“Hablamos de antrozoología institucional a partir del amor de Milei por sus perros y la columna del diario Perfil de ayer, escrita por Gustavo González, sobre si la Argentina está lista para que nos gobierne Conan, el perro fallecido de Javier Milei, a quien siempre le agradece”, explicó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del lunes 21 de agosto de 2023.
Pero, antes, inquieta más saber cómo funcionaría esa suerte de "gabinete canino" en las sombras y cómo interactuaría con el gabinete humano. Es decir, entender si su hermana Karina y la médium Celia Melamed serán suficientes para intermediar con el más allá o si el mismo Milei ya adquirió esa capacidad.
Por eso sorprende que se siga hablando del futuro del libertario sin antes detenernos en un hecho tan novedoso, como el de ser gobernados por un gabinete interespecies. "Continuar debatiendo concienzudamente sus propuestas, sin antes preguntarnos si Conan de verdad está en condiciones de gobernar”, como dice Gustavo González al final de su columna.
Quién es Guillermo Francos, el representante argentino en el BID
La antrozoología institucional habla de llevar la zoofilia al gobierno, es decir, institucionalizarla. La antrozoología estudia la relación entre los seres humanos y los animales, en particular el amor de los primeros por los segundos.
Es la zoofilia la que tiene dos acepciones: la más difundida es del orden sexual, pero la originaria es el amor por los animales. Zoofilia, del griego zoon, dignifica "animal", y philia, "amor".
La relación de los grandes líderes con los animales y el misticismo político viene de larga data. De hecho, la canción que sonó al inicio del programa habla de Calígula, quien es también un caso de estudio en cuanto a su amor por los equinos.
El esoterismo de Javier Milei: habló la veterinaria y "medium" sobre sus conexiones
En cuanto a casos de distintos líderes, Alejandro Magno tenía un caballo, que se llamaba Bucéfalo, con el que fue inseparable desde sus 12 años hasta la muerte del animal en una batalla, y tal fue el dolor de Magno frente al deceso de su caballo que ordenó fundar una ciudad en su honor, Alejandría Bucéfala, ubicada en las cercanías de la tumba del corcel.
Otro célebre caballo es el que tiene que ver con la canción de apertura, el equino de Calígula. Incitato fue el caballo preferido del emperador romano, líder que pasó a la historia por su carácter déspota y cruel, pero también por sus numerosas extravagancias.
Una de ellas fue intentar convertir a su caballo en cónsul y sacerdote, no llegó a formalizar el nombramiento porque él fue asesinado por su propia guardia pretoriana instigada por los demás funcionarios para salvarlos de su despotismo.
Milei, el periodismo y los riesgos de degradar la libertad de prensa
También está el ejemplo de Napoleón, quien tenía 130 caballos, pero su favorito era Marengo, quien lo acompañó durante 15 años en los campos de batalla por toda Europa, desde 1800 cuando fue trasladado desde Egipto para intentar ser convertido en primer cónsul, hasta su última batalla en Waterloo, donde fue herido.
Otro caso de zoofilia, no en el sentido sexual de la palabra, son los ovejeros alemanes de Hitler. Si bien tuvo predilección por esta raza y varios canes durante toda su vida, su preferida fue Blondie, una perra que le regaló uno de los jerarcas nazis.
A su ovejera la llevaba siempre con él, incluso en el búnker de Berlín, que terminó siendo la tumba de ambos. Había un “rumor” sobre que era más cariñoso con el animal que con su propia amante, Eva Braun. Según parece, el dictador ordenó el sacrificio del can cuando las tropas soviéticas ingresaron a Berlín.
En el caso de Calígula, la intención de nombrar cónsul a su caballo fue una de las historias más célebres del tercer emperador romano. Se cree que lo hizo como desprecio al servilismo y pusilanimidad de los senadores, como una forma de ofender a las instituciones públicas del Imperio, mostrando que su trabajo no tenía sentido porque hasta un caballo podía desempeñarlo.
El caballo proveniente de Hispania, no solo tenía su cuadra de mármol con pesebres de marfil, sino que tenía una villa con jardines y sirvientes dedicados a su cuidado.
El segundo caso es el de María Elena Cisneros, la viuda de López Rega, quien aseguró que “yo puedo convertirlo en sapo, sí quiero” y que fue una actividad que dejó al hacerse cristiana. Siendo conocido el papel, de médium, que cumplía el ex ministro de Bienestar Social con Juan Domingo Perón para intentar comunicarlo, entre otros, con Evita.
Guerra de mascotas | Apareció un "gato zurdo" para competir con el perro del PRO
Otro ejemplo es Nicolás Maduro con su pajarito, donde sentía que estaba el espíritu de Hugo Chávez. Aseguró estar solo, una mañana, en la capilla y al orar y recordar al ex presidente venezolano, “entró un pajarito, me dio tres vueltas, se paró en una viga de madera y empezó a silbar. Yo sentí el espíritu de Chávez, como dándonos una bendición”.
Un caso más cercano es el de Jair Bolsonaro, otro amante de los perros, quién firmó la ley contra el maltrato animal como un hecho importantísimo en su presidencia. Haciendo “firmar” el decreto por su perro como testigo.
En el ámbito nacional, Carlos Maslatón habló del misticismo del libertario con la adoración de sus perros fallecidos, y sostuvo que Karina, la hermana de Milei, es con el libertario como López Rega con Perón, y aseguró además que, “es espiritista y habla con los perros muertos”.
Irónicamente, Gustavo González, en su columna, se preguntaba si el país está listo para ser gobernado por Conan. Y a lo largo de la semana, hubo un chiste de Paz y Rudy en Página 12, donde decía que el libertario iba a reducir los Ministerios a cuatro porque solo tenía cuatro perros.
Y más allá de las bromas, la idea de la astrozoología institucional, vale la reflexión respecto de la necesidad de estabilidad emocional que requiere alguien que quiere ser presidente.
MVB JL
