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Filme sobre el genocidio armenio en la Berlinale

Los hermanos Paolo y Vittorio Taviani presentaron hoy, en la Berlinale, su nueva película que refleja la masacre a manos de los turcos en 1915. Se trata de la primera ficción sobre el tema, considerado el primer Holocausto.

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Berlín – Los hermanos Paolo y Vittorio Taviani presentaron hoy en la Berlinale La granja de las alondras (La Masseria delle Allodole), primera película de ficción que evoca la masacre de los armenios a manos de los turcos en 1915, considerada por gran parte de los historiadores como el primer genocidio del siglo pasado.

La película, basada en la novela de la profesora de literatura Antonia Arslan, una italiana de origen armenio que narra las vicisitudes de su familia, La Masseria delle Allondole, de 122 minutos, fue exhibida en la sección Especial de la Berlinale y estremeció a los espectadores que presenciaron la obra.

Entre los actores elegidos por los hermanos Taviani para representar el filme figuran la española Paz Vega, en el rol de la bella Nunik Avakian, hija de una familia burguesa armenia, y un joven oficial turco (el actor alemán Moritz Bleibtreu) dispuesto a desertar para casarse con ella.

Pero la Primera Guerra Mundial es inminente y el estado mayor del ejército otomano, confrontado a pérdidas considerables, decide revigorizar el orgullo nacional y limpiar el país de espías y traidores. Las chivos expiatorios son encontrados muy rápidamente: los armenios, que “son detenidos en todas partes, en sus casas, escuelas, hospitales” a fin de confiscar todos sus bienes, los que serán distribuidos por partes iguales entre el Estado y las familias turcas.

Los hombres serán abatidos en los campos "por sorpresa", mientras que las mujeres y sus hijos serán "deportados", marchando hacia una muerte segura. Una vez dada la orden, la caballería llegada desde Estambul irrumpió en la finca de los Avakian, donde se encontraban refugiados numerosos armenios.

Alfanje en mano, las tropas decapitan, mutilan o castran a todo individuo del sexo masculino, entre ellos numerosos niños, arrancados de los brazos de sus madres. Desgarrado por tener que decidir entre su honor militar y su amistad con la familia, el coronel Arkan (encarnado por el actor francés André Dussolier) ejecuta la órdenes.

Conforme al plan, las mujeres y las hijas parten hacia Alepo (hoy Siria) a pie, cruelmente maltratadas por los soldados que las dejan morir de hambre, las violan noche a noche, y las crucifican o queman vivas si intentan escapar. “Todas las escenas están fundadas históricamente, incluso las más crueles, no quisimos ocultarlas”, declaró Vittorio Taviani, uno de los realizadores, de 78 años, en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel.

"No hablamos de genocidio. Si fue un genocidio tendrán que decidirlo los historiadores”, agrega su hermano Paolo. “Hablamos de tragedia, no es una película documental, no procuramos defender una tesis u otra”. En opinión de los autores, cuyos filmes se basan en una rigurosa reflexión política e histórica –como es el caso de Los subversivos (1967) o Bajo el signo del escorpión (1969)– La granja de las alondras muestra sin velos una “masacre de inocentes”.