"Abrimos el programa con la canción ‘Vete’, de Fer Palacios y DJ Alex, porque Sergio Massa dijo que está decidido a mejorar la economía para así dejar de depender del Fondo Monetario Internacional, como hizo Néstor Kirchner hace más de una década", afirmó Jorge Fontevecchia en su editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), de este jueves 29 de junio.
La verdadera grieta es la de la economía, es la de las distintas visiones que se tienen de lo que hay que hacer y el país resultante que habría si aplicáramos una u otra terapia.
Anoche fue un escándalo en todos los canales de televisión de noticias, escándalo que habíamos adelantado en este programa, respecto de que se peleaban todos contra todos, y la fuerte pelea, también ayer, aplacada por las imágenes de cohesión dentro de lo que ahora es Unión por la Patria.
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Habíamos comenzado a la mañana con el testimonio de Horacio Rodríguez Larreta diciendo que "el gobierno de Mauricio Macri había fracasado económicamente", a lo que a la tarde, en un reportaje que le hace Clarín, Patricia Bullrich respondió diciendo que le parecía de una "enorme bajeza moral, oportunismo y falta de ética que Larreta, que se jacta de haber trabajado 20 años con Macri, haga cualquier cosa con tal de conseguir un voto".
Es evidente que la economía de Macri fracasó, y también fracasa la actual y la precedente de Macri. Es decir, fracasaron Cristina Kirchner, Macri y el actual dúo de ministros de Economía que tuvimos, Sergio Massa y Martín Guzmán.
Aquí la discusión que tenemos es cómo se crece y distribuye la renta con distintos modelos de capitalismo. Primero, tenemos la discusión respecto de lo que Cristina mostró acerca de cómo la renta se fue hacia el capital y no hacia el mundo del trabajo en todos los países. Por otro lado, cuánto la inflación produce eso, cuánto el Estado y cuánto el mercado.
La coyuntura tiene que ver con el problema cambiario que tiene Argentina que, como todos sabemos, mantiene un dólar libre que vale el doble en promedio que el dólar oficial.
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Ahí se generó una polémica entre dos economistas, ambos de Larreta, entre Hernán Lacunza que decía que “si levanta el cepo sin hacer nada, se va a desplomar la demanda de pesos", y José Luis Espert diciendo que hay que salir del cepo de manera urgente.
"Si se levanta el cepo sin hacer nada se va a desplomar la demanda de pesos, vamos a querer sacarnos todos los pesos de encima que hoy tenemos artificialmente. Entonces, si se desploma la demanda de pesos, o sea, que queremos sacarnos los pesos en un día, tenés una hiperinflación, porque corremos todos contra el peso", explicó Lacunza.
Y agregó que es "todo lo contrario a decir que el cepo hay que dejarlo. Lo único que hay que hacer es cambiarlo gradualmente, lo antes posible, porque si tardás cuatro años, fracasaste".
Vale decir que él tuvo que colocar el cepo en el momento en que se producía una enorme volatilidad, después de que había quedado totalmente debilitado el gobierno de Macri, habiendo perdido en las PASO por una diferencia que hacía presumible que perdiera en primera vuelta, es decir, cinco meses antes de la entrega del gobierno.
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Espert, en conversación con Pepe Gil Vidal, en Canal E, opinó que "hay que salir del cepo de manera urgente. Y hay que hacer dos cosas adicionales: un presidente anunciando en cadena nacional que se compromete a que el Banco Central no emita más pesos para financiar el Estado y, al mismo tiempo, anunciar un congelamiento total del gasto público en pesos".
Además, resaltó que "si se hacen estas tres cosas, la eliminación del cepo, la unificación del mercado cambiario y la eliminación del control de precios, no termina en un descontrol inflacionario. Esta es una tarea que debería hacer el Gobierno, que fue el que creó este monstruo de controles de precios y cepo cambiario".
"Para el Fondo Monetario Internacional, el aumento de las ganancias de las empresas explica buena parte de la inflación reciente. Teléfono para el ministro y candidato. Esta es la verdad de lo que está pasando", señaló Cristina Kirchner el pasado lunes, explicando un gráfico que representaba el crecimiento de las empresas a partir de la pandemia.
No cabe ninguna duda de que en todas partes del mundo, en todas las épocas, hay puja entre los distintos sectores. Si existe la posibilidad de que el capital capture más renta, va a intentar capturarla. El punto es cómo crear las condiciones y los gobiernos tienen que crearlas.
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Las condiciones de inestabilidad permiten que uno de los dos sectores gane posición sobre el otro, es decir, cuando aumenta la inflación se incrementa también la captura de renta del capital en todas partes del mundo.
Teniendo en cuenta el gráfico mostrado por la Vicepresidenta, a mayo de este año, o sea, a dos años de la pandemia, Inglaterra tiene acumulado interanual 9% de inflación, que para una moneda como la libra es como para nosotros tener 100%.
Italia, otro país que siempre tuvo alta inflación en el pasado, antes del euro, tiene 8% de inflación. Esto permite que el sector con más poder (el del capital) en todas partes del mundo trate de capturar más renta. Eso es indiscutible, hace a la esencia del ser humano.
Adam Smith escribió en el siglo XVIII que “no tenemos el pan cada mañana por la benevolencia del panadero sino por su egoísmo. La suma de los egoísmos individuales construye el bien común". Y la función del Estado es crear las condiciones para que esa naturaleza humana de cazador, que tiene el capitalismo, se canalice en el bien común y no en el individual solamente, y el mal común.
