Jaime Durán Barba: "El kirchnerismo en la Argentina colapsa"
El analista tituló su última columna "Colapsa la política", en referencia a la irrupción de nuevas figuras sobre las ya instaladas. "No creo que las ideas progresistas hayan caducado, hay que reinventarlas", resaltó.
Jaime Durán Barba, en la entrevista con Jorge Fontevecchia |
Sergio Piemonte
Jaime Durán Barba, reconocido asesor político, afirmó que las elecciones en Ecuador confirmaron que existe una tendencia al triunfo de figuras nuevas sobre figuras ya instaladas. “Noboa le ganó a Rafael Correa, que pierde por segunda vez consecutiva”, explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
El presidente electo de Ecuador (Daniel Noboa) fue también un alumno tuyo, felicitaciones. Esto confirma el apodo que te puso Netflix en la serie: “Hacedor de presidentes”.
Es mérito de los candidatos. Yo los he ayudado con consejos, pero son ellos los protagonistas.
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Pero sí es posible leer tendencias. El triunfo de Daniel Noboa confirma la tendencia al triunfo de figuras nuevas sobre figuras ya instaladas.
Rafael Correa ha sido protagonista de la política ecuatoriana durante casi 20 años, ha tenido centralidad en la política. Puso una candidata que era una referencia, el candidato era él. Hizo spots, intervino activamente en la campaña.
Noboa le ganó a Rafael Correa, que pierde por segunda vez consecutiva. Tanto para Correa, como para el conjunto del “socialismo del siglo XXI”, está llegando el fin.
Creo que el kirchnerismo en la Argentina colapsa; Petro, en Colombia, tiene un problema descomunal; Castillo voló por los aires, Boric, en Chile, tiene problemas muy agudos. Es un proyecto que caducó, en este tiempo histórico que se aceleró mucho con las redes.
¿Creés que estamos frente a un significante, un fin del socialismo bolivariano del siglo XXI, donde todos los candidatos que lo representaron, o sus herederos, están quedando en el pasado, poniendo fin a aquella época que comenzó a principios del siglo?
Sí. En el último artículo que escribí en Perfil mencioné la reunión del grupo Puebla como una reunión de “jarrones chinos”. Son sesenta líderes de distintos países que no volverán a ser presidentes nunca. Están rumiando la conversación sobre lo que fue un socialismo que ya caducó.
Yo no creo que las ideas progresistas hayan caducado, hay que reinventarlas. Hay miles de cosas que se deben repensar, pero integrando los problemas actuales: la inteligencia artificial, la robótica, el salto del mundo a una nueva etapa de nueva prosperidad.
Con el estiramiento de la longevidad, habría que inventarles otras actividades que les gustasen a los políticos. Por ejemplo, pienso en De Narváez, que encontró en el mundo empresario una alternativa. ¿Habría que inventar algo para que se ocupen y no se conviertan en “jarrones chinos”?
Es un tema interesante, porque los ex presidentes terminan siendo un objeto incómodo, no acaban de dejar surgir a los nuevos dirigentes.
Tenemos el caso de Evo Morales o Correa, dirigentes eternos. Una y otra vez intentan, y la vida va pasando, y los coroneles crecen. En el grupo de Correa hay algunos dirigentes valiosos, bastante más preparados que Luisa y Andrés Arauz, que fueron el binomio escogido, de manera muy parecida a como lo hizo Cristina Fernández. A última hora, él decidió que fuera Luisa, porque es amiga de él.
Unos ocho o diez dirigentes preparados ven, entonces, que pone a la amiga. Recuerdo la escena de cuando Cristina decidió que sea Massa el candidato, que había otro candidato joven que incluso ya había preparado un video.
Esos partidos antiguos tienen un propietario que digita al candidato. El propietario pretende ser el gran protagonista y manejar el poder por interpósitas personas. Eso está llegando a su fin.
Este fin de semana ocurrió algo relevante. Patricia Bullrichnombró a Horacio Rodríguez Larreta como su eventual futuro jefe de Gabinete. ¿Qué impresiones te genera?
Creo que Patricia necesitaba fidelizar a los votantes de Juntos por el Cambio en las PASO. La pelea entre ella y Horacio fue dura, y había también un tema de modelos de liderazgo. Patricia es más vertical, más militar, digamos, y Horacio es mucho más dialoguista.
