Dirigía Lunati. Antes de que arrancara el torneo, Pablo Lunati era uno de los árbitros más respetados o de más espalda del fútbol argentino. El 18 de marzo dirigió Arsenal-San Martín de San Juan por la sexta fecha. El equipo de los Grondona ganó 3-2; inesperadamente, fue el último partido con Lunati en una cancha. ¿Qué fue lo que ocurrió? Una investigación de la AFIP por enriquecimiento ilícito lo dejó en posición adelantada y desde la AFA le sacaron roja directa.
Boca, Vélez y Racing, favoritos. Primera fecha del Torneo Final. Como de costumbre, el tema pasó por aventurarse en los candidatos al título. En ese juego de pronósticos, el ranking lo lideró Boca, el Boca de Bianchi, el Boca de Román. Sin embargo, el Xeneize hizo una campaña inversa: acumuló 13 partidos sin ganar, en la peor racha histórica del club. Es más: con una fecha por jugar, todavía podría quedar último. Otro que aparecía con chances era Vélez, pero también se frustró: tiene los mismos puntos que Boca, apenas dos por encima de Argentinos, que cierra la tabla. El tercero que cerraba el podio de candidatos era Racing, pero perdió algunos partidos que no debía y resignó oportunidades. Al final, los de La Academia se tuvieron que conformar con el descenso de Independiente.
Llegaban refuerzos premium. Los refuerzos de principio de año animaban un entusiasmo que ahora, cuatro meses después, fue evidente que resultó desmedido. Gago en Vélez parecía el broche de oro para un equipazo; Martínez, en Boca, era el socio ideal de Silva; Montenegro volvió al Rojo para poner su experiencia al servicio de la permanencia, y Bolatti, en Racing, iba a volver a brillar como en Huracán. Nada ocurrió.
Migliore atajaba en San Lorenzo. Aun con sus limitciones, Pablo Migliore era el arquero titular de San Lorenzo, pero una investigación judicial lo vinculó con Maxi Mazzaro, el segundo de la barra de Boca que por entonces estaba prófugo. Al final, el arquero estuvo cuarenta días preso, pagó una fianza de 500 mil pesos y fue transferido al Dinamo Zagreb, de Croacia.
Independiente estaba en la A. Si bien arrancó complicado, qué hincha no soñó con una campaña que engrosara el promedio y lograra la salvación. Pero las cosas fallaron: la campaña de Gallego fue mala, y la llegada de Brindisi arrancó bien pero después se cayó. Otro grande bajó por primera vez a la B Nacional.
David era el Rey. Era la cara de River y del Torneo Final. Jugó seis fechas y todo se derrumbó: tuvo que ser operado de la rodilla izquierda y desde entonces no volvió a las canchas. Hace algo más de un mes volvió a pisar el césped para comenzar la rehabilitación. Se especuló con su retiro, David estará disponible para el Inicial.
Argentinos tenía hombres de oficio. Cinco derrotas consecutivas fueron demasiado. Los números del promedio adelgazaban fecha a fecha, algo había que hacer. En Argentinos, entonces, tomaron una medida drástica: separaron a Diego Placente, Ariel Garcé y Aníbal Matellán, los referentes del plantel. Al final, sin los jugadores más experimentados, el equipo de Caruso Lombardi ganó dos, empató otros dos y le dio aire para ilusionarse con seguir en Primera.
Había otros técnicos. Son un clásico: técnicos que deben abandonar los clubes porque los resultados no lo acompañan. El primero que voló fue Gabriel Schurrer, de Argentinos, después de tres partidos. Dos fechas después, el que se quedó sin trabajo fue Gabriel Perrone, de San Martín de San Juan. Y los siguieron Roberto Sensini, de Colón; Diego Cagna, de Estudiantes, y el Tolo Gallego, de Independiente.
Violencia eterna. Otra vez la locura: un barra de Lanús fue asesinado por un policía mientras se disputaba el partido que el Granate perdía 2-0 con Estudiantes en La Plata. El disparo del uniformado con una bala de goma terminó con la vida de Javier Jerez, de 38 años. Otro caso: el hincha de Vélez que apareció muerto en la herrería del Amalfitani.
La prensa vendía... El derrumbe de Argentinos provocó rumores, versiones y demás pavadas. Se llegó a decir que Luis Segura, el presidente del Bicho, había vendido el descenso para que zafara Independiente. El tema tomó tanta fuerza en las redes sociales que llegó a la tapa del diario Olé. ¿Un rumor sin el más mínimo asidero es la nota de tapa del único diario deportivo del país? Bueno, Olé ha hecho cosas peores.