"Kika es una persona increíble. Siempre que tengo algo para contar, a la primera que recurro es a ella", dice, sin vueltas, cuando se le pregunta por su abuela, Susana Giménez. Lucía Celasco tiene 16 años y un rostro casi famoso. El "casi" se debe a que durante todo este tiempo parece haber seguido al pie de la letra el plan familiar impuesto por sus padres, Mercedes Sarrabayrouse y Eduardo Celasco, dos amantes del perfil bajo.
Pero algo cambió, y un buen día empezó a subir fotos a su cuenta de Twitter, se vio envuelta en un supuesto romance con un actor que hace furor entre las adolescentes y consiguió ganarse cientos de fanáticos –y también algunas celosas detractoras– entre las redes sociales. Lejos de dar un paso atrás, Lucía redobló la apuesta y disparó eso que seguramente nadie en su familia, excepto su abuela, hubiera querido escuchar: "Me encantaría ser famosa".
— ¿Cómo estás llevando esta repentina fama?
— Muy bien, por suerte. Con mis amigas nos reímos mucho porque en Twitter hay personas que se hacen pasar por mí. En realidad, es una falta de respeto, pero bueno... Nos causa mucha gracia.