Gerardo Ramos, docente de teología en la Universidad Católica Argentina (UCA), dialogó con Jorge Fontevecchia en Radio Perfil sobre el significado de las Pascuas y el mensaje de la Iglesia frente a la guerra en Ucrania.
Quisiera entender, ¿cuál es el valor de esta fiesta litúrgica desde la perspectiva cristiana?
Es un tiempo particular y central, tanto para los judíos como para los cristianos, de hecho las Pascuas cristianas tiene todo un simbolismo que se apoya en los textos de la Torá y se resignifica a partir de la figura de Jesús, muerto y resucitado, como sentido último de la existencia humana. Es aquel que inserta en un horizonte de sentido todos esos sinsentidos, como la guerra en Ucrania.
Justamente, Jesús es víctima de la injusticia, es como una expresión del hombre desfigurado y, aún así, no fue la última palabra sobre su propia vida, sino que la última la tiene Dios, que lo resucita. Para la fe de los cristianos, esto es así, la situación más dramática e injusta de aniquilamiento humano no tiene la última palabra, sino la resurrección y la vida. Por eso es una buena noticia la celebración de las Pascuas, que viene acompañada también por la naturaleza, por la creación.
En la misa del Domingo de Ramos, el papa Francisco pidió una "tregua Pascual" en Ucrania
¿Cuál podría ser el mensaje actual, en este contexto geopolítico mundial, desde la perspectiva pascual?
Frente a la guerra en Ucrania, llama la atención cómo actúan ciertas instituciones religiosas, porque me parece llamativo que jerarcas de la Iglesia de Rusia bendicen con los tanques de fondo y eso no habla bien del cristianismo. Pero, cada persona, tiene una visión condicionada por el contexto en el que está viviendo, porque también tenemos los ejemplos inversos en Ucrania y las comunidades religiosas que apoyan la paz y se ponen del lado del pueblo oprimido.
En su reaparición, Cristina Kirchner usó un rosario
¿Cuál es el tronco común que tiene la Iglesia ortodoxa rusa con la católica?
Hay dos mundos culturales muy diferentes de base, incluso previos al cristianismo, en el Imperio Romano de Oriente y Occidente, porque el romano occidental es más práctico, asociado al orden y a las instituciones; en cambio, el oriental es más especulativo y metafísico. Eso fue plasmando por dos tradiciones bien diferentes, si bien el cristianismo tiene origen en Occidente, los primeros autores cristianos son de Oriente. Después hubo una cuestión política, que se dio cuando cayó Bizancio en 1453, en manos de los turcos y hubo un desplazamiento de ese mundo al ruso, que tiene su origen en Kiev.
Una reflexión final sobre el significado de la Pascua en este contexto, desde la perspectiva cristiana...
Esta celebración tiene un sentido personal, más allá de la coyuntura internacional en la que vivimos. Tenemos que hacer una lectura ligada con nuestro tiempo, pero siempre hay una dimensión trascendente, es decir, una cierta originalidad que habla a cada uno de nosotros. La Pascua siempre dice que la esperanza, la resurrección y la vida son el último horizonte en la existencia de toda persona, más allá de las vicisitudes que le toquen vivir. Lo que parece mera oscuridad, cuando se mira con atención y le damos tiempo al silencio y a Dios, empiezan a verse aspectos luminosos que antes no advertíamos.
