El sociólogo y analista político, Luis Costa, dialogó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y enfatizó que "Cristina está posicionada en un tiempo que ya se acabó". También resaltó que "está enojada porque Alberto no hace lo que ella quiere" y remarcó que mantiene una "carrera hacia la eliminación del otro" con Mauricio Macri.
Titulaste tu columna: "Algo está terminado". ¿Qué sería eso?
Hay indicadores de un proceso que no logra ser dominador dentro de la política. Esto tiene que ver con la capacidad de Cristina Kirchner o del kirchnerismo de ser predominante internamente en votos, pero en sus intervenciones le van quitando prestigio al Gobierno y generan una mayor coalición interna.
Cualquier señal pública, como la denominación de Batakis, produce un nivel de decepción generalizado, que se mide no solo en el malestar social, sino también con el valor del dólar blue. Entiendo que eso ya no tiene carácter económico, sino que tiene desconfianza.
La relación entre Alberto y Cristina ha sido descripta como de dominación de ella sobre él y, cuando uno entra en esa zona, ese concepto fue creado para determinar de qué manera en una situación de, como mínimo, dos personas, una persona da órdenes y consigue que la otra la cumpla como si fuera propia. La administración de Alberto está llena de negativas a Cristina y la bronca de ella son una expresión de eso.
¿Decís que Cristina perdió poder?
Cristina perdió el poder y Alberto Fernández ha sido su elemento desestabilizador más grande. No hablamos de un liderazgo como el de Perón o el de Menem. En este caso, hay que detectar hasta qué punto Cristina pudo ser influyente sobre toda la gestión de Alberto.
¿Eso lleva a la pérdida de poder del Gobierno?
Cristina está enojada porque Alberto no hace lo que ella quiere. No podemos decir que este sea un gobierno poderoso tampoco. En un caso de mucha confusión, como la renuncia de Guzmán, el gobierno da una seña. Se decía que Batakis caía bien en el ámbito kirchnerista y es ejemplo de lo que pasaría si la economía estuviese manejada por el kirchnerismo, y la reacción fue negativa. El dólar blue podría llamarse dólar Cristina.
¿Hacés una comparación entre la versión actual de Cristina y el Menem del 2003?
Mi punto es que las ideologías no sirven para describir los procesos políticos. A Menem no le alcanzan los votos en el 2003, trata de ser dominar y el peronismo termina fragmentado. Se vio obligado a bajarse en un clima de deterioro y decepción con lo que había representado. Si Cristina va a una segunda vuelta, perdería por mucho. Hay una situación de agotamiento de lo que es aceptable.
¿Cristina se quedó en el pasado?
Es muy interesante escucharla hablar porque habla muy poco del futuro. El desglose del relato está centrado en ella y sobre el repaso de su gestión. Cristina está posicionada en un tiempo que ya se acabó. Macri tiene una situación en espejo con ella, aunque parezca que no. Por eso los dos partidos tienen un problema de recambio serio.
Últimas noticias del naufragio
Claudio Mardones (CM): Cristina habló de avanzar en un gran acuerdo con la oposición. ¿Lo ves como una señal de acercamiento?
Es un solo gesto comparado con los enfrentamientos que tuvo. La política que plantean Cristina y Macri está moralizada, establecen sus propias identidades sobre la base de la exclusión total de sus rivales. La política para ellos es una carrera hacia la eliminación del otro. La única opción que tienen para ofrecer es una batalla hacia un futuro que no se entiende cuál es.
JL PAR