ESPECTACULOS
anssi karttunen

“El tango es una música múltiple”

El intérprete, que se presenta en el Centro de Experimentación del Teatro Colón, compara el 2x4 en Finlandia y en Argentina. Elogia su instrumento, el chelo.

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Multi. Casado con una venezolana, Karttunen le pondrá música a coreografías de Diana Theocharidis. | Parpagnoli/Von Braun
El narrador de El otro cielo, de Julio Cortázar, en Todos los fuegos el fuego, cruza el tiempo y el espacio, y vive entre un pasado y el presente que lo llevan de la Galerie Vivienne, en París, al Pasaje Güemes, en Buenos Aires. Reconoce: “Casi siempre, mi paseo terminaba en el barrio de las galerías cubiertas, quizá porque los pasajes y las galerías han sido mi patria secreta desde siempre”. Ese universo de elegancia y decadencia es el territorio fantástico de la acción, descripto como “ese falso cielo de estucos y claraboyas sucias, esa noche artificial que ignoraba la estupidez del día y del sol ahí afuera”. Y ése es el puntapié para el título y el contenido del espectáculo Un cielo y el otro, que se verá, del 13 al 16 de octubre, en el Centro de Experimentación del Teatro Colón. En ese reducto subterráneo del principal coliseo porteño, coincidirán, en una propuesta multidisciplinaria, partituras del compositor francés Pascal Dusapin, la interpretación del violonchelista finlandés Anssi Karttunen y del pianista inglés Nicolas Hodges, y la coreografía de la argentina Diana Theocharidis, para los bailarines Alina Marinelli y Andrés Rosso, en vivo, y para la fulgurante argentina, estrella de la Opera de París, Ludmila Pagliero, quien aparecerá en una filmación.
Para adelantar Un cielo y el otro, Karttunen, violonchelista nacido en Helsinki, con base en París, pero solicitado por las orquestas de todo el mundo, cuenta, en su claro español –idioma aprendido junto a su esposa venezolana, la artista plástica Muriel von Braun–: “Diana y yo hemos caminado por estos dos mundos, dos galerías. Es el quinto proyecto que hacemos juntos, y trabajamos yo en París, ella en Buenos Aires. Estamos todo el tiempo entre las dos ciudades”.
—Tiene un vínculo con Buenos Aires y también, específicamente, una conexión musical a través del tango…
—Sí, hay que saber que en Finlandia, mi país, también tenemos un tango. Tango finlandés. Buenos Aires es una ciudad múltiple; de igual modo, el tango es una música múltiple. Para entender el tango finlandés e imaginar cuál es la diferencia con el tango argentino, hay que conocer la personalidad del pueblo finlandés. Tenemos las mismas pasiones, tristezas y nostalgias, pero el tango finlandés es menos demostrativo, más interno. Hay cosas que no se dicen; la pasión queda en el interior. Como en Finlandia el bandoneón no existe, es reemplazado por el acordeón; los demás instrumentos son más o menos iguales. Y hay pocas cantantes mujeres.
—¿Cómo es tu percepción del violonchelo? ¿Cómo describirías este instrumento?
—Toco el violonchelo desde que tenía cinco años; el violonchelo es mi vida; es el instrumento que más se parece a la voz humana, tiene como los mismos registros. Además, hay algo muy humano en el chelo, porque es un instrumento que tú tienes que abrazar para tocar.