Eduardo Levy Yeyati alerta que, para llegar al final de su mandato, el Gobierno está empleando mecanismos que pueden traer consecuencias negativas en el futuro. “Este financiamiento dolarizado de corto plazo para llegar a fin de año puede generar una situación de fragilidad financiera”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Ayer, Juntos por el Cambio publicó un video donde da a entender que la bomba de la economía argentina estallará en 2024. ¿Es responsable plantear la situación en estos términos, aún sabiendo que previsiones y declaraciones de este tipo pueden afectar a la economía?
El comunicado no dice que hay una bomba, advierte que algunos de los elementos que está utilizando o que podría utilizar el Gobierno para llegar a fin de año ante la falta de financiamiento, incluso en pesos, que está padeciendo, aumentan la exposición de corto plazo, es decir, lo que hay que pagar en el 2024 o 2025 en moneda extranjera, con un tipo de cambio que está artificialmente atrasado. Lo mismo que se hizo en el 2015 con la venta de dólares futuros antes de terminar el Gobierno.
Este financiamiento dolarizado de corto plazo para llegar a fin de año puede generar una situación de fragilidad financiera, eso es lo que se está advirtiendo.
Los indicios se ven, por ejemplo en bonos duales, que son bonos en dólares, que se pagan en pesos o en dólares, según cual sea el mayor retorno. Se habla de un financiamiento de préstamo de corto plazo colateralizado, garantizado por deuda pública, que es también en dólares, y con una tasa que podría rondar 10% o más y en corto plazo. También se menciona de que se darían autorizaciones de importación que luego quedan a pagar con divisas para el año que viene.
Hay una serie de mecanismos que hoy están de manera incipiente y que el Gobierno, frente a la demanda de dólares y en un contexto de controles, puede llegar a habilitar, generando un pasivo contingente muy importante para el 2024.
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Lo que hace la oposición es advertir que eso es pan para hoy y hambre para mañana, porque compromete recursos fiscales para la próxima administración del Ejecutivo.
La “bomba” es el resumen mediático. Entiendo que este tipo de términos tengan popularidad y sirvan para circular esta información de manera más “ganchera”, pero lo que se plantea es que estas medidas son peligrosas, relevantes. Hacemos una advertencia hacia el futuro.
Hoy, esta deuda no es inmanejable, pero si la manejamos mal en los próximos meses, puede generar una situación de fragilidad financiera. La advertencia es una muestra de responsabilidad.
El propio economista de Patricia Bullrich había dicho que lo que estaba haciendo Sergio Massa era “alargar la mecha y agrandar la bomba”. Es decir, la palabra “bomba” no es responsabilidad de nosotros los medios, sino que fue una síntesis usada desde sectores de Juntos por el Cambio.
La palabra “bomba” utilizada en el comunicado de Juntos por el Cambio es desafortunada, pero de todas formas se utiliza como metáfora de algo que está muy bien especificado. Cuáles son los elementos de los que se advierte. El comunicado trataba de balancear esto y la necesidad de que si no se maneja bien el financiamiento de los próximos nueve meses estamos comprometiendo el futuro del país.
¿En Juntos por el Cambio están llegando a acuerdos y limando las diferencias entre quienes tienen posiciones más extremas y quienes son más moderados?
Hay equipos profesionales que cubren muchas áreas, no solo la económica. Hay un montón de otros profesionales de otras disciplinas trabajando en muchos temas. Hay mucho foco, de parte de la prensa, en la gente, y en los políticos, al plan de estabilización, y el manejo económico y financiero porque es algo que se ve como urgente. Los profesionales pensamos qué es lo que no debería hacerse porque es peligroso, y después el plano político, que es el que toma las decisiones, define sobre esas opciones.
La reunión del lunes fue una especie de feedback entre profesionales y políticos. Es ingenuo pensar que 100 economistas se juntan en una habitación y piensan un plan para que se lleve a cabo, porque esto tiene un componente político y la convergencia se da más en lo político que en lo técnico.
¿Cómo se está dando esa convergencia en lo político de las ideas económicas? ¿Cuál pensás que es el plan que presentaría Juntos por el Cambio?
Hace mucho que no hacemos política monetaria consistente, hacerlo es disruptivo en Argentina, porque hace décadas que no se tiene, ni siquiera en la convertibilidad. Tiendo a pensar que debemos hacer las cosas que hicieron nuestros vecinos, que lograron estabilizarse hace décadas. Esa discusión todavía tiene que saldarse.
Una de las líneas de debate es justametne esa, ¿qué queremos decir en Argentina con “ser disruptivos”?
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¿Tendría que ver con el grado de profundidad y velocidad que tandría colocar la macroeconomía en orden?
