El analista internacional, Juan Battaleme, aseveró que Jair Bolsonaro "tiene una responsabilidad política ineludible" frente a los acontecimientos sucedidos en tierra brasileña. A su vez, se refirió a la polarización electoral en Brasil, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Cómo está viendo lo que sucede en Brasil?
Fue una revuelta más que un golpe de Estado. En la definición estándar de la ciencia política no lo es. Desde la Argentina lo podemos ver como los típicos problemas de insatisfacción política en una era de posverdad. El 10% cree que está bien lo que pasó. Y el 40 % de los brasileños cree que la elección fue robada, y eso anticipa ingobernabilidad.
Las decisiones que se tomen ahora serán con el viejo Congreso, que en febrero tendrá a las nuevas autoridades. Irán contra todos los bolsonaristas, y se convocó al embajador brasilero en los Estados Unidos para que retorne al país porque era de fiel a Jair Bolsonaro. Esta turba no tenia un líder visible, más allá de que uno los indica cercanos a Bolsonaro.
Brasil: piden congelar cuentas de Bolsonaro y arrestar al exsecretario de Seguridad de Brasilia
¿Creés que pudo no haber sido Bolsonaro?
Tiene una responsabilidad política ineludible que es no haber conducido la transición y no haber reconocido la derrota, porque él siempre fue muy ambiguo. Hay que retroceder a cuando comenzaron los cortes de ruta, los movimientos de los camioneros y empezaron a formarse los camioneros. De los campamentos dijo que, mientras sean pacíficos, sí se podían hacer.
Antes de la asunción de Lula se fue a Estados Unidos, así que ya hay una responsabilidad política por omisión.
Lo preocupante es que ahora el Tribunal Superior de Justicia quiere que Bolsonaro vuelva a Brasil, responda al proceso de investigación y él dijo que va ir, a lo que se agrega una figura incómoda, porque hay que suponer que queda preso y es otro problema político, similar al que tuvo Lula cuando fue detenido.
La Corte brasileña ordena arrestar a un exministro de Jair Bolsonaro
Jorge Elías (JE): Bolsonaro es una figura incómoda para Brasil y Estados Unidos, por eso varios legisladores demócratas están pidiendo que lo expulsen.
El mismo domingo comenzó esa movida. A nivel internacional es complicado porque no hay un pedido de extradición, sino uno formal de Brasil de que regrese. Sin embargo, ya puede haber una señal con quien fuera el ministro de Justicia los últimos dos años de Bolsonaro, que a él lo fueron a buscar y no estaba. Ningún republicano acompañó este pedido de expulsión, y esto te muestra la unión entre demócratas y republicanos.
La política de Brasil impacta en la de Estados Unidos. Joe Biden hizo todo lo posible para que Lula asuma y le advirtió a Bolsonaro que si hacía algo en contra del proceso de institucional iba a tomar cartas en el asunto.
JE: Hablabas de crisis de gobernabilidad y es lo que hay. ¿Esto altera los planes de gobierno de Lula?
Lo que hay mirar es el nuevo Congreso y cómo este va a entrar a articular intereses comunes. Los días posteriores al escándalo, la idea era traer orden a las calles y así fue. El otro interrogante era de qué lado estarían los militares y estuvieron a favor de la institucionalidad y los campamentos fueron desalojados.
Lula da Silva, fortalecido tras la reunión con los gobernadores: "No habrá golpe de estado"
JE: Es un Congreso totalmente fragmentado, que llevó a Lula en su primer mandato a instrumentar eso que se denominó la "compra de votos". Esto puede ser una vacuna ante la corrupción.
El mayor desafío que tiene Lula es combatir la inflación y aumentar el techo del gasto público para poder llevar a cabo un proyecto similar de reducción del hambre y de crecimiento de clases medias, como hizo en su primer mandato.
JE: Pero tenés un Congreso dividido.
Por eso el mercado, al principio, dio señales de que la economía de libre mercado sufrirá algún tipo de retroceso. Reaccionaron peor los mercados al discurso y a los 13 decretos de Lula que a esta revuelta o intento de golpe de Estado de los bolsonaristas.
La clave de este juego empieza en febrero. Lula es un hombre de mucha espalda y no va a sesgar en su intento teniendo una economía de mercado, porque nunca fue contra la misma. Tiene que hacer una especie de mejor redistribución y generar mecanismos de intervención que Bolsonaro había desarticulado. Por ahí pasa y no creo que la agenda de él cambie.
BL JL