El licenciado en Ciencia Política, Andrés Malamud, dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y comparó los resultados de las elecciones en Francia con la situación política en América Latina. Los vínculos entre el kirchnerismo y Jean-Luc Mélenchon. Por qué no es posible una alianza entre Javier Milei y Mauricio Macri.
¿Cómo se analizan los resultados de las elecciones en Francia?
Lo de Francia es una manifestación de insatisfacción que se venía palpando desde hace mucho tiempo. Emmanuel Macron es una muestra de eso, porque la primera vez que ganó las elecciones llevaba un año haciendo política y en un partido recién fundado por él. Lo que pasa en Francia es algo muy latinoamericano por la implosión de los partidos tradicionales. No cae la democracia, se sustituyen los partidos y no se genera satisfacción suficiente para darle mayoría en el Parlamento a ninguno. Eso estaría llegando al límite. Es muy volátil en América Latina, al margen de los tres autoritarismos. Cuando pensamos en países serios hay cada vez más ejemplos como los latinoamericanos.
Trastabilla Emmanuel Macron en las legislativas
Jorge Elías (JE): ¿Por qué la democracia portuguesa parece ser más inclusiva y participativa que otras?
Francia se parece a las sociedades agrietadas de América Latina. Portugal se parece más a Uruguay. Es raro comparado con otros países porque los partidos son los mismos desde hace casi 50 años, hay mucha continuidad partidaria, con alta institucionalidad y baja polarización. Italia, España y Brasil contrastan en ese sentido. Argentina comparte la polarización pero con estabilidad partidaria. Si no hay cambios en el sistema electoral Argentina sigue siendo establece como Portugal. Depende de cómo administre el crecimiento.
La apertura de Modo Fontevecchia: todos insumisos
¿Cómo ves la relación de Alberto Fernández con el poder?
La calle es la única que lo puede sacar a Alberto porque los militares no son una opción, la oposición no está lista para asumir, el FMI hace todo para que cumpla su mandato y Cristina Kirchner tampoco pretende eso. Nadie lo quiere voltear antes de tiempo, salvo una propia implosión como la del 2001.
Beatriz Sarlo planteaba que si le iba bien a Alberto, Cristina no iba a dejar que fuera candidato. Si le iba mal iba a dejarlo como el candidato de la derrota. ¿Estás de acuerdo?
Cristina Kirchner es la dirigente que más me cuesta leer. Tiendo a creer que no. Los indicios sugieren que ella piensa que la elección está perdida y el interés está en la Justicia, para no ir presa, y en la provincia de Buenos Aires, manteniendo el poder político.
¿Imaginás alguna posibilidad de hacer una alianza entre Mauricio Macri y Javier Milei? ¿Traerían más votos los libertarios?
Me cuesta pensar en eso porque Milei se desinfla. Macri se corre a la derecha para ser potable a los electores libertarios y quiere ser el candidato. Resulta improbable porque los dos quieren postularse, ninguno parece dispuesto a ceder y Mauricio Macri gana la disputa por el electorado con facilidad.
¿Hay algún punto de contacto entre la Francia Insumisa y Argentina?
El kirchnerismo estaría muy orgulloso de verse como la encarnación de la Francia Insumisa y ver a Jean-Luc Mélenchon como el kirchnerista francés. Tienen bastante en común en la reivindicación del progresismo de izquierda. Hay que ver la capacidad de gestión, que no fue buena en el kirchnerismo y no está claro en el caso de Mélenchon.
La apertura de Modo Fontevecchia: todos insumisos
El progresismo argentino, ¿termina siendo cooptado por el kirchnerismo? ¿Encontrás una pérdida de identidad?
Diría que perdió más calidad. El progresismo argentino sigue pretendiendo levantar las banderas morales pero es muy barato. Tiene razonamientos que, en una mesa de café, serían vergonzosos. Se quedaron en el pasado y se convirtieron en conservadores existenciales.
JL PAR