Los niños actores son una de las partes más jugosas y polémicas del séptimo arte. Han estado en el centro del debate desde el principio, cuando a los chicos se los trataba como animales. Sobran anécdotas como la de Enzo Staiola, el protagonista de siete años de Ladrón de bicicletas, a quien le apretaban la mano para que llorase y le mostraban una torta para que sonriera.
Ahora llega un nuevo capítulo en esta historia, más precisamente en la que comparten los niños con los premios de la Academia. Quvenzhané Wallis, una nena de nueve años que vive con su mamá maestra y su papá camionero en Houma, Louisiana, una de las zonas más pobres de Estados Unidos, se convirtió en la persona más joven en tener una nominación como mejor actriz principal por La niña del sur salvaje.
Sus compañeras de terna son Jennifer Lawrence, Jessica Chastain –la favorita esta vez–, Naomi Watts y Emanuelle Riva, que le lleva 76 años. Si triunfa, será, además, la más joven en ganar un Oscar en cualquier categoría, título que desde 1974 tiene Tatum O’Neal por su labor en Luna de papel.