Los alimentos aumentaron dos dígitos y acumularon 41,2% desde enero de este año
Los precios de los alimentos y bebidas aumentaron 10,1% en abril de acuerdo cond atos oficiales. Esto es 9,2 puntos porcentuales por encima del promedio general de la inflación, lom mismo que ya ocurrió en otros meses pero nunca tuvo dos dígitos. PERFIL lo había adelnatdo en su edición del 15 de abril. Desde enero la canasta alimentaria se movió a mun ritmo que se intensifica semana a semana. Preocupación por lo que pasa en mayo.
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Alimentos y bebidas registró una suba del 10,1% en el cuarto mes del año, es la primera vez que el rubro se ubicó en los dos dígitos desde abril del 2022 cuando se colocó en el orden del 13,2%, tal como advirtió PERFIL en su edición del sábado 15 de abril.
Para esa fecha las consultoras marcaban que el rubro tuvo un aumento entre 5,5% y 5,9% en lo que iba del mes y a pesar de que las remarcaciones fuertes se realizan en las primeras dos semanas, esas estimaciones se realizaron antes de los movimientos del dólar blue, que rozó los $500, y tras darse a conocer el 7,7% de inflación de marzo, que superó todas las proyecciones previas. Cabe recordar que en las últimas dos mediciones mensuales, los alimentos bordearon los dos dígitos y que finalmente se ubicó en ese orden en el reciente dato del IPC de abril.
Respecto al número que se conoció ayer, fue la cuarta suba consecutiva que los alimentos corren por encima del índice general y se encienden las alarmas por su impacto en los indicadores sociales porque ya no basta que los ingresos de las personas, aunque sea con cierto rezago, se ubiquen en torno de la inflación si las canasta que miden la pobreza e indigencia se colocan por arriba de las suba de precios general.
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Así, el rubro registró un poco por arriba de las estimaciones de las consultoras privadas marcadas para el cuarto mes del año. De esta manera, acumuló 41,2% en lo que va del año y 115% de manera interanual.
Al interior de la división, impactó la suba de Carnes y derivados, y de Verduras, tubérculos y legumbres, seguidas por Leche, productos lácteos y huevos; y finalmente Pan y Cereales.
El impacto de la gripe aviar, se hizo sentir en el precio del pollo entero que registró un aumento del 26,4%. En tanto que los huevos frescos por docena aumentaron un 20,8% solo en el mes de abril.
El producto que más subió en el mes de la canasta básica fue el tomate redondo por kilo, que, de marzo a abril, aumentó un 63,4 % y la lechuga un 8,9%. Por el lado de la fruta, la naranja encabezó las remarcaciones con 19,8% de aumento.
Otros productos básicos de la canasta y que se usan cotidianamente han exteriorizado aumentos importantes. El azúcar, elemento esencial, aumentó 21,1%, la manteca 12,2% y los quesos cremosos y pategrás un 10,8% y 10,1% respectivamente.
Otros ítems que traicionaron la inflación para arriba fueron Prendas de vestir y Calzado con 10,8%, la división de mayor aumento en el mes, Restaurantes y Hoteles 9,9% y también se destacó la suba en Equipamiento y Mantenimiento del hogar con 8,6%.
Así, el nivel general del índice de precios al consumidor se ubicó en 8,4% y acumuló 32% en los primeros cuatros mes del año, más de la mitad proyectada por el Gobierno para todo el 2023. De manera interanual se llegó al 108,8%.En lo que va de mayo, la inercia inflacionaria no cesa a pesar de atenuarse el impacto de la corrida cambiaria. Algunas estimaciones muestran un alto nivel de inflación y se está a la expectativa de lo que pueda ocurrir los próximos días en el mercado cambiario tras conocerse el número de abril, tal como ocurrió cuando se difundió el dato de marzo del 7,7% en el mes pasado y desencadenó que el tipo de cambio alcanzó los $497, aunque luego bajó, y las posteriores remarcaciones e impactó, sobre todo, en alimentos y bebidas. El temor y la incertidumbre de que pueda ocurrir esto nuevamente.
“El argumento del gobierno de que la inflación y la suba en los alimentos se debe a la sequía la verdad es que no tiene ningún asidero. Eso queda claro cuando ves que en el mundo los precios de los alimentos está bajando y no sube desde hace muchos meses. Es más, en todo el mundo está bajando en todos los rubros, incluso en todos los países de alrededor que también sufrieron la sequía”, sostuvo a PERFIL Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso.
Y continuó: “los alimentos son algo que se comercializa con precios internacionales, el problema que estamos teniendo en la Argentina es que el peso se está destruyendo en su valor y en uno de los lugares donde más se está observando es en alimentos y bebidas”.
En la misma línea, María Castiglioni, economista de C&T, sumó en diálogo con este medio que “la sequía por ahí en algunas frutas y verduras sobre todo se vió el efecto, pero sacando eso te diría que hay un montón de rubros que están aumentando por arriba del índice general”.
“Tenés una gran cantidad de precios de la economía que en realidad no están aumentando por estos factores como la falta de lluvia y la corrida cambiaria, que pueden haber agregado algo puntualmente pero no me parece que sean de alto significativo en el caso de la sequía”, remarcó Castiglioni.
La inflación va a ser difícil que baje de estos escalones destacaron los especialistas, pero el Gobierno busca evitar un salto abrupto del tipo de cambio oficial y con eso una nueva crisis que sume más leña al fuego y empuje aún más la inercia inflacionaria.
Volviendo a la inflación en alimentos, un ranking ubica a la argentina en el segundo lugar con mayor incremento en este grupo en el mundo y según un informe de la UBA la proyección del rubro se encuentra casi el 200% anual.
En ese sentido, desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios aseguraron a este medio que la inflación en Alimentos y Bebidas no es ajena a la inercia inflacionaria. Los factores que han provocado un aumento del precio de los alimentos son múltiples, al igual que sucede en todas las industrias del país.
“Desde COPAL aclaramos que la industria de alimentos y bebidas no se encuentra exenta de los aumentos de costos de materias primas, insumos, costos laborales, logísticos y de servicios, entre otros, sumado a la presión financiera que enfrentan todos los sectores ante la escasez de divisas y la administración del acceso al mercado cambiario para hacer frente a compromisos comerciales”, expresaron.
Y agregaron: “Asimismo, las inclemencias climáticas y meteorológicas, tales como sequías extremas, heladas y granizo, impactan significativamente en la producción y la capacidad productiva agroindustrial, lo cual lleva a que se produzca una distorsión de los precios por la propia afectación de la materia prima”.
