INTERNACIONAL
SUPLEMENTO ESPECIAL DE PERFIL

El Vaticano comenzó a preparar el primer cumpleaños del Papa

Este martes, Francisco celebrará 77 años. Habrá un festejo íntimo y un encuentro con los fieles. Un grupo de jóvenes quiere rezar durante 24 horas seguidas.

Que los cumplas feliz. Un grupo de niños se adelantó al cumpleaños del Papa, y ayer le entregó en el Vaticano una torta con velitas y el número 77.
| AFP

¿Qué hacemos para festejar el cumpleaños del papa Francisco? La pregunta está generando más de un dolor de cabeza en los pasillos del Vaticano. El martes es el cumpleaños del argentino Jorge Bergoglio, el número 77 de su vida y el primero desde que fue entronizado como Santo Padre en la basílica de San Pedro. Hay que celebrar, obvio, pero la pregunta es cómo.

Los obispos latinoamericanos que visitaron Roma el martes pasado, plantearon el tema y alertaron al protocolo papal recomendando una doble fiesta, un gran almuerzo curial y, después, un concierto de música clásica. Otros religiosos, en cambio, proponen una ceremonia muy simple  y un encuentro con los fieles que lograran acercarse a la iglesia de Santa Anna, ubicada dentro de las mismas muras vaticanas.

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Seguramente, el lugar elegido para algún festejo será  esta pequeña iglesia que queda a muy pocos metros de la basílica de San Pedro y que conserva, milagrosamente, un ambiente de iglesia de barrio, como las que solía visitar Francisco en Buenos Aires.

Lo más probable es que el Papa se tome un día de descanso y se quede descansando en el convento de Santa Marta, donde tiene su departamento  papal y que el “abrazo” público se produzca en la plaza, pero se atrase un día. El miércoles 18, día ya fijado anticipadamente para una audición papal, podría ser el momento en el que Francisco encuentre a los que quieran saludarlo.

“Los festejos serán absolutamente sencillos y sin invitados, como si fuera un día común y corriente, porque el Papa no soporta ser tratado como un rey y, al contrario, se molesta”, aseguró a PERFIL, la hermana María Assunta, una de las personas que trabajan en la estructura interna y privada de Santa Marta.

“Pero una fiesta sin invitados no es una fiesta”, admitió la propia María, revelando algunos detalles que son guardados en secreto en la Santa Sed. “Sí, obviamente, algo vamos a hacer. Habrá un almuerzo con personas muy queridas por Francisco, y también vendrá gente de la Argentina”, confesó Assunta. PERFIL se comunicó con la casa de María Bergoglio, hermana de Francisco, quien no quiso revelar detalles sobre dónde estará el próximo martes.

Un cardenal muy cercano al papa emérito, Joseph Ratzinger, excluye la posibilidad de una visita con festejos a la residencia papal de Castelgandolfo. “Sé, por cierto, que el Papa no va a salir del Vaticano el día de su cumpleaños y que no está prevista una cena para homenajearlo en Castelgandolfo”, aseguró a este diario, entre susurros. 

La residencia papal de Castelgandolfo es un gran castillo vaticano que se encuentra en las afueras de Roma, cerca de los pueblos construidos en las colinas que los romanos llaman “el castillo”. Era el lugar elegido para festejar los cumpleaños de Benedicto XVI, durante su pontificado. El último festejo, sin embargo, fue celebrado en total privacidad con un almuerzo solo para el papa alemán, su secretario George Gaenswein y su hermano, el  monseñor Georg Ratzinger.

Pero Benedicto XVI festejaba su cumpleaños en abril, cuando en la residencia de Castelgandolfo se puede disfrutar en pleno la belleza de un día de primavera. Es bastante improbable que el Francisco, en pleno invierno, se traslade hasta ese castillo por tan solo un día.

La lista de invitados al cumpleaños de Bergoglio es un tema “top secret” en el Vaticano. Sin embargo, PERFIL supo que ya llegó el primer regalo: un pulóver de lana blanca. Se lo entregaron ayer los niños del Dispensario de Santa Marta, un lugar que se ocupa de distribuir ayuda social y asistencia médica a gente de pocos recursos y está pegado a la residencia de Francisco.

El Santo Padre fue a visitarlos con monseñor Konrad Krajewsky, el “limosnero del Papa”. Este lugar, mandado a construir por el papa Pío XI en 1922, es cuidado por las monjas Hijas de la Caridad de San Vincenzo De Paoli, y ayer estaba repleto de niños que estallaron en un “feliz cumpleaños”, entonado con anticipación.

A otro grupo de jóvenes católicos se le ocurrió celebrar  el cumpleañós papal rezando. Desde la media noche de mañana empezarán una maratón de adoración eucarística, que será organizada por los “papaboys” romanos que viven en el centro internacional juvenil católico de San Lorenzo.

“El Papa dijo muchas veces: recen por mí. Le tomamos la palabra y vamos a rezar por él durante 24 horas seguidas”, explicó Andrea Guarnieri, de 19 años, uno de los jóvenes que quieren hacer ese especial regalo. Ellos desean que sea un evento mundial, como una flashmob que dure un día entero. Extendieron la invitación al mundo, a través del hashtag #AuguriFrancesco.

Por lo pronto, Francisco ya tuvo su primera torta de cumpleaños. Se la dieron ayer un grupo de niños que ya empiezan a celebrar el primer cumpleaños del Papa argentino en el Vaticano.