El presidente ruso, Vladimir Putin, subió la apuesta en el tablero diplomático y militar al advertir que Moscú está "preparado para conquistar más territorio" si Ucrania rechaza el plan de paz presentado por Estados Unidos. Durante una reunión televisada con su Consejo de Seguridad, Putin afirmó que, en caso de que Kiev se niegue a negociar, el Kremlin continuará sus ofensivas militares para alcanzar sus objetivos "por las armas, en el marco de una lucha armada".
Aunque el mandatario ruso afirmó que la iniciativa de 28 puntos de Washington podría "sentar las bases" para un acuerdo definitivo, inmediatamente advirtió sobre su postura inamovible. Como ejemplo de lo que se avecina si Ucrania no cede, citó la reciente captura de Kupiansk, alertando que ese escenario "inevitablemente se repetirá en otras zonas clave de la línea del frente".

Putin destacó que la propuesta de Estados Unidos incorpora varias de las exigencias que Rusia planteó desde el inicio del conflicto, como las cesiones territoriales y una drástica reducción del ejército ucraniano. Pese a reconocer el carácter positivo de la iniciativa, Putin señaló que el documento no fue discutido a fondo con Moscú, aunque remarcó que Rusia está "lista para ello".
El mandatario ruso atribuyó la falta de avance a la "ilusión" de sus adversarios. Según Putin, Kiev y sus aliados europeos persisten en el sueño de poder "infligir una derrota estratégica a Rusia en el campo de batalla", un error que, a su juicio, se debe a "la falta de información objetiva sobre la situación real".

El presidente ruso explicó que la propuesta estadounidense fue discutida inicialmente durante una cumbre con Donald Trump en Alaska, donde ambas partes habían manifestado disposición a negociar. Sin embargo, el diálogo sufrió una pausa, atribuida por Putin a la negativa de Ucrania a aceptar esa primera versión del plan.
La intervención de Putin se da en respuesta al rechazo público de Volodimir Zelenski a la propuesta. El líder ucraniano aseguró que no "traicionará" a su país cediendo territorio o debilitando su defensa y anunció que, en su lugar, presentará "alternativas" a la Casa Blanca.
Ultimátum de Trump y la presión máxima sobre Zelenski
La amenaza militar de Putin se produce bajo un ultimátum impuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump. El líder republicano estableció el próximo jueves 27 de noviembre como un plazo para que Kiev dé una respuesta al plan, argumentando que su objetivo primordial es que "cesen los asesinatos".
La presión sobre Zelenski es extrema. El mandatario ucraniano admitió que el país se enfrenta a "uno de los momentos más difíciles de su historia" y reconoció el dilema: "perder la dignidad o correr el riesgo de soltar a un socio clave". Para Zelenski, la propuesta augura "una vida sin libertad, sin dignidad, sin justicia".

La presión máxima sobre Ucrania fue confirmada por reportes de medios estadounidenses, que anticiparon que la Casa Blanca habría amenazado con cortar el suministro de armas y el intercambio de inteligencia si Kiev no firmaba el acuerdo antes del Día de Acción de Gracias.
En paralelo al plan de 28 puntos, la Casa Blanca diseñó un documento aparte que detalla garantías de seguridad limitadas. El texto ofrece a Ucrania "asistencia logística y de inteligencia" si Rusia reanuda la guerra, con una vigencia de 10 años. Sin embargo, el documento no compromete a Estados Unidos a proporcionar asistencia militar directa, dejando claro que el apoyo bélico podría no estar garantizado en caso de que el conflicto se reactive.
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