En tiempo de descuento para las negociaciones que se llevarán adelante en los próximos días entre el gobierno nacional y los representantes de los fondos buitre para poner un punto final a la disputa legal, las versiones de la intervención de Goldman Sachs como articulador de un posible acuerdo van madurando entre los actores del sector financiero.
Fuentes de la banca de inversión local señalaron que ya hubo reuniones en Buenos Aires la semana pasada entre el gigante de las finanzas con abogados del fondo Elliot. Operadores del mercado internacional consideraron que Goldman sería el interlocutor más indicado. Según señalaron, tiene jugadores importantes con experiencia: Richard McNeal, actual jefe de Mercados de capitales de deuda de Latinoamerica de la firma es señalado como “una eminencia en temas de deuda” y goza de buena reputación entre sus pares. El equipo del banco también está integrado por Ricardo Mora, jefe de Ventas de Mercados Emergentes, definido como “el vendedor con mejores relaciones con los fondos buitre y hedge fund en todo Wall Street”, disparó una fuente desde Nueva York.
Completa la nómina Agostina Pechi que cubre específicamente a la Argentina –antes trabajaba en Credit Suisse–, y sus pares aseguran que tiene un perfil agresivo y gran habilidad de moverse en escenarios complejos. Este medio intentó dialogar con Pechi quien se excusó de hacer declaraciones. Desde el Ministerio de Economía, en tanto, sólo se limitaron a decir que durante el viernes y ayer, el equipo económico y legal está trabajando en una propuesta, y que una vez que se defina se viajará a Nueva York de un momento a otro.
No es la primera vez que Goldman Sachs se ofrece como “aliviador” de las finanzas argentinas. Ya circuló el rumor de que activaría un préstamo para las reservas del BCRA (Repo), pero luego fue desmentido por las autoridades.
Entre las posibles propuestas que el gobierno argentino ofrecería a los buitres para terminar con el litigio, se espera que, tal como mencionó la presidenta Cristina Kirchner en su discurso en Rosario el viernes, se oferte un pago en bonos de largo plazo, que sería homologado por el juez Thomas Griesa. Se pediría además que rija la cautelar para no pagar del bono Discount el 30 de junio por US$ 900 millones.
US$ 7 mil millones en juego
Las expectativas sobre una resolución con los buitres son grandes y no es para menos. Según estimó el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, están en juego cerca de US$ 7 mil millones de ingresos de organismos multilaterales que hasta el momento no fueron materializados con el Banco Mundial, ExIm Banks y el Consejo Asesor de Comercio Exterior y la “caída de líneas de comercio exterior”.
Para Marcelo Blanco, experto en reestructuraciones de deuda, las palabras de la Presidenta el pasado viernes “fueron muy prudentes y de tono conciliador”. “Es un problema que tiene solución y que dará grandes beneficios en términos de acceso al mercado con tasas de interés más bajas (posiblemente 8%), que podrían representar un ahorro de US$ 800 millones anuales”. El especialista destacó además, que el país entaría en un círculo virtuoso de inversiones.