MODO FONTEVECCHIA
Apertura de Modo Fontevecchia

Día 60: Gobernadores vs Milei 

Javier Milei cometió varios errores desde el comienzo de su gestión, pero tal vez el más importante fue enfrentarse a los gobernadores del interior. El Presidente debe comprender que desde la reforma constitucional de 1994, los recursos naturales son de las provincias en los que se encuentran. 

Gobernadores durante la reunión que mantuvieron con el ministro del Interior, Guillermo Francos
Gobernadores durante la reunión que mantuvieron con el ministro del Interior, Guillermo Francos | NA

“Tras una derrota parlamentaria, el Presidente debería tentar de desenojarse con los gobernadores, porque sabe que el principal resultado electoral del país no fue solamente el del presidente. Todos los gobernadores tuvieron más votos en sus provincias que los que tuvo el propio Milei. En esa pelea con los gobernadores, el Gobierno nacional tiene todo para perder”, señaló Jorge Fontevecchia en la apertura de  Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del jueves  8 de febrero del 2024.

Tras la estrepitosa caída de la mega ley ómnibus, el Gobierno inauguró un nuevo capítulo en la disputa entre nación y provincias por la “traición” y “rebeldía” que los gobernadores aliados mantuvieron hasta último momento en el tratamiento de la ley. 

Javier Milei cometió varios errores desde el comienzo de su gestión. Pero tal vez el más importante, el que explique gran parte de su derrota, no es enfrentarse a los diputados o a lo que él denomina “casta”, sino enfrentarse a los gobernadores del interior, porque muchos de ellos tuvieron más votos y legitimación que el propio Milei. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Javier Milei: "La Ley de Bases les sacó la careta a los delincuentes que arruinan al país" 

Estos mandatarios locales evidentemente no fueron alcanzados por el hartazgo de la política y evidentemente no son percibidos como la casta. Además, no parece muy sensato enfrentar a los gobernadores que controlan recursos estratégicos para el funcionamiento del país. Solo por tomar el ejemplo de Neuquén, el gobernador Rolo Figueroa puede desabastecer de nafta, gas y luz a un tercio del país con una sola decisión. Las provincias están en un momento fiscal muy apretado y necesitan una discusión del reparto de la coparticipación para poder hacer frente a los pagos de los salarios y otras necesidades. El Presidente, ante estas actitudes, sólo ha anunciado y amenazado con “dejar sin un mango” a las provincias, además de que los llama “traidores” que están a favor de los privilegios, a los derechos de las provincias que son preexistentes a la nación.

Resumen histórico

Desde 1819 en el país se fueron definiendo claramente dos tendencias políticas: los federales, partidarios de las autonomías provinciales, y los unitarios, partidarios del poder central de Buenos Aires. Estas disputas políticas tenían un sustrato económico que se mantiene hasta el día de hoy: la lucha entre el puerto, que cobraba los derechos de importación y exportación, y las provincias, que producían la riqueza del país.  

En ese momento, estas peleas terminaron en una larga guerra civil cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al Directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobernó por su cuenta. La principal beneficiada por la situación fue Buenos Aires, la provincia más rica, que retuvo para sí las rentas de la Aduana y los negocios del puerto. Luego vino la épica de Rosas. En 1829 uno de los estancieros más poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas, asumió la gobernación de Buenos Aires y ejerció una enorme influencia sobre todo el país. Rosas se opuso a la organización nacional y a la sanción de una constitución, porque ello hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto del país y la pérdida de la hegemonía porteña. Luego el llamado Restaurador de Las Leyes fue derrotado por el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza y el Ejército Grande. 

Guillermo Francos anticipó que el Gobierno no coparticipará del impuesto PAÍS 

Urquiza convocó a un Congreso Constituyente en Santa Fe, que en mayo de 1853 sancionó la Constitución Nacional. Pero, aunque ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos. Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina dieron un golpe de Estado, conocido como la «Revolución del 11 de Septiembre de 1852». A partir de entonces, el país quedó por casi diez años dividido en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederación, que era el resto de las provincias con capital en Paraná. 

Imaginen lo profundo de este conflicto histórico, que nuestro país durante diez años estuvo dividido. La separación duró hasta 1861, cuando el líder porteño Bartolomé Mitre derrotó a Urquiza en Pavón y unificó al país bajo la tutela porteña. Luego, las presidencias fundacionales de Mitre, Sarmiento y Avellaneda terminaron de concretar este orden. 

Obviamente, estas discusiones entre Buenos Aires y las provincias tuvieron sus manifestaciones en la historia reciente, desde el regreso de la democracia. 

En el Gobierno buscan que truene el escarmiento 

En el año 2008, año del conflicto entre el gobierno kirchnerista y el campo. El entonces gobernador De La Sota quedó enfrentado con el gobierno nacional por este tema. 

“necesitaban plata y decidieron meterle la mano en el bolsillo a nuestros chacareros’’, declaraba De La Sota, además de definir como "absurdamente injustas’’ a las retenciones que se aplicaron en ese momento.

Los gobernadores siguieron con los reclamos a lo largo de los años y lo que hoy dice Llaryora es lo mismo que decía De La Sota en el año 2008. No tiene nada que ver con el kirchnerismo, señalar que quienes votaron en contra de la ley ómnibus lo hicieron por el kirchnerismo es un método que refleja todo lo contrario, votan en contra del Gobierno central.

