ECONOMIA
la negociación por la deuda

Ante la vuelta del FMI en campaña, Massa busca armar un puente con yuanes para evitar presiones

Tras el acuerdo alcanzado en agosto, el directorio del Fondo Monetario Internacional había resuelto tomar distancia del proceso electoral argentino y prepararse para la nueva etapa de negociaciones con el futuro gobierno. Sin embargo, el board se reunió informalmente después de las elecciones de octubre y puso en duda el desembolso de US$ 3.300 millones que necesita el país para pagar vencimientos, por el incumplimiento de las metas. El Ministerio de Economía armó un colchón con el swap chino como salvavidas, hasta que llegue la liquidación de la cosecha gruesa del campo.

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Manos. Sergio Massa en su rol de ministro de Economía, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. | NA

El retorno del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la agenda urgente del ministro Sergio Massa, en la última semana de la campaña electoral antes del balotaje, rompió el escenario pactado de antemano. El board del organismo financiero mundial había decidido salirse de la coyuntura argentina y fortalecer su postura para una nueva negociación con el próximo presidente electo, pero hubo un ruido que disparó el cambio de postura. Lejos de victimizarse, el candidato oficialista está decidido a intentar utilizarlo a su favor.

“El acuerdo que se realizó después de las PASO, que no fue el más deseado, sirvió para salir de la agenda de la Argentina hasta después de las elecciones”, admitió una fuente del FMI, según pudo saber PERFIL, días después del desembolso, producto de la aprobación de las metas del segundo y tercer trimestre. Pero ese pacto se quebró. Algunas fuentes señalan al anuncio de Massa de una investigación del organismo por el uso de los fondos del préstamo otorgado al gobierno de Mauricio Macri. Otros creen que el malestar ya estaba instalado de antemano.

“La investigación de la Oficina de Evaluación Independiente es algo que ya se conocía y trasciende al programa argentino y está vinculado con el uso del acceso excepcional para todo lo que sea más del 200% de la cuota”, aclaró Héctor Torres, un exrepresentante argentino ante el FMI, en diálogo con PERFIL. También sostuvo que “está usándose mal” el programa, “porque la cuota no aumenta como la nominalidad de la economía y, por ende, las necesidades financieras que tienen los países”. “Por eso hay cada vez más programas excepcionales, lo que indica que el programa excepcional es cada vez menos excepcional”, enfatizó.

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Según fuentes citadas por la agencia Reuters, en el Fondo no hay fecha en la agenda para el análisis de las metas de la séptima revisión que debe realizar, misión de por medio, para concluir con la asistencia financiera para el repago de la deuda. Un repaso fugaz muestra que la administración nacional quedó lejos de alcanzar los parámetros establecidos en el acuerdo, con reservas internacionales en crisis y un aumento del gasto público. Allí radican las principales tensiones del FMI con Massa.

El ministro y candidato tiene en mente poner al Fondo Monetario como uno de los tópicos de su campaña en la última semana antes del balotaje. La mala imagen que el organismo multilateral de crédito tiene en el país, por la asociación a las crisis económicas contemporáneas, le permitirá distanciarse de los reclamos de ajuste fiscal, devaluación y derrumbe de la actividad económica, por cierre de importaciones para la producción nacional, que el organismo le reclamó en las últimas negociaciones. En el FMI lo sabían y, por eso, se habían corrido del centro de la escena. “Queremos tomarnos unas vacaciones de la Argentina, pero siempre somos noticia”, se lamentaron en Washington.

El retorno del FMI al contexto electoral deberá ser sopesado por Massa. Sucede que, si bien refuerza su vínculo con el sector del kirchnerismo más duro, podría generar ruidos entre los votantes de centro y de derecha que votaron a Juntos por el Cambio en las elecciones generales, y que ahora podrían elegir por Unión por la Patria. Ese análisis está en la mesa de campaña del Frente Renovador, que tiene poder de armar la agenda de consenso interno.

El candidato oficialista logró alinear a la industria y a la construcción en la carrera de respaldos electorales. El jueves próximo, almorzará con los integrantes del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), en donde están la UIA y Camarco. Además de escuchar la promesa de profundización del plan productivo, los empresarios esperan que el futuro financiero del país esté despejado, en términos de relaciones con el mundo. No quieren más cortocircuitos, como los que generó la multiplicación de la deuda comercial del sector privado, ante la falta de dólares para pagar los insumos.

“Entre diciembre y febrero el Tesoro deberá afrontar vencimientos en moneda extranjera por más de US$ 6.200 M: US$ 3.700 M con el FMI, más de 1.500 millones correspondientes a títulos públicos (cerca de la mitad en manos del sector público) y US$ 1.000 millones con otros organismos internacionales y el Club de París. Haciendo zoom en la deuda en moneda externa, entre 2024 y 2026 el Gobierno debe afrontar vencimientos por más de US$ 53.000 millones (excluyendo Letras Intransferibles, Letras en Garantía y Avales), es decir, más de US$ 17.800 millones en promedio por año”, sostuvo el último informe de la consultora Ecolatina.

La clave es el acuerdo con el FMI, porque liberaría los US$ 3.300 millones pactados para lo que resta del año. Sin embargo, fuentes del Palacio de Hacienda consultadas por este medio confirmaron que Massa utilizará el grueso de los yuanes que le habilitó la renovación ampliada del swap con China para evitar nuevas presiones del Fondo, hasta la espera del ingreso de dólares frescos, producto de la cosecha gruesa, que comenzarán a llegar en el verano.

Por eso hubo una baja utilización de yuanes por parte del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario.

“A pesar de la reciente ampliación del swap con China por unos US$ 6.500 millones a mediados de octubre, los yuanes negociados en el mercado abierto electrónico (MAE) se encuentran en su menor nivel de 2023, rozando los US$ 5 millones diarios. Esta cifra se ubica muy por debajo de los picos próximos a US$ 60 millones diarios registrados en los meses de junio y julio”, señaló Ecolatina.