No, para nada.
Yo no lo llamaría “ortodoxia”, porque la ortodoxia sería plantear metas de inflación, política monetaria, y dejar al BCRA la responsabilidad de bajar la inflación, algo que creo que no puede por sí solo, aunque tampoco se puede hacer sin el Banco Central.
Hay una batería de políticas simultáneas que tenés que implementar, que implican balance fiscal, que implican balance fiscal, una política monetaria más transparente y la recuperación del financiamiento.
No tiene que ver con la velocidad porque la política convencional la tenés que hacer inmediatamente. No tenés tiempo para experimentar.
Por la misma razón, las políticas creativas son riesgosas, porque no tenés tiempo para probar. Lo de la velocidad ha quedado saldado con la falta de financiamiento. Si no tenés como financiar tu tiempo de experimentación, tenés que aplicar la batería de medidas inmediatamente.
Me parece que tiene que ver con el enfoque. La creatividad tiende a buscar “balas de plata” en situaciones complejas, y yo creo que hay que hacer cosas, a priori, poco creativas, para estabilizar las cosas. Una vez que estabilicemos la economía tendremos más tiempo para pensar.
¿Imaginás que la sociedad está preparada para, el diez de diciembre, sin respiro, pasar a una macroeconomía ordenada rápidamente?
El ordenamiento de la economía, yo creo que la sociedad lo está pidiendo, y cada vez más visiblemente. Se expresa en las encuestas, el pedido de estabilidad salarial, por ejemplo. Hay una demanda, la baja de inflación es una demanda de la sociedad.
El Gobierno que consiga estabilizar el primer año va a encontrar apoyo político para hacer otras reformas. Si no se hace el primer año, quizás se pierda esa ventana.
La pregunta es por los costos políticos para producir el ajuste de las cuentas públicas que, inicialmente, tendrá grandes perdedores… ¿no?
Si. Pero si lo hacés con un mínimo de criterio social, no necesariamente esa estabilización va a castigar a los más vulnerables. Si bajás la inflación, aumentás el poder adquisitivo para un mismo sueldo, aún si estos se ajustan por inflación.
No vas a poder aplicar un plan de estabilización sin tener políticas de inclusión social, de formación laboral, de facilitación del trabajo, etc. Hay una batería de medidas que se tienen que tomar.
Los equipos económicos no están pensando solamente en cómo bajar la inflación, sino en un cambio de régimen que incluya reformas tributarias, laborales, previsionales, de desburocratización de la sociedad, que hagan que algunos de los perdedores vayan a verse beneficiados por esta otra parte de las medidas.
¿La creatividad estaría en poder producir un reordenamiento de la economía y un plan de estabilización sin que haya costos y ajustes recesivos?
Hace muchos años que estamos errando las políticas. Podríamos haber estado creciendo, como varios de nuestros vecinos, y hoy estaríamos en un nivel de ingreso, de distribución y pobreza mejor de como estamos ahora.
Si ordenamos la macro e implementamos algunas de las reformas que mencioné, deberíamos converger rápidamente hacia ese nivel contrafáctico y vida alternativa que debería tener el país en los primeros años con beneficios inmediatos.
No estamos aspirando a hacer un ajuste con el que la gente sufra poco. Estamos pensando en un ajuste que implique un cambio de régimen para que Argentina pegue un salto.
Al final del camino hay un ingreso mucho mejor esperándonos.
Pero al principio, los primeros tres meses, para sintetizar ¿Habría recesión? ¿Se puede hacer esa corrección de la macro sin afectar el consumo?
Depende cómo lleguemos. Si el Gobierno genera medidas que tensan la capacidad fiscal de la próxima administración vas a tener que hacer ajustes más profundos.
Ahora, uno tiene que comparar el año que viene con lo que pasaría si no hicieras estas políticas de ajuste. Venimos perdiendo PBI per cápita, y esto lo confirmó el último censo.
Si continuamos con estas políticas de “emparche”, tendríamos una contracción económica de 2 o 3 puntos. Si hacemos una estabilización con reformas en el primer año, mi respuesta es que creceremos más que eso.
Vos planteás que de cualquier forma, si no se hicieran cambios, habrá un ajuste del consumo, la diferencia es invertir ese ajuste en el consumo para que haya crecimiento o mantener el status quo que perpetúe el estancamiento ¿ese sería el planteo?
Lo pienso más en el nivel de ingresos. Necesitamos invertir, en Argentina se invierte poco.
Si lográs que los privados inviertan, tendrás un nivel de ingresos distinto. Luego, será tarea del Estado, con sus políticas, que ese aumento del ingreso sea distribuido de manera justa.
BL FM