablar de género, sexualidad y temas tabú se abre camino. En la nota en Sociedad de Fernando Jaime sobre juegos de mesa inclusivos, se muestra lo que se expone y vende en un espacio en Mar del Plata donde grandes y chicos encuentran juegos que tratan y se refieren a la inclusión y cómo esto ayuda a eliminar prejuicios, promover expresiones individuales antes reprimidas e incluso aplicarse a la educación sexual integral. A través de un juego, una de las emprendedoras que produce Taca Taca –juego con muñecos indeterminados– contó una experiencia que la marcó: un niño, Ignacio, que le hacía muchas preguntas y le cuestionaba su obra por la insistencia en hacer muñecas de sexo femenino, ahora es Pilar. Fue a través de estos juegos que se cuestionó su identidad. Otras hablan abiertamente de sexualidad en el juego Consexuate, donde les plantean a adolescentes y adultos juegos de mesa para hablar de temas tabú difíciles de abordar, con preguntas como qué significa ser una persona trans, qué son los métodos anticonceptivos, etc. Las autoras reconocen que estos juegos son una forma de educación sexual integral que les piden las escuelas, ya que son muy útiles para usar en las clases. Llevar esto a juegos de mesa, donde se mezclan personas diversas, es una excelente forma de promover la integración y la inclusión. Otro ejemplo es el juego Soy, que permite armar nuestra persona con distintas partes y mostrar cómo podemos o queremos ser en forma gráfica, y empezar a abrir una perspectiva diferente, que se completa al marcar intereses: hobbies, profesiones y otros, que muchas veces ocultamos o no evidenciamos porque no nos damos permiso de ser diferentes. Cuenta la autora el caso de una niña a la que “le gustaba construir pero no lo decía porque sus amigas se burlaban”. Los roles estereotipados binarios de ser mujer u hombre se expresan y afectan desde la niñez.

Y como dijimos muchas veces, las leyes ayudan pero no alcanzan; es necesario promoverlas y acabar con los obstáculos que sobreviven e impiden la plena implementación. Este es el caso que en Protagonistas se relata de Isha Escribano, que recibió el DNI 9.000 de cambio de identidad autopercibida. Demoró cincuenta años en asumir su verdadera identidad autopercibida, y debió luchar contra tabúes, críticas, pérdida de vínculos con amigos, familiares y conocidos por rechazo a su determinación. La entrevista evidencia que son decisiones difíciles de enfrentar, que en general se toman y transitan en soledad, lo que les genera gran dolor, tristeza e incluso ideas suicidas. Esto no lo remedia la ley sino la conducta de la sociedad, en la que deben primar el respeto y el reconocimiento del derecho a vivir sin discriminación.

Para terminar, una buena noticia: la Justicia tucumana sancionó al abusador de Lucía, niña de 11 años violada y embarazada por la pareja de su abuela, y a quien los servicios de salud públicos le negaron la ILE y le hicieron una microcesárea. Ahora la Justicia envió a prisión por 18 años al violador, también planteó la reparación para la niña y una serie de cambios en los servicios provinciales frente a la protección de las niñas y niños. Tal vez así el gobierno provincial adopta medidas y cambia. Esperemos, aunque no nos hacemos muchas ilusiones frente a un gobierno que viola sistemáticamente los derechos reproductivos.