La enfermera ucraniana que perdió ambas piernas tras la explosión de una mina terrestre el domingo 27 de marzo en medio de la guerra contra Rusia, contrajo matrimonio con su pareja y compartieron un emotivo baile en una sala de hospital en Lviv, con motivo de la celebración de su boda.
Se trata de los recién casados Oksana Balandina y Viktor Vasyliv, ambos de 23 años, quienes semanas atrás pensaban que jamás compartirían juntos un momento tan especial. Este miércoles 4 de mayo se viralizaron imágenes del baile de la pareja: Viktor abraza a Oksana y giran alrededor de las camas de un hospital en la localidad de Lviv, al oeste de Ucrania.
Balandina perdió ambas piernas cuando una mina terrestre explotó el 27 de marzo, transcurrido un mes de la ofensiva de Rusia, mientras regresaba con su pareja camino a casa en Lysychansk, región oriental de Lugansk.
“Solo alcancé a gritarle [a Vasyliv]: '¡Cariño, mira!'”, recordó la enfermera el momento traumático de la explosión. El novio, quien caminaba detrás de ella, resultó ileso.
"Me miró cuando explotó la mina. Caí con la cara en el suelo. Hubo un ruido extremo en mi cabeza. Luego me di la vuelta y comencé a arrancarme la ropa. Pensé que sería más fácil respirar porque no había suficiente aire", reproduce la agencia Reuters el testimonio de Balandina.
“Cuando sucedió, me rendí desesperado, no sabía qué hacer. La vi que no se movía”, declaró el actual esposo de la enfermera y también dedicó unas palabras a la fortaleza de su compañera: "Si no fuera por Oksana, no sé qué hubiera pasado. Es tan fuerte. No se desmayó. Fue Oksana quien coordinó nuestras acciones", admitió.
Le amputaron ambas piernas y cuatro dedos de la mano izquierda
Luego del impactante accidente, la mamá de dos hijos fue atendida en varios hospitales del país. Finalmente los médicos determinaron amputarle ambas piernas y cuatro dedos de la mano izquierda.
La historia de Oksana Balandina es un ejemplo de amor propio y superación de las dificultades. Este miércoles 4 de mayo la enfermera ucraniana, mamá de dos niños, bailó con su nuevo esposo luego de semanas turbulentas de oscuridad y dolor.
La protagonista tiene un hijo de 7 años y una hija de 5, quienes se encuentran a salvo con sus abuelos en la región de Poltava, en el centro de Ucrania.
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“Yo no quería vivir… yo no quería vivir esa vida, tengo dos hijos. No quería que me vieran así. No quería ser una carga para nadie en mi familia”, confesó Oksana desde el hospital.
“Pero gracias al apoyo lo acepté. Necesito seguir viviendo. No es el final de la vida. Si Dios me dejó con vida, ese es mi destino”, expresó.
La boda para seguir adelante juntos
Tras la celebración de la boda en el hospital, la pareja considera la posibilidad de viajar a Alemania, donde Balandina recibirá las prótesis de piernas y se someterá a la rehabilitación correspondiente.
La enfermera reconoce que está preocupada por sus hijos y los horrores del conflicto bélico: "Quiero volver a nuestra ciudad, a Lysychansk, pero francamente, estoy preocupada por mis hijos. Cuando termine la guerra, sucederán muchas cosas. El camino estaba minado... Da miedo", advirtió.
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En este delicado contexto geopolítico, Rusia descarta que sus tropas cometan crímenes contra la población civil, basándose el argumento de una "operación especial" orientada a "desarmar al país y protegerlo del fascismo".
Por su parte, Vasyliv sostuvo que está agradecido por cada día que comparte con su nueva esposa. "Tenía miedo de perderla. Quería llorar, pero no podía llorar. Estaba en shock, no podía comprender que realmente estaba pasando. Fue aterrador perder a la persona que amo", relató.
CA/ED