Bullrich le respondió a Larreta y acusó a una parte de JxC de unirse al kirchnerismo 

Bastante tiempo después, el entonces gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, enfrentó al gobierno de Mauricio Macri y lo acusó de utilizar fondos provinciales de manera indebida. En un medio televisivo, en el año 2019, Juan Manuel Urtubey, declaró que el Gobierno de Mauricio Macri “utilizó fondos que son de las provincias para una política nacional’’.

Por otro lado, durante el Gobierno de Alberto Fernández, este conflicto se vio extrañamente trastocado. En esta ocasión, el reclamo fue impulsado por la Ciudad de Buenos Aires. 

En el año 2020, Horacio Rodriguez Larreta desde una conferencia señalaba que se eligió “deteriorar” la convivencia política que se había logrado sobre la quita de la coparticipación de Alberto Fernández. “Se eligió la división”, apuntaba Larreta.

Cómo votó cada diputado en la aprobación en general de la Ley Omnibus 

Es interesante entenderlo desde el punto de vista geográfico, la discusión entre el puerto y las provincias no era entre la Ciudad de Buenos Aires y las provincias, era entre la provincia de Buenos Aires, que incluía la Ciudad. En este relato de la historia falta la construcción de la ciudad de La Plata como la capital de la provincia de Buenos Aires y convertir a la Ciudad de Buenos Aires en territorio federal. 

Luego, con la constitución del 94’ se constituyó a la Ciudad de Buenos Aires ya no más como territorio federal, sino como una provincia más. A partir de que se crea la Ciudad de Buenos Aires con carácter de provincia, se vuelve a crear el mismo problema que tenían las provincias, que no era con Buenos Aires, era con el Gobierno Nacional. Es interesante que antes era con la Provincia de Buenos Aires, después con la Ciudad de Buenos Aires y finalmente con la Nación, que es la que controla los recursos coparticipables y no coparticipables.

Llegado a la actualidad, el Gobierno intentó discutir con los gobernadores, la aprobación del paquete fiscal de la Ley Ómnibus que incluía el aumento de las retenciones al campo. 

En declaraciones para los medios en enero de este año, el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, remarcó que no iba a ponerse del lado del Gobierno aunque pretendan “subordinar con la billetera”. “Bajo ningún concepto vamos a acompañar lo que es un aumento de retenciones al campo y a la industria”, declaraba el gobernador de Santa Fe.

 A fines del año pasado, también las voces cordobesas se hacían oír fuerte. El gobernador Martín Llaryora ya le había pedido a sus legisladores que no voten ningún aumento de las retenciones.

A su vez, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, le pidió al Gobierno actual que “no tire más de la soga”. “Es la nación la que nos debe a nosotros, la que tiene que rendir cuentas con la provincia”, remarcó Torres. 

Caputo dijo que los gobernadores "creyeron tener más poder del que tienen" y lanzó: "Todo es un curro en este país" 

Desde el 2008 al 2024, pasaron 16 años y las posiciones del Gobierno nacional y los gobernadores de las provincias del interior con producción agropecuaria son las mismas. Algo que demuestra la falacia de que los que votaron en contra de la ley ómnibus estaban con los kirchneristas, los mismos gobernadores le reclamaban al kirchnerismo cuando éste gobernaba y las quejas se escuchan desde gobernadores opuestos al kirchnerismo.  Podríamos decir que, sin embargo, Milei en vez de hacer una lectura correcta sobre que en realidad no es un problema de kirchnerismo o no kirchnerismo, sino un problema transversal de todos los gobernadores al poder central profundiza la grieta.

Milei fue mucho más allá y amenazó a los gobernadores con profundizar el ajuste a las partidas provinciales y se filtró que en una reunión dijo que los “iba a dejar a todos sin un mango”. El Presidente debe comprender que desde la reforma constitucional de 1994, los recursos naturales son de las provincias en los que se encuentran. Por lo tanto, estos son controlados por los gobernadores. 

Luego de la amenaza nacional, el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, aseguró en Radio 10 que si asi lo quisieran, podrían “dejar al Gobierno sin energía”

Tras una derrota parlamentaria, el Presidente debería tentar de desenojarse con los gobernadores, porque sabe que el principal resultado electoral del país no fue solamente el del presidente. Todos los gobernadores tuvieron más votos en sus provincias que los que tuvo el propio Milei. En esa pelea con los gobernadores, el Gobierno nacional tiene todo para perder. Ayer, el  ministro del Interior, Guillermo Francos, planteó una alternativa: hacer una consulta popular. Oscar Zago, jefe de la banca oficialista, planteó que no tenía sentido volver a enviar el proyecto de Ley Ómnibus porque cree que “la van a destrozar”.

Incluso, se especuló con la alternativa de que el Gobierno enojado no enviase ningún proyecto de ley durante todo el 2024. Desde el lado del Gobierno se dice que esto sirvió para sacarse la careta y mostrar quién es quién, quienes están por el “cambio” y quienes no. También sirvió para sacarse la careta con los modos con los que cada uno ejerce la responsabilidad que le toca en la administración de lo público. En el caso de Milei, cuando decidieron modificar su paquete fiscal, decidió retirarlo y cuando quisieron modificar el resto de la ley, retiró la ley. Lo que hay es un planteo en modo kamikaze, un todo o nada que nos coloca en la puerta de un eventual conflicto de poderes, que se puede producir entre el Poder Ejecutivo nacional y el Legislativo, entre el Ejecutivo y la Justicia y entre el Poder Ejecutivo Nacional y los poderes ejecutivos provinciales. Ojalá que el Presidente recapacite.

VF DC FM