El Parlamento británico sancionó a Boris Johnson por "mentir deliberadamente" a los legisladores acerca de las fiestas ilegales llevadas a cabo durante el confinamiento por el coronavirus en Downing Street. Si bien prevé apenas una sanción, se trata de una medida de impacto simbólico que busca ponerle punto final al escándalo conocido como Partygate que tuvo un efecto nocivo para el Partido Conservador.
El informe del Comité de Privilegios fue aprobado el lunes 19 de junio por una amplia mayoría de 354 votos contra 7 en medio de un acalorado debate en el que se les concedió libertad de voto a los legisladores conservadores.
Más allá del peso político de la medida, Boris Johnson deberá enfrentar a penas una sanción disciplinaria: será despojado de su pase parlamentario, un permiso especial que permite a exlegisladores acceder a Westminster, lo que es considerado un privilegio. El resto de las sanciones previstas para estos casos, que buscan preservar la "integridad" del Parlamento, no podrán ser aplicadas debido a la dimisión de Johnson a su escaño en junio de este año, cuando denunció un "montaje político" de sus detractores.
El hallazgo del Comité de Privilegios
Tras destacarse como uno de los artífices del Brexit a partir del referéndum de 2016, Johnson gozó de una popularidad que lo catapultó a la primera magistratura en diciembre de 2019 en lo que fue la mayor victoria electoral del Partido Conservador en décadas. Sin embargo, dos años y medio después se vio obligado a dimitir como primer ministro en julio de 2022 en línea con los reiterados escándalos que salpicaron su gobierno, entre ellos el Partygate.
Desde entonces, el Parlamento encargó a una comisión especial investigar si Johnson había mentido deliberadamente a los diputados cuando afirmó que siempre se respetaron en sus oficinas las reglas anticovid impuestas por él mismo durante los confinamientos de 2020 y 2021.
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El resultado dictado Comisión fue demoledor. En el informe se determinó que Johnson cometió un "desacato reiterado" al Parlamento e intentó "socavar el proceso parlamentario". Se trató del primer jefe de gobierno en la historia al que se le comprobó que engañó al Parlamento intencionalmente.
El 9 de junio, antes de que estas conclusiones se hiciesen públicas, Johnson renunció a su escaño de diputado, denunciando un "montaje político" de sus detractores. De esta forma, evitó la "humillante" sanción prevista para estos casos: la suspensión durante 90 días, algo que no lo hubiera favorecido en su aspiración por renovar su mandato en su circunscripción. Tras su decisión, la comisión sólo pudo recomendar a los diputados que le retirasen el pase parlamentario.
El debate en el Parlamento
El informe contra Johnson provocó divisiones dentro del Partido Conservador entre los críticos y los defensores del ex primer ministro. Figuras como la ex primera ministra Theresa May, de quien Johnson fue ministro de Relaciones Exteriores y sucesor, resaltaron el "rigor" del informe sometido a votación. May ya había anticipado que votaría contra su sucesor en el 10 de Downing Street e instó a sus compañeros a hacer lo mismo para "ayudar a restaurar la confianza en nuestra democracia parlamentaria".
"No es fácil juzgar a amigos o compañeros, pero la amistad, trabajar juntos, no debería interponerse para hacer lo que es correcto", argumentó. "Felicito a los miembros del Comité de Privilegios por su doloroso trabajo y por su dignidad frente a los ataques a su integridad", agregó.
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Por su lado, algunos pocos fieles a Johnson votaron en contra, como Sir Jacob Rees-Mogg, quien consideró "ridículo" retirar el acceso al Parlamento a Johnson, la única sanción que le pudo ser aplicada. "Es absolutamente legítimo criticar la conducta de una comisión, criticar a los miembros de una comisión. Eso es la política", manifestó.
"Nuestra política es de confrontación (...) y podemos acusar a gente en esta Cámara dentro de los límites del orden, de decir las cosas con las que no estamos de acuerdo", dijo. "Tenemos que defender la libertad de expresión. Francamente, si los políticos no pueden soportar las críticas, habría que preguntarse qué están haciendo en política", resaltó
Críticas a Rishi Sunak
Entre los partidarios de Boris Johnson todavía figuran aquellos que pronosticaron que volverá a la contienda electoral, aprovechando la pérdida de popularidad de su sucesor, Rishi Sunak, que prometió devolver la integridad política al gobierno pero se encuentra sumido en una histórica crisis por el costo de la vida que no logra reducir.
En lugar de oponerse al informe, el ex primer ministro pidió a sus partidarios que se abstuvieran y muchos diputados conservadores estuvieron ausentes de la sesión. Sunak no asistió a la cita, lo que le valió duras críticas de la oposición.
El escándalo del Partygate y la dimisión de Johnson
El Comité de Privilegios abrió en junio de 2022 su propia investigación sobre un escándalo conocido como "Partygate" y que ya había derivado en reprimendas tanto de la Policía como de un informe independiente encargado por el Gobierno, en virtud del cual quedó claro que Johnson y su equipo habían incumplido la normativa en vigor.
"Engañó a la Cámara en un asunto de la máxima importancia para la Cámara y para la población y lo hizo de forma reiterada", reza el texto, en el que se detalla incluso que este nivel de manipulación no tiene precedentes para un jefe de Gobierno en ejercicio.
Tras dimitir, Johnson cargó duramente contra el comité, tachándolo de parcial y denunciando que sólo quería expulsarlo de la Cámara de los Comunes. "Es mentira que engañase a la Cámara", afirmó, en un comunicado en el que expresó que "ni por un minuto" pensó que se le pudiese reprobar su conducta basándose "en los hechos". En este sentido, resaltó que "creía" que las fiestas "eran legales" y extendió la responsabilidad hacia "todos" los miembros de su gabinete que "pensaban igual".
"Este informe es una farsa. Me equivoqué al creer en el comité y en su buena fe", ha afirmado Johnson, que en "un día terrible para los diputados y para la democracia". "Corresponde a las personas de este país decidir quién se sienta en el Parlamento, no a Harriet Harman", indicó.
cd / ds