Tras el estallido de las denuncias de corrupción sobre el empresario Lázaro Báez y sus vínculos con el Gobierno nacional, la puesta en marcha de la obra para construir el megacomplejo hidroeléctrico Néstor Kirchner-Jorge Cepernic en el sur se transformó en un caso testigo sobre el futuro de los negocios entre el sector privado y el Estado.
Con varios meses de demora, el Ministerio de Planificación dio a conocer a fines de mayo una actualización de las empresas que siguen en carrera, tras la apertura de las ofertas técnicas presentadas por los participantes. Y hubo una sorpresa que sacudió la escena: el empresario Cristóbal López, amigo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, quedó fuera de juego por cuestiones administrativas. Es una noticia que se conoce luego de que el dueño de Casino Club, Oil Combustibles y medios como C5N se quedara también a las puertas de comprar la brasileña Petrobras, y mientras intenta tejer un acuerdo con el conductor y empresario de TV Marcelo Tinelli. En los últimos meses, además, López ha contribuido a pagar los sueldos en la productora Ideas del Sur, adelantando dinero de un contrato publicitario que tiene con el hombre de Bolívar.
La comisión encargada de la licitación de la ex represa Condor Cliff-La Barrancosa descalificó al consorcio integrado por Comercial del Plata Constructora, de López, junto a la constructora José Cartellone y Rovella Carranza SA, junto a la coreana Hyundai y la brasileña OAS. “El último día, cuando había que presentar el plan de financiamiento, el consorcio pidió una prórroga, y no se le otorgó, ya que el resto había cumplido con el requisito”, detallaron fuentes al tanto de la licitación.
El revés para el empresario resultó llamativo y coincide con una mayor expansión internacional de su rama de negocios vinculada al juego. Según reveló PERFIL en ediciones pasadas, ya desembarcó en Miami, donde controla el casino Dania Jai Alai, y planea constuir otro en la Florida, donde adquirió ya un gimnasio para remodelar, en una zona donde están habilitadas las apuestas.
Pelea. La salida de López, en tanto, sin embargo, no deja la obra del mayor proyecto energético de los últimos veinte años, valuado en más de $ 24 mil millones, sin contendientes con buena llegada a la Casa Rosada. De hecho, hasta Báez, en la mira de la Justicia por presunto lavado de dinero, sigue en juego. Los cuatro grupos preclasificados son:
- El que forman Austral Construcciones, de Lázaro Báez, más Iecsa, la firma que el padre de Mauricio Macri vendió a su sobrino Angel Calcaterra, más Chediack SA y Esuco SA, junto a la empresa china Sinohydro.
- El conformado por las empresas locales Electroingeniería, de Gerardo Ferreira y Osvaldo Acosta, que controla también medios y el 25% de Transener, más Hidrocuyo SA, junto con la china Gezhouba Group.
- La Unión Transitoria de Empresas entre Impsa, de la familia de Enrique Pescarmona, la brasileña Odebrecht y Alston Brasil Energía.
- El holding por Helport SA, del Grupo Eurnekian, con Panedile SA, Eleprint SA e Hidroeléctrica Ameghino SA, junto a la española Isolux.
Si bien estaba previsto que hace unos días se anunciara una orden de mérito entre las empresas en función de la fortaleza de sus propuestas técnicas, a último momento la cartera que dirige Julio De Vido evitó armar una grilla. Sólo dio a conocer a los cuatro consorcios que continúan en la licitación. “Las propuestas técnicas son todas muy similares, por lo que se decidió no hacer un orden de prelación”, indicó un colaborador del ministro.
Se estima que a mediados de junio se abrirán las ofertas económicas, que serán determinantes para conocer al ganador de la obra. “Aun así, aún no se estableció una fecha específica”, advirtió un funcionario provincial. En el mercado apuestan a que los hombres con buena llegada al Gobierno y financiamiento chino son los que corren con más ventaja. “Liquidez asiática con apalancamiento doméstico”, resumen la estrategia que podría ganar la puja por el complejo sobre el río Santa Cruz. Es la tercera vez que se licitan las dos represas, que aportarán 1.740 megawatts (MW) de energía. En el proceso iniciado en 2008 fueron preadjudicadas a una UTE liderada por Impsa, decisión luego anulada. La obra tenía un costo de $ 16 mil millones. Hoy está valuada en $ 24.358 millones.