COLUMNISTAS
semana convulsionada

Pista de skate

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Estados alterados. Los fundadores de Alternativa Federal, ejemplos de un tablero muy resbaloso. | gza. alternativa federal

Ejercitemos el recuerdo de los días más recientes, porque los sucesos de la semana se le borrarían de la cabeza incluso a Funes el memorioso, ese personaje de Borges que vivía bajo la tortura de recordarlo todo.

¿Nadie se baja? El domingo anterior, después de que CFK fuera instituida como candidata a vicepresidente por su escudero Alberto Fernández, la pregunta era: ¿quién se baja y quién sigue en pista? Se apuraron a borrarse Felipe Solá y Agustín Rossi, por convicción de que la vice candidata los dejaría fuera de juego o por temor a las represalias. Scioli, que siempre fue incombustible, no se bajó. Pidió una magna PASO contra el ajuste.

El lunes, Alberto Fernández ya había anotado a nueve gobernadores como granaderos suyos. De los nueve, seis habían militado en Alternativa Federal, donde quedan algunos austeros no fernandistas, imposible saber por cuánto tiempo, porque los pases, las conversiones, los miedos, las revelaciones pueden tocarle a cualquiera de los que están afuera del FFF (Frente Fernández y Fernández).

Alberto usó lenguaje de taberna, pero sus comparaciones fueron más moderadas que las de quienes hablaron de “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. Recurrió al fútbol: Cristina es Messi y él es un 9 que puede meter goles. Con modestia, se privó de decir que, además, es Pep Guardiola. También pasó en silencio que la ventaja de CFK sobre Messi es que ella tiene un piquito de oro. De la prosa de la candidata a vice no hablaré, porque en el apuro por publicar Sinceramente, nadie lo cepilló como se cepillan los libros de los grandes políticos para evitar banalidades.

Por otra parte, la comparación con una historia pasada no sirve, porque Cámpora fue un político de una lealtad insobornable y ofende su memoria mencionarlo como símil de Alberto Fernández. Además, Perón, valga el detalle, estaba proscripto por la dictadura, algo que no le sucede a Cristina, que tuvo suerte y nunca fue proscripta por un gobierno militar.

Suspenso aburrido. El martes los diarios publicaron las palabras de Alberto Fernández, que se había ido a Santa Cruz a dar unas conferencias. Aseguró que no es “un candidato testimonial” y que no descarta una PASO. Scioli ya se anota. No preguntó cuántos son. Las noticias trajeron algo que no es novedad: Alberto F y Massa no dejaron de conversar en este tiempo.
¿En cuál PASO se inscribirá Massa? No quiere ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. Quiere ser presidente y la iniciativa de Alberto Fernández se le anticipó. Mira de reojo los lugares posibles. En cualquier espacio tiene asegurada la candidatura probablemente ganadora a la gobernación. Pero busca una PASO presidencial. La ansiedad y la ambición juntas enloquecen la brújula. Solo valen por separado.
La falta de sustancia, de ideas y de programas que superen los ocho, nueve o diez puntitos que dieron vuelta por todos los despachos hace quince días convierte a la actualidad en un oxímoron: suspenso aburrido. Por eso,
para disipar la angustia y ponerle un poco de vibración cívica a la espera, Alberto Fernández se expresó con libertad de vocabulario en Twitter. No estarán en los manuales de oratoria, pero fueron muy creativas las variaciones que improvisó sobre uno de los insultos preferidos por los argentinos.

Lavagna sigue. El pasado lunes, para que no quedaran dudas, Lavagna insistió en que no participará en ninguna PASO de Alternativa Federal, como lo pide Schiaretti. Seguramente Lavagna es un gran tiempista, pero los que no son tiempistas temen que ya esté entrando un poco tarde. No basta con repetir que hay que escapar de la grieta. Esa metáfora es vieja y poco significa porque, más que grieta, las diferencias parecen una lisa pista de patinaje, donde Massa se mueve como un experto. Pide una PASO de Alternativa Federal y si la pide es porque pensó que podría ganarla.

