El cirujano Lucio Obeide detalla qué es la hernia epigástrica que padece Martín Llaryora, cómo se realiza la cirugía, cuándo se indica la laparoscopía y qué cuidados tiene el posoperatorio.
El gobernador Martín Llaryora será intervenido este jueves de una hernia epigástrica, una cirugía programada y de bajo riesgo que se realiza de manera ambulatoria y que, en la mayoría de los casos, permite retomar la actividad habitual tras unos días de reposo.
En diálogo con After Office, Punto a Punto Radio (90.7), el médico cirujano Lucio Obeide, especialista en cirugía laparoscópica y jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Privado Universitario de Córdoba, explicó que se trata de una patología frecuente de la pared abdominal y describió cómo es la operación y la recuperación.
Martín Llaryora será operado este jueves: en qué consiste la cirugía de hernia abdominal
Qué es una hernia epigástrica
“Una hernia es la salida o la protrusión de un órgano o tejido del abdomen, principalmente, a través de una zona que congénitamente está débil de la pared abdominal”, definió Obeide. “Es como si se asomara una víscera por un agujerito o por una zona floja de los músculos del abdomen”, graficó.
Para hacerla más clara, el cirujano comparó la lesión con “las cubiertas viejas” de los autos, cuando se gastaba el caucho y “asomaba la cámara como un bubón”. “Eso es una hernia: el orificio del músculo sería lo del caucho y la cámara lo que protruye hacia afuera”, ilustró.
En el caso de la hernia epigástrica, el problema se ubica en la parte media y alta del abdomen. “Si dividimos el abdomen como si fuera una cuadrícula de ta-te-ti, serían los tres cuadraditos de arriba, el del medio, o sea la zona que nos ofrece la boca del estómago, el epigastrio”, explicó el especialista. En esa zona, un tendón que une los músculos rectos del abdomen puede presentar “pequeños orificios” por donde asoman tejidos internos.
Obeide remarcó que no hace falta levantar peso ni hacer esfuerzos intensos para que aparezca. “Uno puede estar toda su vida acostado y que se produzca una hernia”, indicó. Si bien un esfuerzo puede desencadenar el cuadro, se trata de “puntos que todas las personas tenemos desde el nacimiento más débiles que otras regiones”, como el ombligo o ciertas zonas de la pared abdominal.
Cómo es la cirugía y cuándo se usa la laparoscopía
Dentro de los servicios de cirugía general, la cirugía de la pared abdominal está entre las más habituales. “Junto con la cirugía de vesícula, la cirugía de hernias estaría en segundo lugar, sin contar algunas urgencias como apendicitis y otras cosas”, puntualizó.
Sobre la técnica, aclaró que lo que la gente suele llamar “láser” en realidad es cirugía laparoscópica: “La laparoscopía es como se opera la vesícula, con incisiones pequeñas, se pone una óptica y después se ponen todos los instrumentos por pequeños orificios”. Esta modalidad puede utilizarse en hernias epigástricas, pero “no siempre se justifica”.
“En nuestro servicio la hacemos bastante, más que todo en mujeres jóvenes, que aparte de tener esta hernia epigástrica tienen un componente estético y buscamos no hacer incisiones visibles”, comentó. En la mayoría de los casos, sin embargo, se opta por una pequeña incisión sobre la zona afectada.
“El contenido del abdomen se vuelve a introducir, se coloca una mallita, que es como un tejido especial, y luego se cierra con puntitos la parte muscular o tendinosa, lo que nosotros llamamos aponeurosis”, describió el cirujano sobre el procedimiento estándar.
En términos de duración, Obeide evitó fijar tiempos rígidos, pero dio una referencia: “En general, es una cirugía de un promedio de una horita”. De todos modos, subrayó que lo central es que el equipo quirúrgico “se tome el tiempo que haga falta para hacer una cirugía prolija y correcta”.
Recuperación y cuidados después de la operación
El especialista encuadró este tipo de intervención como cirugía mayor ambulatoria. “La gran mayoría de los casos se hacen ambulatorios”, señaló. La clasificación, aclaró, no tiene que ver con un mayor riesgo, sino con el tipo de anestesia y de procedimiento: se realiza con anestesia general, raquídea o peridural y, si todo evoluciona bien, el paciente vuelve a su casa el mismo día.
Solo en situaciones puntuales —hernia muy grande, enfermedades cardiovasculares o respiratorias de base, sangrado o dolor intenso tras la cirugía— puede requerirse que el paciente pase la noche internado para observación. “No hay dos pacientes iguales”, recordó Obeide, por lo que los equipos evalúan caso por caso en las primeras horas del posoperatorio.
En el caso de Llaryora, según se informó oficialmente, la intervención también será ambulatoria, con indicación de reposo estricto durante una semana y sin agenda pública, pero manteniendo tareas de gestión a distancia, en línea con los criterios que describen los especialistas para este tipo de cuadros.