La partida de Raffaella Carrà hizo que se impulsara un estreno: la película española Explota, Explota que se conoció el año pasado en el Festival de San Sebastián. El film obtuvo varias nominaciones a los Premios Goya. El guión fue escrito por David Esteban Cubero, Eduardo Navarro y el uruguayo Nacho Álvarez, quien además la dirigió, siendo éste su debut cinematográfico.
En Argentina el film se puede ver por HBO Max y en el Cinemark Palermo. Carrá tiene una pequeña participación, que hoy resulta un homenaje. La pareja protagónica está integrada por Ingrid García Jonsson y Fernando Guallar. Al galán se lo vio hace muy poco en la piel de Mauricio Ambrosi, en la segunda temporada de la serie Luis Miguel. Gracias a HBO Max se pudo realizar esta entrevista a distancia, ya que Guallar después de grabar durante varios meses en México retornó a su patria.
Guallar estudió en Madrid con el argentino Fernando Piernas. Dijo: “Coincidimos en el mismo curso con Ingrid (García Jonsson). Los grandes maestros de actuación son argentinos. Me llevo muy bien con esa metodología de trabajo que tienen vuestros docentes”.
—¿Cómo definirías a la película?
—Es una comedia romántica contada a través de un musical. El contexto es muy interesante ya que la historia está ubicada a fines de la dictadura española, o sea a principios de los años setenta. Filmamos en Madrid, en Pamplona y algunos planos en Roma.
—En España: ¿molestó el que se burlara del franquismo y su censura?
—No molestó a nadie. Es una comedia, aunque muestre los últimos coletazos de la dictadura. Por el contrario la gente se dio cuenta de lo absurdo de las situaciones y entendió muy bien la película. La propuesta muestra cómo una mujer puede hacer lo que desee con su cuerpo y su vida. El público lo pasó muy bien, cantó y bailó un rato.
—¿Por qué eligieron las canciones de Raffaella Carrá?
—Hace bastante que no se filmaba aquí un musical y se echaba de menos, algo que no sucede en el teatro. En los últimos diez años se pueden contar dos o tres películas. Se tenía muy claro que se quería contar esta historia con la presencia de Raffaella, quien aunque es italiana es muy conocida aquí: es un ícono. Se pudo construir un hilo conductor, a través de algunas de sus canciones.
—¿Estudiaste canto?
—Es muy poco lo que canto, sólo dos temas. Tuvimos que ensayar mucho, no solo música sino también baile. Aunque mi personaje es menos exigido que el de Ingrid. La escena que hago con una guitarra, donde supuestamente toco Fiesta. Solo aprendí a cómo debía hacerlo.
—¿Te recibiste de arquitecto?
—Si. Nací en el sur de España, en Córdoba, muy pequeño vine a Madrid y estudié en Valencia. La arquitectura me ayudó mucho, más de lo que pensaba. Me dio cabeza, responsabilidad y disciplina. Me gustaba mucho la arquitectura, pero también la actuación. Mis padres me recomendaron seguir la universidad. Ahora estoy muy contento de haberme recibido. No me siento arquitecto, creo que me olvidé de todo lo técnico, pero no de lo artístico que aprendí. La acabé y nunca se sabe, pero no creo que trabaje de eso.
—¿Por qué estuviste en Argentina en el 2019?
—Había estado antes para hacer turismo, pero ese año fui para hacer un pequeño desembarco. Tuve reuniones y espero que después de la pandemia pueda ir a la Argentina para trabajar. Me encantaría pasar una larga temporada en Buenos Aires.