Los que miran las elecciones en Córdoba fuera de los límites de la provincia mediterránea hablarán de la derrota de Mauricio Macri, mientras que otros, seguramente, le darán valor a Alternativa Federal como el tercer espacio para romper la grieta entre Cambiemos y el kirchnerismo.
Los cordobeses, una vez más, entenderemos cómo el alambrado perimetral que el peronismo local construyó en esta provincia hace dos décadas sigue sólido. Tal vez mucho más que hace algunos años y sin mostrar agujero alguno que permita una filtración que ponga en riesgo la continuidad del PJ, que llegará casi al cuarto de siglo en territorio mediterráneo.
La reelección de Juan Schiaretti por casi el 55% lo convierte en el más votado en lo que va del año en las elecciones provinciales; lo sienta en la mesa de Eduardo Angeloz y José Manuel de la Sota, los únicos cordobeses que tenían el récord de gobernar la provincia en tres ocasiones; y lo coloca en ‘modo armador’ para lo que viene.
Carrio pidió disculpas por "las metidas de pata" y reconoció: "En Cambiemos ganó la decencia"
En la vereda de enfrente se refleja la debilidad de un radicalismo fragmentado porque no ganó ninguno. El rendimiento de Mario Negri y Ramón Mestre en las urnas es tan pobre que ni siquiera les permite festejar el segundo puesto, deja huérfano el casillero de referente opositor; y no sólo eso: la interna radical -cordobesa y nacional- promete ser más cruda en los próximos días.
Volviendo a Schiaretti y el estandarte del ‘cordobesismo’, término que acuñó su fallecido socio De la Sota en los comicios de 2011 para graficar lo inexpugnable de la provincia, será interesante ahora ver cómo se acomoda el gobernador en el plano nacional.
A pesar de que en su propio discurso, el propio gobernador haya sostenido que “Córdoba no es una isla (frase de Angeloz), tampoco es el cordobesismo. Es el interior profundo que busca igualdad”.
Con respecto a la proyección nacional, desde mediados del 2018 una parte del entorno schiarettista trata de incentivar un lanzamiento presidencial. Posibilidad que empezó a barajarse incluso antes de la muerte de De la Sota que iba por el mismo objetivo. Y entre esos, los que alientan un intento por el lanzamiento a Casa Rosada está Guillermo Seita, dueño de Management & Fit, uno de los principales asesores que tiene Schiaretti y es además quien se mueve en los medios nacionales como hombre del gobernador con un dato no menor: fue quien prestó sus oficinas para la foto de bautismo del PJ Federal con la presencia a Pichetto, Urtubey y Massa.
A 700 kilómetros de ese anhelo, la mesa chica schiarettista descarta de plano esa posibilidad. “No lo va a hacer, ‘el Gringo’ se queda en Córdoba pero está fuerte para armar y acomodar las fichas a nivel nacional”, sintetiza un dirigente que habla a diario con el mandatario provincial y lo conoce.
Llaryora, candidato de Schiaretti por Córdoba Capital: "Este va a ser un triunfo histórico"
Por su parte, el gobernador reelecto en su discurso desde el búnker señaló en la noche del domingo 12 de mayo: “no habrá futuro de la República sin el peronismo; no habrá futuro para ese peronismo, si no es republicano”, un claro mensaje a esa parte del PJ que insiste con un acercamiento a Cristina Kirchner.
Un Schiaretti en ‘modo armador’ será clave para entender ahora qué puede pasar en el mapa nacional. Con un Macri que aspira a seguir contándolo como un aliado estratégico, el que le parte el PJ, lo acompaña en el Congreso y le aporta la cuota de gobernabilidad necesaria.
Del otro lado, desde el kirchnerismo, esperarán ver cómo navega Schiaretti las aguas del consenso antes de intentar un acercamiento. Después de eso, renovarán las esperanzas de algún canal de diálogo.