La Alianza Better Than Cash –organismo con sede en la Organización de las Naciones Unidas que busca acelerar la transición de pagos en efectivo a pagos digitales– presentó recientemente un informe con pasos tangibles que los gobiernos y las empresas pueden dar para dejar atrás una economía dominada por el cash, un decálogo que Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), un cruzado del pago electrónico, podría suscribir sin dudas. Pero no hay una forma de avanzar que sea extrapolable a todos los países, dice Camilo Tellez, jefe de investigaciones de BTC, que también resalta la importancia de contar con una buena infraestructura de redes. Además, indica que no se trata sólo de trabajar en los pagos entre personas, sino que los gobiernos tienen un rol primordial: “Es importante que los gobiernos digitalicen sus pagos de subsidios y salarios”, apunta.
—¿Cómo está la Argentina?
—Las nuevas medidas del BCRA incentivan a crear nuevos productos bancarios para que la gente pueda acceder a servicios financieros. Argentina tiene un nivel de penetración de celulares altísimo pero tiene un nivel de exclusión financiera también muy alto. Por eso, considero que aquí la oportunidad es grande, pero deben diseñarse productos no sólo para la clase media o alta sino también para personas de más bajos ingresos, que son las que están excluidas del sistema financiero.
—¿La clave es el celular inteligente?
—No todos son equipos smartphones, por eso los productos que lancen los bancos deben adecuarse, también, a las necesidades de las personas de bajos ingresos. Por otro lado, las empresas también tienen una oportunidad muy grande porque utilizar pagos móviles ayuda a la formalización. Es que también hay muchísimos negocios que forman parte de la economía informal. Por eso es fundamental crear incentivos para que los negocios quieran digitalizarse, a través de productos que les permitan crecer.
—¿Qué beneficios trae dejar de usar efectivo?
—En primer lugar, reduce los costos y además logra mayor eficiencia y rapidez en las operaciones. Por ejemplo, en los costos de distribución del dinero en los pagos en el gobierno. El gobierno de México logró reducir 1.300 millones de dólares debido a la digitalización de los pagos de salario de prestaciones por el bienestar social. Además, la digitalización reduce el fraude, proporciona mayor transparencia y seguridad, reduce la corrupción, aumenta la rendición de cuentas y es más fácil de rastrear dónde está el dinero.
—¿Pero este tipo de soluciones no puede incrementar la exclusión? ¿Qué pasa con los lugares más inhóspitos, donde no llegan, ni siquiera, los servicios básicos?
—Los proveedores también deben montar las redes de distribución que incluyan los POS, el acceso y la infraestructura de telecomunicaciones también en esas zonas. El gobierno, por su parte, debe asegurarse de que llegue la infraestructura necesaria.
—¿Por dónde se arranca en el camino hacia la digitalización?
—Primero hay que establecer una hoja de ruta y un plan de acción. Cuando un gobierno se compromete y se une a nuestra alianza, hacemos un diagnóstico de los volúmenes de digitalización de pagos y de los pagos en efectivo. También analizamos las políticas y las reglamentaciones de infraestructura existentes para conocer cómo está el país. Tienen que trabajar en forma conjunta el sector público y el privado para que se pueda proveer los servicios con contextos regulatorios propicios y, al mismo tiempo, teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios.
—¿Ya se han reunido con las autoridades del gobierno argentino?
—Hemos tenido conversaciones preliminares. n