La salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como Brexit, no resultó ser la solución, sino el problema.
Al menos para muchos británicos desencantados con aquello que se hizo efectivo hace tres años, el 31 de enero de 2020, después de que el 52 por ciento aprobara el divorcio en el referéndum de 2016.
La guerra en Ucrania y la pandemia contribuyeron al malestar, pero muchos le confieren al Brexit la inflación más alta en las últimas cuatro décadas, el aumento del precio de la energía, el sobrante del mes al final del sueldo y las huelgas de los empleados de servicios esenciales, como los conductores de ambulancias y las enfermeras.
Piensan que los perjuicios provocados por el laberinto del Brexit exceden los beneficios prometidos por sus promotores.
Los británicos se arrepienten del Brexit y los políticos lo defienden
El final de la libre circulación con el continente impactó tanto en el mercado laboral como en la importación de productos.
Faltan más de 300.000 personas en la fuerza laboral del país a causa del Brexit, dice el Financial Times.
El Reino Unido dejó de ser atractivo para los europeos que viven en la otra orilla del Canal de la Mancha.
El apoyo a la salida de la Unión Europea nunca ha sido tan bajo, cantan las encuestas.
Si bien uno de cada cinco británicos votó a favor del Brexit, menos de un tercio estima que fue una buena decisión.
Demasiado tarde para lágrimas.
BL FM