Mas allá de nombres, la falta de sustancia y de ideas hace de la realidad un oximorón: suspenso aburrido

¿Alguien se enteró de que Lavagna presentó su candidatura en un aula de la Universidad del Salvador ante cien personas? La discreción es una virtud (sobre todo después muchos excesos), pero la exageración de una virtud puede convertirse en debilidad, cuando el muy próximo 22 de junio venza el plazo de presentación de listas de precandidatos.

Lavagna ratificó el miércoles su rechazo a participar en una PASO. Tiene una razón política, cuyo peso es mayor que otras: sus aliados son el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y Margarita Stolbizer. Esa sería su “tercera vía”. Schiaretti reiteró que Alternativa Federal llevará candidatos propios que surjan de una PASO. O sea que le insiste con la interna que Lavagna rechazó varias veces, tantas como para no asistir a una reunión cumbre de Alternativa Federal, donde estuvieron Schiaretti, Urtubey, Pichetto y Massa.

¿Sigo? Seguiré por si persiste algún lector o para no defraudar a los insultadores de las redes. Hacia el fin de la semana, Lavagna habló con Pichetto, se esfumó un poco su ofensa, y afirmó que volvería a conversar con Schiaretti. Aclaró que no tiene problemas con el Peronismo Federal, sino con el “amontonamiento de gente”.

De Reagan y Sinatra a Tinelli.  La famosa grieta parece una pista de skate. El jueves nos enteramos de que a Schiaretti se le ocurrió llenarla con “figuras que manifestaron su voluntad de construir”, como Daniel Scioli o Marcelo Tinelli. Por imprevisión, nadie agregó a Adrián Suar a la lista, ya que es un hombre hábil como pocos en su oficio y acostumbrado a trabajar con Tinelli.

Sugiero a algún lector interesado que consulte el camino de ascenso del ex actor Ronald Reagan: primero fue presidente de la poderosa asociación-sindicato de actores de Estados Unidos; afiliado al Partido Demócrata y luego, durante el resto de su vida, al Republicano; finalmente, dos veces gobernador de un estado como California antes de llegar a la Casa Blanca. Pese a su popularidad, Clint Eastwood se conformó con ser alcalde de Carmel, una pequeña ciudad de la costa oeste. Y Frank Sinatra, que no fue tan grande como Tinelli, pero tampoco revistaba en segunda, puso su esfuerzo y su famoso “clan” para apoyar a John Kennedy, sin aspirar a una candidatura. Argentina es un país generoso y los argentinos no nos tiramos a menos. Por eso Scioli hizo un rápido ascenso político y no hay razón para que Tinelli no se proponga bailar para realizar sus sueños.

Ifigenia en Gualeguaychú. Del lado de los radicales, durante toda la semana, el mendocino Cornejo impulsó un documento (no hecho público) donde se plantea “una nueva coalición de gobierno para construir una Argentina sana y previsible”. Les parece necesario sumar al Peronismo Federal y se nombra a Lavagna y a Massa.

En lo que concierne a Cambiemos (donde todavía está el partido radical), sugiere tomar en cuenta las mediciones donde María Eugenia Vidal suma más que Mauricio Macri. Se propone una nueva Comisión de Acción Política (Cornejo, Morales, Nosiglia). Piden condiciones de paridad para el futuro gobierno, condiciones incumplibles si siguiera Cambiemos.
También quisieran tirarle un lazo a Lavagna.

Auxiliar hoy a Cambiemos es realmente una empresa de perdedores y sería bueno que los radicales no cometieran un segundo Gualeguaychú, localidad donde, en 2015, se ofertaron a Macri. ¿Quieren volver a ser Ifigenia y sacrificarse para que sople el viento e impulse las naves de otros? Storani y Ricardo Alfonsín no están de acuerdo. Este lunes 27 se dice que el partido dará a conocer su documento.