El papa Francisco realiza este miércoles en la localidad de Temuco su segunda misa multitudinaria desde su llegada a Chile, donde permanecerá hasta el jueves cuando emprenda su viaje a Perú.
Su Santidad dedicó la misa que oficia en el aeródromo de Maquehue, que fue lugar de detención y de "graves" violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), a las víctimas del régimen militar.
"Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", manifestó el Sumo Pontífice durante homilía de la "Misa por la integración de los pueblos", antes de pedir un momento de silencio por tanto "dolor y tanta injusticia", según consignó la agencia internacional AFP.
Por qué Temuco. Francisco eligió visitar Temuco (800 km al sur de Santiago) para tomar contacto directo con indígenas mapuches, la etnia más importante de Chile, que denuncia discriminación y abusos y reclama la restitución de territorios ancestrales que, en la actualidad, están en manos privadas.
Después de la liturgia, el pontífice se reunirá con un grupo de indígenas, cuyas identidades aún no fueron reveladas por la organización del encuentro, para posteriormente regresar a Santiago.
En la región se asientan la mayoría de las comunidades mapuches, la mayor etnia chilena, que antes de la llegada de los conquistadores españoles en Chile en 1541, eran dueños de las tierras desde el río Biobío hasta unos 500 kilómetros más al sur. Pero tras sucesivos procesos, fueron reducidos a vivir en cerca de un 5% de sus antiguos dominios.
Además, es una de las regiones más pobres del país trasandino, y nucleo de un largo conflicto entre mapuches y el Estado.