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Hay discusiones sobre esto y un punto de inflexión fue la crisis de las hipotecas en 2007. Miguel Ángel Pichetto marcaba algo, y es que desde la caída del Muro de Berlín, el capitalismo dejó de tener la competencia de un sistema alternativo, que era el sistema de economía planificada de la ex Unión Soviética; hubo un crecimiento del 1% más rico de captura de rentas del total de la renta de la humanidad.
Es evidente que la crisis de las hipotecas del 2007 fue el punto cúlmine de la desregulación más dura, que comenzó con la caída del Muro de Berlín a fines del '89, hasta este punto de inflexión en 2007, y que tiene que ver con lo que se llamó la "corriente neoliberal" en todas partes del mundo.
Frente a eso, en todo el mundo hay otra discusión económica respecto del grado de participación que tiene que tener el Estado en la economía, y hay un regreso, si se quiere, al centro, y una disputa del capitalismo asiático, que es un capitalismo con un sistema político en el que el Estado tiene una participación mayor. Es decir, hoy, probablemente podríamos afirmar que la disputa de modelos es entre distintas formas de economía capitalista: la asiática y la occidental.
Vale marcar que, a veces, tenemos desde nuestras estructuras culturales visiones antiguas. Por ejemplo, ocho de cada diez exportaciones de Argentina van a países emergentes, es decir, asiáticos. Todavía tenemos una mirada europeocéntrica cuando el mundo se trasladó económicamente a Asia.
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Allí está el ejemplo de los famosos tigres asiáticos, que primero eran cuatro y luego fueron siete. Los primeros cuatro eran Corea, Taiwán, Hong Kong y Singapur, en los '70. Lo que llevó en 1978 a Deng Xiaoping a decir "enriquecerse es magnífico, enriquecerse es sublime". Él también hizo el cambio de la economía planificada a la economía capitalista, que planteaba que no importa que el gato sea blanco o negro, sino que lo que importa es que cace ratones.
Los tigres asiáticos fueron los que inspiraron a Deng Xiaoping en el cambio de la economía cerrada a la economía abierta capitalista. Posteriormente, se sumaron Malasia, Tailandia, Vietnam y Filipinas, aunque también mencionamos los casos de Singapur y Corea.
Es muy importante entender que allí tenemos una discusión de fondo respecto de cuál es el modelo económico, que vuelve a la discusión entre la mirada, si se quiere, más equilibrada de Estado y mercado, que podría tener Larreta, contra una economía más privada y menos de Estado, que tendría Bullrich, que se infiere más cercana a la de Macri.
"El Fondo decía que no pongamos el gasoducto en el primer semestre porque podía esperar, pero que sí debíamos cumplir con la meta fiscal. En diciembre, fue una pelea fenomenal. Ahora, para Argentina este año son 2 mil millones de dólares de ahorro, y para el 2024 son casi 3800 millones de dólares de ahorro. El gasoducto se suspendió en 2019 porque el gobierno anterior aceptó la condición del Fondo de postergar obra pública", exclamó Sergio Massa.
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Por su parte, Elisa Carrió afirmó que "el modelo que interpreta Macri dice que hay que ajustar todo, y yo a eso le contesto que está tan ajustada la clase media, que si ajusta todo y no crece, lo que hará es estallar la Argentina. El modelo que sostenemos y trabajamos mucho con Alfonso Prat-Gay, entre otros, es abrir la economía, liberar al campo y las pymes y unificar mercados".
Cabe recordar que Prat-Gay venía de la Coalición Cívica y llegó así al gobierno de Macri. Incluso había sido candidato a diputado con Lilita. De hecho, Macri lo tenía como ministro de Economía, pese a que al año lo echó, y había una disputa entre los más neoliberales, como Federico Sturzenegger.
Lo que dice Carrió de "yo no fui a la derecha, Macri vino al centro", es que aquel Macri de Jaime Durán Barba y Marcos Peña sacó el neoliberalismo del PRO en sus orígenes para llevarlo hacia el centro.
La discusión en el fondo, respecto de Bullrich y Larreta, en una columna que publica hoy Roberto García en Perfil, marca que el mantra de la campaña de Bullrich es que "Massa y Larreta son lo mismo". Eso coincidiría con el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, quien afirmó que Larreta y Massa piensan muy parecido.
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"Seríamos muy boludos si tenemos que ir al Fondo a preguntar qué hay que hacer", fueron los dichos de Carlos Melconian, en Radio Mitre, acerca de que el país no tiene que depender o recurrir al FMI para salir de la situación en la que está.
Dice lo mismo que Larreta, que el plan de Macri fracasó. Cuando uno va al Fondo es porque fracasó y no tiene plan, y coincide en esto con Massa, al que Melconian había catalogado como "Caruso Lombardi", porque venía a sacar los equipos del descenso".
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El fracaso de Argentina no es de un solo gobierno y el Fondo es una institución financiera y económica de desarrollo. Es como ir y pedirle consejos de una empresa al financiero, el cual está preocupado por la caja y el corto plazo.
La economía de un país tiene que ver con la producción, el desarrollo y la visión estratégica, que de ninguna manera pasan por el Fondo. El mejor ejemplo es lo de Massa y el gasoducto. Del Fondo hay que salir, no es el problema, es apenas una consecuencia de nuestra falta de plan económico o del plan económico fracasado.
BL JL
