La diputada nacional del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, conversó con Jorge Fontevecchia en el programa Modo Fontevecchia por Radio Perfil (FM 101.9) en donde brindó un panorama partidario nacional. Ella planteó un panorama de la izquierda en la Argentina, opinó sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y realizó una breve comparación con la reciente gestión de Gabriel Boric en Chile.
¿Sentís que la actitud de Máximo Kirchner y de La Cámpora, de manifestarse en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, persigue el objetivo de que la izquierda no siga creciendo en la provincia de Buenos Aires y que, de esa manera, trata de poner un techo al que ustedes vienen teniendo año a año?
Creo que hay algo de eso que circula en los medios de comunicación, con una gran preocupación que tiene ese sector político, que es el crecimiento que tuvo la izquierda, centralmente, en la Ciudad de Buenos Aires, conurbano bonaerense y Jujuy con un 25% de los votos. Ahí prácticamente se dio un empate técnico con el peronismo, algo que hace unos años era inimaginable.
Si uno ve la composición del voto del Frente de Izquierda, creció fundamentalmente a partir del enorme descontento que hay entre los que en algún momento pudieron votar al peronismo: aquellos que lo votaban como el mal menor, entrando en esta campaña contra la derecha, para que no vuelva Macri. Esas campañas habitualmente se hacen para obtener un consenso negativo y votar ´en contra de´. ¿Por qué se da este movimiento de kirchnerismo, de La Cámpora y demás? Creo que debe abarcar otros elementos, porque en su cabeza también está el 2023 y es evidente que este Gobierno cada día pierde más adhesión y eso podría ser algo anecdótico pero, a su izquierda, no está la pared como decía insistentemente Cristina Fernández de Kirchner sino que está el Frente de Izquierda. Cristina se equivocó, hay mucho más a la izquierda del kirchnerismo.
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La palabra izquierda, cuando uno escucha hablar a los funcionarios del Gobierno y los miembros relevantes del Frente de Todos, se refieren a ustedes como "los trotskos" en un sentido peyorativo a una forma de izquierda. Y cuando uno mira Latinoamérica y los presidentes de esa facción política como Lula en Brasil, Boric en Chile, el Frente Amplio en Uruguay, es una izquierda, pero no trotskista. ¿El trotskismo es una definición justa o injusta? ¿Qué quieren decir cuando les dicen troskos?
Yo hace un tiempo hice un posteo en mis redes sociales, porque Rodolfo Walsh explicaba muy bien esto del uso del trotsko, comunista, que suele tener un aspecto peyorativo. Se utiliza como gente que está por fuera de la realidad y no es así. Estamos muy insertos en la realidad política argentina y, si bien somos todavía una fuerza minoritaria pero que tiene una influencia política, cuando hay conflictos sociales, gremiales, educativos, de las mujeres, somos un actor relativamente decisivo para que esas luchas persistan en el tiempo. Ponemos todo nuestro esfuerzo para que empalmen con movimientos de masa.
Estoy orgullosa de ser trotskista, somos de izquierda trostkista porque en el mundo quedó esa idea de asociar la izquierda al stalinismo y nosotros no reivindicamos eso, sino los primeros años posteriores a la Revolución Rusa pero no lo que fue su degeneración totalitaria en manos de Stalin. El hecho de enfatizar a los trotskistas, para nosotros tiene una explicación histórica, porque estamos muy lejos de lo que fue el stalinismo. De hecho, Trotski murió a manos de un sicario de Stalin.
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¿Cómo compararías el Frente de Izquierda con lo que representa Boric en Chile?
Somos una izquierda que no apuesta a la gestión del capitalismo, yo creo que esto que ha dado en llamarse movimientos de centro izquierda, populistas, nacionales y populares se llaman otros, en lo que fue una primera oleada después de los gobiernos neoliberales en América Latina y que han vuelto, en algunos países, ahora en una segunda oleada claramente más a la derecha que el anterior: se proponen gestionar este sistema.
Se conjugan tres modelos que a veces quedan un poco mezclados. En Argentina, tenés el neoliberal que promueven desde Milei hasta Macri, que tiende a promover y profundizar lo que hizo la dictadura, y el modelo de Cristina Fernández de Kirchner que reivindicó el capitalismo. Pero ella dice que a eso hay que ponerle un poco de regulación y darle algunos paliativos a la situación social e incluso algunas concesiones en momentos de crecimiento económico, pero nunca cuestionan la estructura económica y profunda del país. Hay casos extremos como Venezuela que, mientras tenían una suba impresionante del petróleo, hablaban de "socialismo", pero después cuando esas condiciones económicas cambiaron, el país cayó en derrumbe increíble.
Nosotros como izquierda seríamos una tercera variante, donde pensamos que hay que reorganizar la sociedad en base a los intereses del pueblo trabajador y no de los grandes factores de poder, de los grandes empresarios, etc. Hay que marcar bien estos tres modelos, que permite ver también que todos estos gobiernos -desde Lula, Mujica y Cristina Fernández- son de gestión del capital y que, después de 40 años de neoliberalismo sin tocar las condiciones estructurales, el margen que les queda de dar concesiones, o algunos derechos profundos a las grandes mayorías populares, es sumamente reducido y eso se vio también en la Argentina.
AVS PAR