En medio de la recta final de sus mandatos y de la transición gubernamental, la incertidumbre persiste sobre cómo las discrepancias entre Juan Schiaretti y Martín Llaryora al respecto de la candidatura de Massa podrían afectar las alianzas y la estabilidad política en Córdoba y a nivel nacional.
Juan Schiaretti y Martín Llaryora |
Cedoc
Desde Córdoba, un territorio central en la política argentina, resuenan sonidos de tensiones y desafíos en un momento crucial: la recta final del mandato de Juan Schiaretti como gobernador y la transición hacia la gestión de Martín Llaryora. La pregunta que sobrevuela la escena es si las discrepancias internas tendrán un impacto tangible en el electorado, especialmente después de la destacada performance de Javier Milei en las recientes elecciones, comentó Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
En este contexto, las fisuras entre Juan Schiaretti y Llaryora se manifiestan con claridad, especialmente en las posturas respecto a Sergio Massa. Mientras Schiaretti critica con vehemencia al candidato oficialista, Llaryora insinúa un tono más conciliador.
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El partido justicialista de San Francisco, ubicado en una de las zonas sensibles de la Pampa húmeda y alineado con Llaryora, sorprendentemente anunció su respaldo a la candidatura de Massa en las próximas elecciones, desafiando la corriente liderada por Milei y que prepondera en esas geografías.
Un pronunciamiento significativo emergió desde Córdoba capital, donde Javier Pretto, ex presidente del PRO Cordobés y ahora compañero de fórmula de Daniel Passerini, el sucesor de Llaryora como intendente de la capital de esa provincia, rompe con las expectativas al llamar públicamente a votar por Javier Milei.
La interpretación de esta acción genera especulaciones: ¿es una estrategia para alinear la presidencia? En Córdoba, las opiniones difieren; algunos creen que es un intento de establecer orden en la política, mientras otros sostienen que la decisión de Pretto fue más personal, sin descartar la influencia de un posible llamado de Mauricio Macri.
Estos movimientos en el núcleo del cordobesismo no solo añaden complejidad al escenario político local, sino que también proyectan sombras sobre el futuro político nacional, destacando las tensiones y desafíos que enfrenta el peronismo cordobés en el camino hacia el 10 de diciembre y más allá.
