En diálogo con Modo Fontevecchia (Radio Perfil FM 101.9 o Net TV), el economista Miguel Kiguel analizó las posibilidades que se prevén para la segunda parte del año y destacó que la única opción que tiene el Gobierno es “desdoblar el mercado de cambios”: “Una devaluación es inevitable”, expresó.
¿Estamos frente a una de esas crisis como las de 1989, 2001 o 2002?
Estamos frente a una crisis, pero cada crisis es distinta. Las del 89 y el 2001 fueron las más fuertes de la historia y no creo que estemos ante algo así ahora, pero es una situación difícil. En la economía no hay nada que ande bien. Todo está desacomodado y tenemos los ingredientes de una crisis macroeconómica. Donde se ven las flaquezas son los indicadores del tipo de cambio y la brecha, combinado con un nivel de reservas muy bajas que el gobierno no sabe como arreglar.
Estaremos así hasta el año que viene. El segundo indicador es la inflación, porque el Gobierno no tiene una política antiinflacionaria, emite cuando no hay más remedio y lo maneja como puede. La inflación tiene vida propia, porque hay mucha inercia inflacionaria. No hay acceso a crédito y es difícil decir cómo termina, lo que se sabe es que no termina bien.
Las reservas del Banco Central, un duro desafío para Martín Guzmán
Cuando uno analiza las crisis y lo que sale en los medios, escucha a los economistas de la oposición que plantean una hiperinflación y una megadevaluación. ¿Cuánto hay de que las expectativas crean cierto grado de profecía autocumplida?
Hay de todo dentro de la oposición. Mi pensamiento está más cerca de Juntos por el Cambio que del Gobierno, en lo económico. Veo que hay gente que exagera y otros que son muy prudentes. Las hiperinflaciones son procesos en los cuales la economía se va debilitando, la demanda de dinero cae y tardan dos o tres años en desarrollarse con déficit fiscales mucho más grandes de los que tiene Argentina hoy. Pero en Argentina manejamos a alta velocidad.
Tendría que haber un colapso total y perder el control total de la emisión monetaria que por ahora no pasa. En el Banco Central, incluso con las limitaciones, la cantidad de dinero crece al 60%, 70% y lo puede seguir controlando a costa de emitir deuda remunerada. Seguro no vayamos a la hiper pero la inflación va a subir, tres dígitos son casi un hecho, pero lo que va a dejar al próximo gobierno es bastante deuda en pesos. Si se maneja profesionalmente se puede deshacer esa bomba.
Desde el propio oficialismo, cuando la vicepresidenta plantea la posibilidad de que en el segundo semestre, por falta de dólares, una devaluación cambiaria e hiperinflación. ¿Te parece plausible?
La falta de dólares se corrige con el tipo de cambio. No solo con eso pero el tipo de cambio es un instrumento importante. Todo el que puede compra dólares baratos y hay muchos mecanismos legales para comprar dólares hasta cierto límite, por eso al Banco Central le cuesta tanto controlarlo.
Los controles cambiarios no sirven, ningún burócrata puede saber cuándo los dólares serán indispensables, por eso es mejor que haya un precio. Una devaluación es inevitable, aunque no se sabe cuando va a pasar. Por nuestro tipo de cambio van a faltar dólares siempre. Cuando se devalúa sube la inflación pero eso puede darse en distintas magnitudes. Tenemos una inercia inflacionaria que implica que si hoy devaluamos, la inflación va a subir más. Hace falta una devaluación con programa.
Si la devaluación es inevitable, para que sea correctiva y no dañina, hace falta un programa. ¿Este Gobierno no puede hacer un programa y lo conveniente sería que lo haga un próximo Gobierno?
La pregunta es, ¿se puede aguantar devaluar cuando no hay dólares?. Pongamos esta situación: en el segundo semestre, el Banco Central no aumenta las reservas y no hay dólares para importar insumos. Ahí tendría que hacer devaluaciones encubiertas, entonces hace un desdoblamiento cambiario. Se ha hecho muchas veces que haya dos tipos de cambio que se puedan usar. La única forma de intervenir en el mercado cambiario, cuando hay más demanda que oferta, es vender. Pero sin dólares no puede vender más. Ahí salta el precio. El Gobierno no tendrá más remedio que desdoblar el mercado de cambios, devalúa o hace una mezcla de las dos.
Según la lógica de este Gobierno, lo más plausible es que desdoble...
Sí, lo que pasa es que, al desdoblar afecta a los precios, al menos a una parte. Elige 100 productos y los subsidia, como con las tarifas.
CB PAR