INTERNACIONAL

La realeza europea en guerra con la prensa por fotos privadas

Polémica por la difuión de fotografías del principe Harry. El caso noruego. Fotos.

La difusión de las imágenes en los medios británicos.
| AFP

"Lo que pasa en Las Vegas, queda en Las Vegas". La famosa premisa con que la "ciudad del pecado" recibe a sus miles de visitantes quedó completamente rota esta semana con la publicación a nivel mundial de dos fotos del príncipe Enrique de Inglaterra jugando desnudo con una mujer en la suite del hotel Wynn&Encore de esa ciudad.

El incidente desató una fuerte polémica sobre ética periodística y respeto de la privacidad y colocó a la Casa Real en una situación complicada. El diario The Sun, el único medio inglés que publicó las fotos, lo hizo porque cree que "tienen potenciales implicaciones" y "plantean preguntas sobre la seguridad" de los miembros de la monarquía.

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Si bien la Corona reconoció la autenticidad de las fotos, manifestó que su publicación implicaría la violación al derecho de intimidad de una persona y que emprendería acciones legales contra aquellos periódicos o sitios web que las reprodujeran. Con excepción del The Sun, que las publicó "a pesar de las advertencias de los abogados de la familia real", los medios ingleses prefirieron no hacerlo, temiendo una escalada de acciones judiciales y recordaron la reciente caída del tabloide News of the World por la publicaciones de conversaciones telefónicas de famosos. La censura, sin embargo, provocó una lluvia de voces encontradas. 

 

El experto asuntos de la realeza Dickie Arbiter, opina que tanto el príncipe Enrique como su entorno no tendrían que haber pensado que 'lo que pasa en las Vegas se queda en Las Vegas' porque “cuando eres el príncipe Enrique y un trotamundos la privacidad no existe”. Entre tanto, el periodista Steven Baxter cree que los medios se negaron a usar la fotografía por “miedo a sus propios lectores”, y añadió que el príncipe Enrique y su familia “son celebridades, como otros, pero son intocables” para la población.

 

“Esta situación ilustra la amenaza a la libertad de la prensa en Gran Bretaña", publicó el popular blog de Guido Fawkes. En su opinión, "el miedo hace que los medios tradicionales se sometan a causa de la investigación Leveson”, refiriéndose a la comisión de investigación sobre la ética de la prensa tras el escándalo de las escuchas telefónicas. Coincide en su opinión con un exresponsable de NEWS OF THE WORLD, Neil Wallis, quien considera que actualmente “los diarios están aterrados por sus propias sombras”.

 

Chris Blackhurst, redactor jefe de THE INDEPENDENT, defendió que su diario no publicó las fotos porque son de "un joven que no está haciendo nada malo ni ilegal", mientras que Elisabeth, la hija del magnate australiano Rupert Murdoch y productora de TV opinó que "si los diarios no pueden publicar fotos que todo el mundo ha visto en internet, esto plantea interrogantes sobre el futuro de la prensa escrita".

 

A lo largo del viernes, la Comisión de Quejas de la Prensa (PCC) recibió más de 900 reclamos de ciudadanos por la decisión del SUN, propiedad de Murdoch, de desafiar la advertencia de la Familia Real y publicar las fotos. "Casi todas las quejas recibidas son de ciudadanos y prácticamente todas versan sobre la invasión de la privacidad", explicó un portavoz de la PCC. 

 

Al otro lado del Océano, el diario USA TODAY publicó un aviso de las autoridades de Las Vegas con el título "¡Qué vergüenza!" y dirigido  a quien sea que haya tomado las fotos. "Los deploramos. Lo que ocurre en Las Vegas debe quedarse en su lugar: Las Vegas. Pedimos que se rechace a estos explotadores del príncipe Enrique. Boicotearemos cualquier tipo de fiesta con ellos. No tendrán servicio de bar ni chicas en bikini"

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Más allá de las implicancias sociales del escándalo, surgen además las que impactan más de cerca en la vida del príncipe Enrique, de 27 años y considerado hasta hace poco tiempo la "oveja negra" de la Monarquía británica. Los especialistas comenzaron a difundir sus serias dudas sobre el juicio y la capacidad de Enrique para representar a su abuela, la reina Isabel II, en actividades oficiales, como la clausura de los JJ.OO.

"Las fotos tienen potenciales implicaciones para la imagen del príncipe, que representa al Reino Unido en el mundo. Plantean preguntas sobre su seguridad durante sus vacaciones en Las Vegas, sobre si se verá afectada su posición en el Ejército, y pensamos que Enrique ha comprometido su intimidad", reflexionó THE SUN, que publicó las fotos "en nombre del interés general" y por considerar a Enrique una figura pública.

El incidente alimentó también la discusión acerca de si el aparato de seguridad de la realeza debe intervenir en toda actividad que comprometa al príncipe o si sólo deben esperar a que la vida de su protegido esté en peligro. Especialistas como Robert Jobson, sin embargo, piensan que "se hubiera evitado todo esto” si los miembros de la seguridad real hubieran tomado precauciones.

 

Problemas similares para la realeza de Noruega

 

Menos mediática, la Familia Real de Noruega se vio involucrada en otra polémica de privacidad y seguridad cuando se supo que una serie de fotografías íntimas suyas fue publicada en la aplicación Instagram durante varios meses por Marius Borg Høiby, un adolescente de 15 años, hijo prematrimonial de la esposa del príncipe heredero de ese país. 

 

Durante 42 semanas la actividad del chico en Instagram permitió que fotos e información de ubicación (por GPS) sobre las vacaciones de su familia hayan estado accesibles para cualquiera en Internet por culpa de un fallo de seguridad, según publicó el diario noruego VG, que reveló el asunto.


Aunque Marius Borg no tiene título oficial, ya que es hijo de una expareja de la Princesa Mette-Marit, es considerado prácticamente un nieto por el rey Harald V de Noruega, por lo que forma parte del círculo íntimo de la Familia Real, compartiendo con ellos residencia, actividades oficiales, viajes y vacaciones. Aunque ninguna de las fotos fue publicada por los medios -ya que tras salir la noticia, el perfil fue eliminado- levantaron críticas sobre las escasas medidas de seguridad que rodean a la familia real.


Ante estas críticas, los príncipes herederos enviaron una carta abierta al redactor jefe del diario en donde califican la noticia como “especulativa, sobredimensionada y sin sustancia esencial”. “La Familia Real tiene cientos de actos oficiales al año que se anuncian con un mínimo de 14 días de antelación. Muchos son conocidos meses antes. El programa está a menudo detallado al minuto. Ese es un riesgo de seguridad con el que vivimos cada día, cada año, toda la vida“, consta en la carta, publicada en la página web de la Casa Real.

(*) especial para Perfil.com.