Luego de que el alcalde de Río de Janeiro suspendiera los clásicos desfiles de carnaval por el aumento de casos y a raíz de la llegada de Ómicron, el número de contagios positivos de los últimos 20 días alcanzó la sideral cifra de 6000% de aumento.
La escena de las filas afuera de laboratorios, farmacias y centros de salud abarrotadas de gente parece traspolada de Argentina, pero en Río de Janeiro el sistema de testeos está pasando por un momento de máxima tensión luego de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
De acuerdo a los datos sanitarios del 12 de diciembre, 18 personas fueron registradas como contagiadas por el virus. Una semana después, ya sobre la fecha de Navidad, la cifra ascendía a 269. El 1 de enero, el número saltó a 1.238, un porcentaje de ascenso desde el 25 de diciembre de 360%. Sin embargo, el dato es más preocupante cuando se toman los últimos 20 días, que grafican una curva de aumento de 6.778%.
La cifra de 1.238 casos en 24 horas el primer día del 2022, sólo puede compararse con el 30 de agosto, en plena segunda ola por las infecciones de la variante Delta.
El alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, decidió suspender los desfiles de carnaval de este año luego de reunirse con los funcionarios sanitarios del distrito.
“El carnaval callejero, por su propia naturaleza, por el aspecto democrático que tiene, imposibilita el ejercicio de ningún tipo de fiscalización”, dijo el alcalde en una transmisión sobre el aumento de casos por la variante Ómicron.
Qué pasó con el hackeo al sistema de salud brasileño
El pasado 10 de diciembre, el Ministerio de Salud de Brasil sufrió un hackeo en el sistema de datos, lo que originó un bache en la carga de las estadísticas diarias. Este lunes 3 y martes 4 de enero se registraron 6307 casos positivos, pero la Secretaría de Salud municipal de Río confirmó que los datos podrían no ser precisos por la alteración que produjo el hackeo.
En tanto, se verificó que la tasa de positividad ascendió del 13% al 41%, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) marca que debe mantenerse en un 10%.
Centros de testeos tensados
Este miércoles en el Parque Olímpico se registraron filas extensas para realizarse testeos y también para vacunarse. “Pasé la víspera de Año Nuevo con la familia, pero soy un conductor de una aplicación y es posible que me haya infectado en el trabajo. Llegamos a la clínica alrededor de las 12.30 pm, y me atendieron dos horas después, pero pasaron casi cuatro horas antes de que me dejaran ir. Tengo las dos dosis y me iba a dar la tercera ahora”, contó un transportista a O Globo mientras ocupaba su lugar en la fila.
Diego Xavier, epidemiólogo e investigador de la Universidad Fiocruz, analizó que en otros países donde el porcentaje de vacunación es similar al de Brasil, los casos aumentaron. “Todo indica que vamos a tener un ‘susto’, pero tenemos un factor atenuante, que es la vacuna. Lo bueno es que no hemos estado viendo un aumento de muertes y casos graves, como sucedió en otras oleadas de la enfermedad, y esto solo puede ser el efecto de la inmunización”, dijo al medio brasileño, mientras agregaba como factor la influencia de los viajes por la temporada vacacional.
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