La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó a articular en conjunto con otros presidentes de la región un frente para garantizar la estabilidad institucional de Venezuela, según publicó la agencia Ansa.
La jefa de Estado brasileña, que decretó tres días de duelo por la muerte de su par Hugo Chávez, buscará con esta iniciativa disuadir a los militares de posibles intentos golpistas y promover la continuidad del vicepresidente y hombre de confianza de Chávez, Nicolás Maduro.
"Brasil va a tener un papel muy importante (en la transición): la presidenta Dilma y la diplomacia de Brasil, que fueron los grandes garantes del ingreso de Venezuela al Mercosur el año pasado, ya iniciaron contactos con otros presidentes sudamericanos para que todos defiendan la constitución", aseguró el periodista de la cadena Globo, Kennedy Alencar.
Según el comentarista de la cadena brasileña, los "militares chavistas van a ser presionados" para que respeten el orden constitucional” por parte "de Dilma, de Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa de Ecuador, José Mujica de Uruguay y el propio presidente Juan Manuel Santos de Colombia".
Alencar precisó que el "gobierno brasileño mantendrá la neutralidad en las próximas elecciones venezolanas pero tiene simpatía por permanencia de Maduro, que se inclina por el Mercosur, por su pragmatismo lulista, al revés del opositor Henrique Capriles que va a estrechar relaciones con Colombia y tendrá una reaproximación política con EEUU".
Según la Agencia Brasil, Rousseff tiene previsto viajar a Caracas este jueves para participar de los funerales de Chávez.