Todo indica que en 2024 México tendrá por primera vez en su historia una presidenta. Claudia Sheinbaum, por el oficialismo, y Xóchitl Gálvez, por una coalición opositora, son las dos principales candidatas. Fueron elegidas en un sistema de encuestas, que provocó polémica. Este hecho inédito coincidió con otra novedad histórica: un fallo de la Corte Suprema que extendió al nivel federal el aborto legal, hasta ahora autorizado en algunos estados. La politóloga Valverde calificó esta etapa de su país como “un momento muy relevante” en una entrevista con el programa ‘Tan lejos y tan cerca’ de Radio Perfil, que aquí se reproduce.
Rivales. Claudia Sheinbaum, por Morena, el oficialismo, y Xóchitl Gálvez, por la coalición opositora. |
AFP/cedoc
México vive un momento histórico. Todo indica que el próximo presidente será, si no se produce ninguna sorpresa, una presidenta. Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, de Morena, el partido del actual ejecutivo encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y la senadora Xóchitl Gálvez, de un frente que aglutina a los tres principales partidos opositores, son las dos candidatas con mayores posibilidades de convertirse en la próxima presidenta.
A esto se le suma la reciente legalización del aborto y se dibuja lo que parece ser una nueva época mexicana. La doctora en Ciencias Políticas y Sociales mexicana, de la red No Sin Mujeres, Karla Valverde Viesca, analiza esta puerta que se abre en su país.
—¿Cómo fue el proceso de selección? En ambos casos, ha habido un poco de ruido en los procesos de selección de las candidatas. ¿Es así?
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—Sí, es así. Creo que es una gran noticia que haya por primera vez dos candidatas mujeres. Sí o sí una mujer presidenta en nuestro país. Es algo muy relevante en el sistema político mexicano.
Dicho eso, en efecto, ahora hay dos fuerzas que son las que están más visibles. ¿Qué es lo nuevo en esto? Los dos partidos hicieron una especie de elección interna. Para algunos analistas, ha sido un ejercicio como de primarias, porque en México no tenemos como en Argentina las PASO. Tradicionalmente había un candidato, y no había mayor sondeo ni se le preguntaba a nadie.
Los dos bloques son: el de la oposición, el Frente Amplio por México, integrado por tres partidos; y, del otro lado, Morena, que es el partido en gobierno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
—De esta “interna” pudieron participar todos, sean afiliados o no...
—Exacto. Se definió que las encuestadoras iban a ir a casas a preguntarle a la gente a quién querían como candidato. Esas reglas para Morena se cumplieron, pero no favorecieron al segundo lugar. En el caso del Frente Amplio, lo que sucedió es que conforme se iba avanzando en el sondeo, se fue eliminando a las personas que estaban compitiendo, iban declinando candidatos.
—¿Existe una posibilidad de que Marcelo Ebrard finalmente decida ser candidato independiente?
—Sí, es una posibilidad. Lo que algunos analistas dicen es que Ebrard utiliza estas opciones para poder posicionarse políticamente y negociar. En su discurso como ganadora Claudia Sheinbaum dijo: “Las puertas están abiertas”. Nunca mencionó el nombre de Ebrard, pero se cree que fue un mensaje claro.
Por otro lado, hay quienes consideran que sí tiene una opción de ser candidato independiente. Sin embargo, con los resultados de las encuestas, no le favorecería ser independiente. Tendría un apoyo menor.
—Las dos principales candidatas son mujeres. Además, recientemente, la Corte Suprema legalizó la interrupción del embarazo. Para un país como México, de una larga tradición de liderazgos masculinos, ¿el contexto evidencia un punto de cambio?
—Sí, por supuesto. Yo diría que muchas mujeres estamos muy contentas de esta resolución. En todo el país puede abrirse esta posibilidad y es una forma de reivindicar los derechos. Esa ha sido una lucha de hace muchos años. Creo que es un excelente momento si sumamos a estos dos procesos: el anuncio sobre la posibilidad de decidir sobre tu cuerpo y la posibilidad de tener una presidenta al frente del país.
Aún no hay encuestas que indiquen cómo están posicionadas las candidatas una respecto de la otra. Sin embargo, el presidente mantiene un alto nivel de popularidad. “Sigue arriba del 65%. Lo cual es inédito”, indica Valverde.
