Luego de que Donald Trump anunciara que Estados Unidos podría comprar más carne vacuna argentina, la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, confirmó que “no será mucha”. La funcionaria explicó que la importación será menor a lo esperado debido a un supuesto “problema de aftosa”, aunque Argentina es un país libre de la enfermedad.
En una entrevista con la cadena CNBC, Rollins se refirió a los cambios impulsados por Robert Kennedy, secretario de Salud, en las pautas dietarias para “hacer a Estados Unidos sano de nuevo” mediante un mayor consumo de proteínas. “Tenemos que asegurarnos de que tenemos la producción para poder alinearnos con eso. Así que sí, el Presidente ha dicho que está en conversaciones con Argentina”, expresó.
Cuánto cambiará el mercado de carne argentino tras los anuncios de Donald Trump
En ese sentido, la funcionaria hizo referencia a las declaraciones de Trump, quien aseguró esta semana que EE.UU. podría importar carne argentina para reducir los precios internos. “Creo que escucharemos más sobre eso en los próximos días, pero como parte de nuestras 12 millones de toneladas métricas de producción, no será mucha”, sostuvo Rollins.
Los dichos de la secretaria surgen en medio de la expectativa argentina por la confirmación de un acuerdo comercial, que el Gobierno asegura será anunciado en los próximos días. La negociación incluiría un aumento de la cuota de importación de carne argentina a EE.UU., de 20.000 a 70.000 toneladas anuales. Al cupo se le quitaría el arancel del 26,4% actual, aunque se mantendría el adicional del 10% fijado en agosto pasado.
En la misma línea, fuentes del Departamento de Agricultura citadas por CNBC indicaron que los equipos técnicos de Argentina y Estados Unidos trabajan en protocolos sanitarios y de trazabilidad antes de autorizar nuevos cupos.

Sin embargo, Rollins puso en duda la posibilidad de ampliar las importaciones de carne argentina, al considerar que el país “está enfrentando un problema de fiebre aftosa”. “En el Departamento de Agricultura tenemos que garantizar que nuestra industria ganadera esté segura. Es un mercado muy complejo y queremos asegurar un buen futuro para nuestros productores”, agregó la secretaria estadounidense.
Las declaraciones de Rollins contradicen el estado sanitario oficial de Argentina, reconocida como libre de fiebre aftosa. En junio de este año, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ratificó esa condición mediante un nuevo certificado.
Al mismo tiempo, desde la Sociedad Rural Argentina (SRA) advirtieron este mes sobre la fuerte caída en la cantidad de ganado vacunado contra la fiebre aftosa. “Desde 2023 a la fecha, hemos vacunado 3,3 millones de cabezas menos. Es decir, el stock argentino se viene reduciendo para poder sostener una faena alta que abastezca al consumidor local y a la demanda global”, explicó a Canal E Andrés Costamagna, titular de la entidad.
En junio pasado, un decreto firmado por Federico Sturzenegger y Javier Milei habilitó el ingreso de material reproductivo, carnes y productos cárnicos de animales susceptibles a la fiebre aftosa a la Patagonia. Ante esa medida, Chile decidió suspender temporalmente la importación de carne argentina, aunque la semana pasada rehabilitó el ingreso tras declarar a la región patagónica “zona libre de fiebre aftosa sin vacunación”.
El sector ganadero de EE.UU., aliado de Trump, rechazó el ingreso de más carne argentina
El sector ganadero de Estados Unidos, que apoya mayoritariamente a Donald Trump, expresó su rechazo al posible aumento del ingreso de carne argentina al país.
Bill Bullard, director ejecutivo de R-CALF USA, una de las asociaciones ganaderas más importantes, advirtió que importar más carne vacuna sería una solución a corto plazo, pero perjudicial para la salud a largo plazo de la industria.
“Instamos al presidente a proteger a la industria nacional de las importaciones que deprimen los precios de manera excesiva, para que nuestro sector pueda reconstruirse y expandirse para satisfacer el consumo interno”, sostuvo Bullard.
El dirigente agregó que “intentar reducir los precios internos de la carne simplemente invitando a más importaciones exacerbó y acelerará el desmantelamiento en curso de la cadena de suministro nacional de carne”.
TV/LT