ESPECTACULOS
MARIA CAMPOS

"No me interesa nada ser del palo"

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Independencia. María Campos hizo el hit de la tira “Separadas”. | gza. Indigo Press

Abrí la boca para cantar y fue la salvación”. Así define María Campos el instante en que descubrió que la música sería crucial en su vida como artista, y en su vida en general. Un hermano que la llevó a clásicos, de Aretha Franklin a Whitney Houston, y una madre con ganas de que escuchara a Janis Joplin terminaron de configurar, al menos en una primera instancia, a una cantante y compositora que saltó a la fama por hacer la cortina de Separadas y ser parte El host, el show de Adrián Suar (a quien se lo vinculó en las páginas amarillas sentimentalmente). Pero su rock, su pasión por la música, viene desde días de sótanos por donde andaba Pappo y así ha llegado, de forma independiente y sin mánager, hasta ser soporte de Fito Páez.

—¿Cómo es el lanzar una canción nueva como “Corazón verde” en este momento?

—Yo terminé de grabar el segundo disco cuando apareció este monstruo. Estoy  viendo cómo ir publicando los temas. No puedo hacer videos ni shows. Pero los temas los tengo grabados. Podría llegar a escribir, porque tengo algunas emociones incómodas, pero por alguna razón me resisto. Que tenga mucho tiempo de más no implica necesariamente que tengo tiempo creativo. Estoy bastante asustada con la situación. Hasta el día de hoy, como todo el mundo, me rodea la incertidumbre. Estoy muy poco inspirada. Y no me estoy relacionando con el arte, al menos no porque me sobra tiempo.

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—¿Cuál es tu esencia entonces a la hora de tus ambiciones musicales?

—Tengo algo muy marcado de hablar sobre cosas que yo viví. Mis narraciones son totalmente autobiográficas. Escribo sobre las cosas que vivo. Siempre. Cuanto más me meto adentro, y más me expongo, más llegada tengo a los demás. Los sentimientos que tenemos todos adentro son todos muy parecidos. Al meterme en mí, me permite conectar más con otros. Me gusta mucho como herramienta jugar al humor. Si no es imposible. Hasta la canción más triste tiene una línea de humor.

—¿Cómo viviste el éxito de la cortina de “Separadas” y el fin de la serie?

—Estoy tan contenta que no me pegó todavía que no va a seguir. Tengo recuerdo de estar de uniforme escolar y recordar que quería hacer la canción de la novela de Pol-ka. Sigo muy emocionada, y eso que sé que debería estar triste. Fue una canción que ya tenía. Les encantó, no me movieron una coma y fue un sueño. Yo estoy muy contenta y agradecida, aunque entiendo lo complicado de la situación actual.

—¿Cuán complicado es moverte en la industria de la música, los festivales y demás satélites del medio?

—Imposible es. Es muy difícil. Y más yo, que no tengo mánager. Y los mánager son los que te linkean a los festivales y otros artistas. Yo no tengo. Siempre me moví bastante sola. Es difícil. No me interesa igual ser parte de la movida, pero es difícil tener un lugar, y más para una mujer. El público argentino fue siempre muy machista. Yo me fui a la música para ser par, yo tocaba en The Kilkenny con una banda de blues a los 16 años. Estaban los Hells Angels en la puerta, iba Pappo, que tocaba con el hijo de Vitico. Yo veía el poder del hombre y quería eso, codearme de igual a igual. La música pasó a tener en mí esas ganas de igualdad, de poder, y hacerme valer como persona.