El presidente de Bolivia, Evo Morales, exigió hoy a la oposición "no someterse al Imperio" sino a la voluntad del pueblo, que el domingo definirá en un referendum nacional su permanencia o no en el cargo, más la de su vicepresidente y ocho prefectos.
"Que no perjudiquen al referendo, que no atenten la democracia", afirmó el gobernante en su informe anual de gestión, desde los balcones del Palacio presidencial en la Plaza de Armas de La Paz, tras ser rechazado por Sucre, donde habitualmente se celebran los principales actos patrios del país.
"No le tengo miedo al pueblo, tampoco tengo miedo al Imperio, pero algunos no quieren someterse al pueblo, sólo quieren someterse al Imperio", afirmó Morales, a cuatro días de ir a las urnas en una consulta que definirá su permanencia o no en el cargo.
En efecto, Evo Morales deberá dejar el poder si los votos negativos a su gestión superan el 53,4% del total, porcentaje que él obtuvo en la elección presidencial de diciembre de 2005. El gobernante llamó a la consulta con la idea de que los bolivianos diriman en las urnas entre su proyecto -de corte nacionalista- y el de la oposición -de corte liberal-.
Encuestas privadas aseguran que el presidente y al menos tres prefectos de oposición -entre ellos el poderoso prefecto de Santa Cruz- serán ratificados en sus puestos. El mandatario no hizo mención en su discurso, de unos 20 minutos, a las múltiples protestas contra su gestión.
Morales, el primer presidente indio de Bolivia en sus 183 años de historia, se encuentra en su peor momento político, tras protestas regionales por demandas locales, sindicales por exigencias sectoriales, y ser rechazado en varias ciudades del país.
Fuente: AFP