El periodista, Bruno Bimbi, aseguró que “cada país debería mirar lo que pasa en Brasil para evitar que les pase lo mismo”. La estrategia y el avance de las extremas derechas en el mundo, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿A qué le atribuís la expansión del tipo de hechos como el que sucedió en Brasil?
Hay una estrategia global de la extrema derecha, en distintos lugares del mundo, que tiene que ver con minar el sistema democrático a través del uso de teorías conspirativas, fake news, el bombardeo diario de millones de mensajes con informaciones falsas y visiones distorsionadas de la realidad que, a veces, parecen venir de un universo paralelo.
Durante la campaña presidencial que llevó al gobierno a Jair Bolsonaro presencié y participé de debates con personas que parecían estar en otra dimensión. Esto se utilizar a nivel global para intoxicar completamente la discusión pública.
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Ahora, ante el intento de golpe de Estado por parte de los bolsonaristas y lo ocurrido en Brasil, la respuesta era que fue gente contratada por Lula da Silva para dejarlo mal parado a Bolsonaro. Es imposible tener una charla seria si se empieza por ahí.
Que el Gobierno de Lula haya comenzado así, ¿puede ser el inicio de una gestión en la que esto sea moneda corriente?
La situación de Brasil es muy difícil. Lula ganó las elecciones por poco margen y menos del que se esperaba. Inclusive, siendo candidato por una amplia coalición democrática, no fue una elección entre izquierda y derecha, fue mucho más que eso. En la misma aparecen personas que en el pasado habían sido sus contrincantes.
Fernando Henrique Cardoso le dio su apoyo en el balotaje y Gerardo Alckmin, su vicepresidente, fue su rival en la elección anterior a esta. La situación de Brasil es como si Cristina Kirchner y Mauricio Macri hicieran una coalición para ganarle a Javier Milei. El intento de golpe tuvo la complicidad del gobernador del distrito federal y de la Policía de Brasilia.
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Jorge Elías (JE): Hay una tendencia, además de las fake news, a mirarse el ombligo y aprovechar acontecimientos internacionales para sacar ventaja o llevar agua para el molino propio dentro.
No pasa siempre, pero es una práctica generalizada. Cada país debería mirar lo que pasa en Brasil para evitar que les pase lo mismo. Bolsonaro usó un aspecto del sistema electoral, que fue la urna electrónica, para crear una montaña de mentiras y decir que iba a haber fraude. Hay una serie de elementos comunes, no se pueden hacer generalizaciones de todo tipo.
JE: Lo preocupante en Argentina es lo que dijo el Santiago Cafiero al respecto.
Lo preocupante es que Macri se acerque a Milei.
JE: Estamos hablando de institucionalidad y, cuando se atacan los tres poderes en Brasil, se menciona una crisis de gobernabilidad y de instituciones. Aquí lo que habría que respetar son las instituciones. No se debe convertir esto en una pelea de barrio.
Lo que me preocupa mucho es que hay un sector de la derecha argentina que está haciendo lo mismo que el Partido Popular en España, un sector del republicano en Estados Unidos, entre otros. Naturalizar las prácticas de extrema derecha fue lo que llevó a la presidencia a Bolsonaro.
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JE: Jair Bolsonaro contrató a Steve Bannon, que fue el artífice de la victoria de Trump en 2016.
Hay una coordinación global. Veo cosas en España que pasaron en Brasil hace diez años y las observo desde lejos en Argentina. Quién se hubiera imaginado que un personaje como Milei podía ser una opción respetable para sentarse en la misma mesa con políticos profesionales.
En Brasil empezaron a darle espacio a figuras como Bolsonaro, que expresaban un discurso misógino, racista, homofóbico, xenófobo, antidemocrático, defendían la dictadura, la tortura, y la pena de muerte. Utilizaban todo eso para atacar al gobierno del PT.
Me temo que el macrismo esté cometiendo el mismo error, que es uno que los perjudicará a ellos y, sobre todo, a la Argentina.
BL JL